Del G7 surgen amenazas de nuevas sanciones a Rusia por su apoyo a Damasco
El secretario de Estado americano viajará a Moscú en una visita oficial. Tratará de convencer a los rusos de remover a Assad. Se están estudiando sanciones “dirigidas” contra altos oficiales rusos y sirios. Resistencias internas en el G7 (Roma y Berlín) tornan improbable su introducción. Putin cancela el encuentro con Tillerson.
Damasco (AsiaNews/Agencias) – Los ministros d Relaciones Exteriores de los países del G7 están tratando de llegar a una posición común sobre el conflicto sirio, antes de que el secretario de Estado americano se dirija a Rusia para una visita oficial. El objetivo del viaje diplomático de Rex Tillerson –en el cual también participarán aliados árabes del Oriente Medio- es tratar de persuadir a Moscú de abandonar Siria y dejar al presidente Bashar al-Assad librado a su destino.
El representante del Reino Unido ha propuesto sanciones “dirigidas” a dañar a los altos oficiales militares de Rusia y Siria. El objetivo es asestar un golpe a cuantos habrían coordinado las operaciones militares del los últimos días en el territorio sirio.
En el caso de que fueran adoptadas, serían las primeras sanciones contra personalidades rusas en el contexto del conflicto sirio; sin embargo, una adopción de las mismas parece bastante improbable, teniendo en cuenta las resistencias internas en el seno del G7, de naciones como Alemania o Italia.
En tanto, en el contexto de las recientes tensiones entre los Estados Unidos y Rusia, el Kremlin canceló la reunión entre Tillerson y el presidente Vladimir Putin, originalmente prevista para los próximos días. En la agenda figura un encuentro cara a cara con el jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov.
Las medidas drásticas tomadas por los países de Occidente suceden al ataque de la semana pasada, ocurrido en la provincia de Idlib, en el cual el gobierno sirio –según afirman los rebeldes y milicianos yihadistas- habrían utilizado armas químicas. Damasco niega el uso de agentes químicos (se habló del gas sarín) contra la localidad de Khan Sheikhoun, que habría provocado cuando menos 89 muertos.
De acuerdo a lo afirmado por un funcionario estadounidense, los rusos habrían estado en conocimiento del ataque químico, porque un dron sobrevolaba el área en la cual se levanta el hospital de Khan Sheikhoun mientras las víctimas pedían socorro. Algunas horas más tarde, un avión de caza bombardeó el nosocomio, en un intento –según los dichos de Washington- de “tapar” las pistas del ataque.
En una conversación telefónica, el presidente de EEUU Donald Trump y la Primera Ministra británica Theresa May hanno concordaron en que ya no hay un “interés estratégico de Moscú” que justifique su apoyo al presidente sirio. La canciller alemana Angela Merkel está de acuerdo con el inquilino de la Casa Blanca en virtud de “responsabilidades precisas” que son atribuibles a Assad.
Muchos analistas están sorprendidos por la posición asumida por Trump, que antes de convertirse en presidente invocaba una alianza con Rusia y en el pasado había criticado las posiciones de Barack Obama, negativas en relación a Bashar Assad.
A pesar de las amenazas, por ahora no hay un cambio real en lo que respecta a la política [militar] de los Estados Unidos en Siria; no obstante haber bombardeado una base militar siria en respuesta al ataque químico, para Washington la “prioridad” sigue siendo combatir al Estado islámico (EI).
La guerra estalló en marzo de 2011, y ya ha provocado más de 400.000 muertos y millones de desplazados, detonando una emergencia humanitaria sin precedentes.
30/09/2016 14:24
03/10/2016 15:24