Daca: la postura de los periódicos indios, en medio del enfrentamiento entre hindúes y musulmanes
La semana pasada, la violencia volvió a estallar en Bangladés después de que los musulmanes atacaron casas y templos hindúes. Los periódicos locales critican al gobierno por haber "islamizado la nación". Los editoriales indios apoyan a la primera ministra de Daca, Sheikh Hasina, y acusan a los grupos islamistas radicales.
Daca (AsiaNews/Agencias) - Todo comenzó con una foto de un ejemplar del Corán colocado a los pies de una estatua de una deidad india. La imagen circuló por las redes sociales y desató la violencia entre hindúes y musulmanes, que se prolongó durante varios días en plena festividad de Durga Puja. Los musulmanes acusaron a los hindúes de "ofender al Islam", y atacaron templos hindúes, además de incendiar decenas de casas.
Muchos observadores pensaron inmediatamente que la foto había sido difundida por grupos islamistas radicales para avivar las divisiones sectarias en el país, una grieta que ha quedado latente por década. Una investigación del Daily Star realizada en Bangladés parece apoyar esta versión: alude a un "ataque premeditado" y destaca las fallas del gobierno y de las fuerzas de seguridad en el manejo de los disturbios. El primer ataque tuvo lugar el 13 de octubre, pero la violencia -que comenzó en Comilla- se extendió a las aldeas de los alrededores y continuó al menos hasta el día 17. Hasta el momento, el saldo es de seis muertos, cientos de viviendas destruidas y al menos 450 personas arrestadas.
Ayer, la primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, marchó 4 km hacia la capital junto con los manifestantes que clamaban por el fin de la violencia. Respaldada por su partido, la líder de la Liga Popular Bengalí (Awami League) pidió al ministro del Interior que tomara medidas contra los sujetos que dieron inicio a los ataques. Lo cierto es que en el caso de los enfrentamientos sectarios de los últimos años, que han ido en aumento, el Gobierno de Bangladés nunca detuvo a ningún sospechoso, sino todo lo contrario: "Dos personas acusadas de vandalizar y atacar casas y templos hindúes en 2016 en Nasirnagar fueron elegidas por Awami League para competir en las elecciones siguientes”, se lee en el Daily Star.
Awami League se jacta de ser un partido laico que defiende los derechos de las minorías (los hindúes representan el 10% de la población bangladesí, de 170 millones). Sin embargo, no es inmune a la progresiva "islamización de la nación", continúa el Daily Star: "Tal vez no sea exagerado decir que hemos institucionalizado el odio y la intolerancia hacia otras ideas y creencias; hemos creado microfascistas que se sienten autorizados no sólo a decir a los demás cómo vivir, sino también a imponer sus puntos de vista por medios cada vez más violentos." Un sentimiento que comparte un artículo del Dhaka Tribune: "La verdad es que por Estado laico entendemos un Bangladés formado por personas que son bangladesíes en cuanto a su etnia y musulmanes por su religión. Todos los demás grupos étnicos y otras confesiones religiosas viven aquí porque se les permite".
Pero no se trata solamente de un problema de política interna; se convierte en un problema regional si en la vecina India los hindúes son incitados por el Bharatiya Janata Party, el partido nacionalista del primer ministro Narendra Modi. En sus editoriales, los periódicos indios apoyan a Hasina, aunque afirman que "el radicalismo islamista ha penetrado profundamente en la sociedad bangladesí" y que, si "se impusiera", el país podría perder los avances y los logros económicos conseguidos hasta ahora por el gobierno, escribe el Times of India.
Hasina fue más prudente en sus comentarios, quizás porque es consciente del delicado equilibrio entre las minorías de la India y Bangladés. En una videoconferencia en la que se dirigió a las autoridades religiosas hindúes del templo de Dhakeshwari, en Daca, la primera ministra precisó que los acontecimientos en la India no deben influir sobre lo que sucede en Bangladés. El Indian Express también hizo hincapié en la difusión de la violencia en el Sur de Asia: según el periódico, existe una corriente islamista que ha sobrevivido al período anterior a la división política del subcontinente. Esta corriente actualmente recibe influencias de al-Qaeda y del Estados islámico, una amenaza no solo para Bangladés, sino para toda la región.