Damasco conquista toda la Guta oriental. Continúa la escalada de tensiones
Tira y afloja virulento entre Moscú y Washington. Aún no está decidida la intervención occidental en Siria. Con el Consejo de Seguridad paralizado, cualquier agresión a Siria sería “ilegal”. Putin reclama al sentido común y llama al premier Netanyahu a abstenerse de actos que pudieran agravar la situación. Pero Israel responde que no permitirá que Irán se instale militarmente en Siria.
Damasco (AsiaNews/Agencias) – Una bandera siria domina en lo alto de un edificio de Duma, decretando el control del gobierno sobre la ciudad y por lo tanto, del área de Guta Oriental entera. Quien lo informa es el general de brigada Yuri Tevtushenko, a cargo del Centro ruso para la paz y reconciliación en Siria.
En tanto, crecen las tensiones en la región, devenida un tablero de ajedrez que recuerda a la Guerra Fría, mientras se repite un tira y afloja virulento entre Moscú y Washington. Ayer, el presidente de los EEUU, Donald Trump, respondió con un tuit a la advertencia de Rusia –que había afirmado que derribaría cualquier misil dirigido a Siria y que atacaría las posiciones de las plataformas de lanzamiento. “Prepárate Rusia”, escribió Trump. “Porque [los misiles] están llegando, hermosos, nuevos e ‘inteligentes’”. Moscú respondió con frialdad: “Los misiles inteligentes debieran ser dirigidos contra los terroristas, no contra gobiernos legítimos”.
Más allá de las declaraciones del presidente de los EEUU, aún no se ha definido la respuesta occidental al ataque químico sobre la ciudad de Duma, el cual es imputado al régimen sirio. Los Estados Unidos, junto a Francia e Inglaterra, están evaluando la posibilidad de intervenir militarmente contra Damasco. Ayer, el presidente francés, Emmanuel Macron, recalcó que cualquier ataque debiera bombardear exclusivamente el equipamiento químico sirio, asegurando que ninguno de los aliados del régimen de Bashar al-Assad resulte afectado.
Ha de resaltarse que en el ámbito de las Naciones Unidas, cualquier acción militar lanzada sin una orden sancionada por una resolución del Consejo de Seguridad, es una violación al derecho internacional. En este momento, el duelo de vetos entre Rusia y EEUU está congelando el funcionamiento del órgano de la ONU. La única manera de “legitimar” un ataque contra un país soberano, como es Siria, es que éste sea en legítima defensa, como marca el art. 51 de la Carta de la ONU.
Ayer, el presidente ruso Vladimir Putin manifestó su esperanza de que “prevalezca el sentido común”. Según ciertos observadores, lo que preocupa al Kremlin es el riesgo de que los soldados rusos resulten heridos o muertos en caso de un eventual bombardeo occidental sobre Siria. Su llamamiento se centró en orientarse a las “relaciones internacionales” rumbo a un “sendero constructivo”. El presidente de los EEUU parece no haber aceptado la invitación: ayer, Trump declaró que las tensiones entre los dos países “están peor que nunca, incluso [peor] que durante la Guerra Fría”.
A lista de “líneas rojas” –que no deben cruzarse, bajo pena de un ataque militar- se suma aquella trazada por el premier israelí Benjamin Netanyahu en relación al frente israelí-iraní. Los dos países están en pie de guerra desde que la fuerza aérea israelí atacó una base siria situada cerca de Homs, matando a 14 soldados iraníes. Putin ayer se comunicó telefónicamente con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, para pedirle que se “abstenga de todo acto que pudiera desestabilizar aún más la situación”. Pero el premier israelí respondió: Israel no permitirá que Irán se instale militarmente en Siria.
11/04/2018 11:50