Daca: Yunus se reúne con el Nuncio Apostólico, mirada a las minorías
Mons. Kevin S. Randall comunicó al nuevo Consejero Jefe las preocupaciones del pontífice por los cristianos y los refugiados rohingya. En poco más de un mes, el gobierno interino ha iniciado varias reformas, pero el orden no se ha restablecido en todas partes y aún no está claro cuándo se celebrarán elecciones.
Daca (AsiaNews) - El Nuncio Apostólico en Bangladés, Mons. Kevin S. Randall, se reunió el 9 de septiembre con Muhammad Yunus, consejero jefe del gobierno interino creado tras la huida a la India de la ex primera ministra Sheikh Hasina.
En la Rashtriya Guest House Jamuna de Daca, ambos trataron diversos temas, entre ellos la protección de las minorías religiosas en el país. El nuncio propuso la creación de una institución para el diálogo interreligioso entre la Delegación vaticana para el Diálogo Interreligioso y los estudiosos bangladeshíes del Islam. A continuación, insistió en la necesidad de aumentar la ayuda humanitaria para más de un millón de refugiados rohingya que viven en los campos de Cox's Bazar. A lo que el Consejero Jefe respondió solicitando el apoyo del Vaticano. Tras el encuentro, Mons. Randall declaró a AsiaNews que había dicho a Yunus «que el Papa Francisco está siempre preocupado por la difícil situación de las personas desplazadas. La Iglesia en Bangladés, a través de Cáritas, ha estado ayudando a los rohingya desde 2017».
El arzobispo también mencionó el llamamiento del pontífice a un tratado internacional sobre inteligencia artificial lanzado en junio en el Día Mundial de la Paz. En la reunión estuvieron presentes Lamiya Morshed, secretaria de la ONU para Asuntos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y Kazi Russel Pervez, director general del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Por su parte, Yunus, Premio Nobel de la Paz en 2006 por impulsar el desarrollo del microcrédito en Bangladesh, subrayó que el principal objetivo del gobierno interino es mejorar la seguridad tras las protestas del mes pasado (aún hay huelgas y manifestaciones en algunas zonas periféricas) y aplicar importantes programas de reforma.
En poco más de un mes, la situación en la capital, Daca, ha vuelto casi a la normalidad. Se ha prestado especial atención al sector financiero: se han creado nuevos consejos de administración para liberar a los bancos del control de los grandes deudores. Se aprobaron propuestas para reducir la corrupción y eliminar las tramas de blanqueo de dinero mediante la creación de un comité para investigar las irregularidades en el mercado de capitales.
Se derogaron las leyes que restringían la libertad de prensa y se firmó un convenio internacional sobre desapariciones forzadas, que durante el gobierno anterior fueron utilizadas por la policía para reprimir a la oposición y la disidencia.
El gobierno provisional también inició negociaciones con los partidos políticos. El experto Al Masud Hasanuzzaman señaló algunos avances positivos: «Se ha reducido el estancamiento de la administración. El gobierno ha sido aceptado internacionalmente y está llevando a cabo una política exterior independiente».
«El ejecutivo ha aportado cierto alivio, pero la ley y el orden aún no se han restablecido del todo. La policía sigue desorganizada. Los que no están dispuestos a cooperar deberían ser despedidos y sus puestos ocupados por personas competentes», comentó en cambio la politóloga Dilara Chowdhury. Para restaurar la democracia, tenemos que volver al sistema de partidos políticos. Este proceso no puede prolongarse indefinidamente. El gobierno debe presentar una hoja de ruta con un calendario claro de lo que se conseguirá y cuándo. Quizá no todo se realice a tiempo, pero es esencial una hoja de ruta».