15/04/2025, 11.25
BANGLADÉS
Enviar a un amigo

Daca celebra el Pohela Boishakh por un nuevo año «de paz y armonía»

de Sumon Corraya

Un ambiente de «celebración universal» caracterizó ayer el Año Nuevo bengalí del año 1432. Una celebración que une a creyentes de distintas religiones en un país que atraviesa graves turbulencias políticas y sociales en los últimos meses. Asociación Cristiana de Bangladés: «Es parte integrante de nuestra historia y cultura».

Daca (AsiaNews) - Un ambiente festivo, entre colores y una esperanza compartida de paz y armonía, caracterizó el Año Nuevo bengalí del año 1432 celebrado ayer en todo Bangladés. Desde las primeras luces del alba, de hecho, el país cobró vida en una incesante alternancia de canciones, poemas, representaciones artísticas y rituales laicos en homenaje al Pohela Boishakh, una fiesta profundamente arraigada en la cultura y la identidad de la nación del sur de Asia. Este año las celebraciones vuelven a estar en su apogeo después de tres años de interrupciones y restricciones relacionadas con la pandemia del Covid-19. Desde las bulliciosas ciudades hasta las aldeas rurales, las ferias de Baisakhi, los espectáculos culturales y la tradicional procesión Mangal Shobhajatra congregaron a la gente en un espíritu de unidad, más allá de las diferencias religiosas y étnicas. Por un día, las divisiones entre musulmanes, hindúes, cristianos y budistas desaparecieron, ya que todos los bangladesíes se reunieron para celebrar una fiesta que pertenece a todos. "El Año Nuevo bengalí es una celebración universal. Personas de todos los credos se reúnen en un espíritu de armonía. Espero que este espíritu se fortalezca", declaró a AsiaNews Omar Faruk, un hombre de negocios musulmán de Daca.

Una parte esencial de la celebración del Año Nuevo es la Halkhata, la apertura ceremonial de nuevos libros de contabilidad por parte de comerciantes y tenderos; una práctica que se remonta al reinado del emperador Akbar, quien introdujo el calendario bengalí para simplificar la recaudación de impuestos. En este día, los comercios reciben a los clientes con dulces y sonrisas, marcando un nuevo comienzo con gratitud y buena voluntad. Aunque la alegría era palpable, también había preocupaciones y temores relacionados con el cambio de las condiciones políticas y sociales, unidos a la desinformación que circulaba por Internet sobre el futuro del Mangal Shobhajatra, una procesión emblemática organizada por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Daca. A pesar de los rumores y la polémica sobre el cambio de nombre, la universidad decidió mantener la procesión, afirmando su importancia como símbolo de justicia, armonía y resistencia contra la opresión. «Esta procesión no es sólo un acto cultural: es una declaración», explica Dip Hossan, estudiante universitario. «Conecta a la gente con el mensaje de que el bien prevalece sobre el mal».

La jornada comenzó en la capital con la reunión musical Chhayanaut bajo el antiguo baniano del parque Ramna. Desde 1967, la institución dedicada a la cultura bengalí organiza este acto como protesta por los intentos de suprimir su identidad durante los años de dominio pakistaní. Ni siquiera un atentado con bomba en 2001, que se cobró nueve vidas, consiguió detener esta tradición. Este año, la multitud tampoco se ha dejado intimidar, lo que da fe de la perdurable resistencia del espíritu bengalí.

De Daca a Chittagong, Sylhet, Rajshahi, Khulna y más allá, el ambiente festivo se extendió por todo el país, con las fuerzas de seguridad en alerta máxima para garantizar la seguridad y permitir a la gente disfrutar de las festividades sin peligro. Mientras la gente bailaba, cantaba y vestía ropas tradicionales rojas y blancas, las calles se llenaron de una sensación de renacimiento y renovación. Además de la efervescencia cultural, el Pohela Boishakh también ayudó a impulsar la economía, ya que las ventas de ropa, artesanía, dulces y artículos festivos alcanzaron niveles récord. «No sólo celebramos un nuevo año, sino que también reforzamos nuestra economía y los lazos comunitarios», declaró el propietario de un puesto en una feria de Daca. «Es un día de alegría, negocios y esperanza», añadió el comerciante.

Los cristianos también participaron activamente en las celebraciones, que coinciden con las de Semana Santa. Hemanta Corraya, secretario de la Asociación Cristiana de Bangladés, declaró en un mensaje: "Los bengalíes que viven en el país y en el extranjero celebran el Pohela Boishakh. Es parte integrante de nuestra historia y nuestra cultura. Que este primer día de Baishakh traiga paz y armonía a todos. Avancemos con la determinación de construir un país hermoso y unido". A pesar de los retos pasados y presentes, el Año Nuevo bengalí sigue siendo una celebración orgullosa y vibrante de la identidad cultural y la coexistencia locales. Es un recordatorio de que la esencia de ser bengalí reside en las tradiciones compartidas, el respeto mutuo y la esperanza colectiva de un futuro mejor. Cuando el sol se puso el primer día de 1432, dejó tras de sí una renovada sensación de optimismo: mediante la unidad en la diversidad, Bangladés puede seguir creciendo como una nación arraigada en la armonía, la historia y la esperanza.

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Musulmana, ex radical: Riad y el salafismo (wahabí) un peligro para el islam y para el mundo
17/12/2016 13:14
Año Nuevo bangladesí: el primer ministro hizo un llamamiento al respeto de todas las religiones
15/04/2016 13:12
En Daca, el año 1426 comienza al compás de cantos y danzas
15/04/2019 14:42
Daca, el año nuevo bengalí comienza con otro confinamiento obligatorio
15/04/2021 14:41
Católicos y protestantes encaran una reflexión teológica sobre la Indonesia de hoy
01/04/2019 15:45


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”