Dacca, líderes cristianos y musulmanes se pronuncian contra el genocidio de los Rohinyás

de Sumon Corraya

Bangladesh decidió rechazar a casi 400 refugiados en la frontera. Escapaban de la nueva ola de represión que está siendo llevada adelante en Myanmar. Un líder islámico denuncia la limpieza étnica. Obispo de Rajshahi: el gobierno debe dar garantías a todas las minorías

Dacca (AsiaNews) – Cientos de cristianos y musulmanes salieron a las calles de Dacca para protestar por la persecución de los Rohinyá en Myanmar. Ayer, los manifestantes se reunieron frente al National Press Club y criticaron la decisión del gobierno de Bangladesh de tornar más rígidos los controles en la frontera y de negarse a recibir a los musulmanes perseguidos que huyen de Myanmar, víctimas de un verdadero y auténtico genocidio.

Los manifestantes se quejan del silencio mantenido por parte de las mayores instituciones internacionales –y en particular, de las Naciones Unidas- en relación a la nueva ola de represión que está golpeando a la minoría musulmana. Los Rohinyá (poco más de un millón de personas) son originarios de Bangladesh, y Myanmar no les reconoce la ciudadanía. Los miembros de esta etnia viven en campos de refugiados situados en varias partes del país, y recientemente el Parlamento europeo se pronunció en su defensa, al hablar de una “represión sistemática”.

Ahymed Abdul Kader, secretario general del grupo islámico Khalaphot Muslish, afirma: “El gobierno birmano persigue de un modo terrible a nuestros hermanos y hermanas musulmanas. Es un genocidio y una represión étnica. Ellos son inocentes. La ONU y el mundo entero debieran protestar contra el asesinato de los Rohinyá”

El líder islámico también critica la decisión de Dacca de rechazar a los refugiados que se agolpan en la frontera. En los últimos días, los agentes de la Guardia de frontera y de la Guardia costera han bloqueado a cuando menos 400 personas. Asaduzzaman Khan Kamal, ministro del Interior, declaró que los agentes recibieron la orden de impedir cualquier inmigración ilegal, puesto que “la migración de los Rohinyá es una cuestión desagradable para Bangladesh”.

Kader hace un llamamiento: “Pido humildemente al gobierno que reciba a los refugiados y salve sus vidas, Todos tienen derecho a vivir de un modo seguro, no podemos aceptar estos asesinatos” El líder islámico denuncia asimismo la opresión de los cristianos santal y el intento de confiscar sus tierras.

Mons. Gervas Rozario, presidente de la Comisión episcopal Justicia y Paz, considera que las fuerzas del orden de Myanmar “están persiguiendo a los musulmanes en nombre de la lucha contra el terrorismo. Pero de esta manera el gobierno lleva adelante un crimen contra la humanidad”. El obispo de Rajshahi condena “la persecución. Ellos no tienen derecho a matar y perseguir a los Rohinyá”. Al mismo tiempo, el gobierno de Bangladesh “debe garantizar la seguridad de las minorías. Todas las personas, incluso las de fe diversa, tiene derecho a vivir juntos en este país de un modo pacífico”.