De los obispos indonesios programas para la recuperación "moral y física" de toxico dependientes
Yakarta (AsiaNews) - El problema del abuso de drogas, en particular entre los jóvenes, fue uno de los temas de la última Conferencia episcopal indonesia (Kwi), que tuvo lugar en los últimos días en Yakarta. Como ha señalado mons. Aloysius Sudarso, arzobispo de Palembang, "nosotros [los obispos] estamos moralmente obligados a cuidar de esta terrible ´enfermedad´ social de la sociedad moderna". El prelado añadió que el abuso de las drogas requiere "cura pastoral y tratamiento médico" para "sanar" el terrible daño, que comprende a quienes "toman anfetaminas y otras drogas químicas. Durante mucho tiempo los líderes de la Iglesia indonesia han descuidado el problema de la adicción a las drogas; sin embargo, la batalla librada por un grupo de profesores de teología moral del Seminario mayor de san Pablo en Yogyakarta (Java central), permitió el compromiso de los obispos en este sector, en particular para los jóvenes.
Hablando en nombre de los obispos durante la misa final en la parroquia Cristo Rey en Pejompongan (centro de Yakarta) -que ha cerrado los 10 días de su reunión anual- mons. Sudarso renovó una invitación para ayudar a "estos pacientes abandonados". "Es nuestro deber moral, añadió, cuidar de ellos desde un punto de vista físico, mental y sanitario". En las reuniones han participado el cardenal indonesio mons. Julius Darmaatmadja, el nuncio apostólico mons. Antonio Guido Filipazzi, y el presidente de la Kwi mons. Ignacio Suharyo, junto a docenas de otros obispos.
Preguntado por AsiaNews el p. Edy Purwanto, secretario ejecutivo Kwi, subraya que los obispos han tomado en serio el problema relacionado con el abuso de drogas, muy extendida entre los jóvenes con respecto a los productos químicos. Es un gran paso adelante para la acción de la Iglesia, agrega el sacerdote, que conducirá a un "plan pastoral" y a "programas de cura" para los usuarios de drogas. El segundo paso, concluye, será la participación de los laicos y movimientos especializados para la creación de "proyectos concretos" de recuperación.
Para confirmar la gravedad del problema, los datos proporcionados por el general Anang Iskandar de la Agencia nacional de lucha contra las drogas: en el 2013 ha excedido el número de 4,9 millones de usuarios de drogas, la mayoría de ellos dedicados al consumo de cannabis. La droga está presente en todas las capas sociales, incluyendo estudiantes, profesionales y políticos. Sin embargo, la mayoría pertenece a un "nivel superior" y que pueden pagar el costo de "bienes ilegales".
Con el compromiso de la lucha contra las drogas, los obispos de Indonesia hacen un llamamiento a los católicos a prestar más atención a la vida política del país; una tarea que se hace más urgente en vista de la elección presidencial del próximo año. "Vota por tu candidato favorito, concluye mons. Sudarso, basándote en la moral y la integridad".
En Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, los católicos son una pequeña minoría de unos 7 millones de personas, equivalentes al 3 por ciento de la población total. En la Arquidiócesis católica de Yakarta sólo son fieles el 3,6% de la población. La Constitución establece la libertad religiosa, sin embargo, la comunidad ha sufrido episodios de violencia y abusos, especialmente en las zonas donde es más arraigada la visión extremista del Islam, como en Aceh. Son una parte activa en la sociedad y contribuyen al desarrollo del país o para facilitar el trabajo durante las emergencias, como ocurrió durante las devastadoras inundaciones del pasado mes de enero.
17/12/2016 13:14
29/08/2020 11:22