Daca, radical islámico: si las mujeres van a la escuela, ya no serán de los hombres
Las frases del imán Shah Ahmed Shafi han generado gran estruendo. El líder religioso acusa a los periódicos de haber malinterpretado sus palabras. Activista: “Él querría arrastrarnos a 100 años atrás”.
Daca (AsiaNews) – En Bangladés se ha generado un acalorado debate luego de las afirmaciones de un concocido radical islámico, que sostiene que “las mujeres no deben asistir a la escuela”. Al participar en un evento que congregaba a cuando menos 15.000 personas, el imán Shah Ahmed Shafi dijo: “Las mujeres pueden estudiar, como máximo, hasta quinto grado, no más, porque si se les permite asistir a la universidad y a las maestrías, ya no serán propiedad nuestra”. Criticado por más un lado, luego, el líder de 95 años corrigió sus dichos diciendo que sus palabras habían sido malinterpretadas y que “las mujeres pueden asistir a la escuela siempre que vistan el burka”, es decir, el velo islámico que cubre totalmente el cuerpo, dejando solamente al descubierto los ojos.
Activistas y mujeres católicas declaran abiertamente su posición contraria a las afirmaciones del radical. En cambio, entre las mujeres musulmanas surgen posiciones enfrentadas. Algunas concuerdan con la opinión del imán en materia de educación femenina.
Shah Ahmed Shafi encabeza el grupo radical Hifazat-e-Islam y administra la madrasa Al-Jamiatul Ahlia Darul Ulum Moinul Islam en la localidad de Hathazari, Chattogram (Chittagong). Él es un imán muy renombrado en el país, con millones de fieles. Todas las personas presentes en el evento donde pronunció el controvertido discurso prometieron seguir su enseñanza.
Sheepa Hafiza, director ejecutivo de Ain o Salish Kendra, pretende obtener las disculpas del radical. Aysha Khanam, presidente de Mohila Porishad, una ONG que defiende los derechos femeninos, agrega: “En el pasado, el líder religioso hizo declaraciones obscenas. Él querría arrastrarnos a 100 años atrás, pero las mujeres están jugando un rol destacado en el desarrollo del país”. La católica Sumi Gomes declara: “Es muy doloroso que él no quiera el desarrollo de las mujeres”.
Eva Rahaman, una musulmana, estudiante en la Shanto-Marian University of Creative Technology, piensa distinto: “Yo me siento segura cuando llevo el velo en el campus. Quien viste el burka no es víctima de situaciones de acoso y hostigamiento”. Sangita Akter, ama de casa, está de acuerdo con el líder islámico: “Quien no lleva el burka no respeta el Corán. Aysha Akter se desempeña como activista en una ONG y afirma: “Ahmed Shafi trata de impedir el desarrollo de las mujeres en este país. Quiere que las mujeres se queden en el hogar, pero si ellas trabajasen como los hombres, nuestro país crecería el doble”.
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