Daca, el coronavirus erosiona los salarios y el empleo juvenil
Docentes, operarios de embalaje y empleados del sector de turismo y hotelería se han quedado sin empleo; otros han sufrido recortes salariales. Los jóvenes no logran permanecer en la ciudad para mantener a sus familias de origen y vuelven a sus aldeas. Muchos querrían emigrar, pero por el momento las posibilidades son nulas. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, actualmente hay 6 millones de jóvenes desempleados.
Daca (AsiaNews) – En la capital, miles de jóvenes afrontan los problemas causados por el coronavirus. Muchos querrían emigrar al exterior para estudiar, pero la pandemia les impide dejar el trabajo. Otros han perdido el empleo y muchos más han tenido que sufrir recortes salariales. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, en este momento hay cuando menos 6 millones de jóvenes desempleados; a esta cifra hay que sumar más de un millón de operarios de embalaje que se quedaron sin trabajo. En esta situación, no es difícil que reine la depresión entre la juventud.
William Gomes es docente y vive en la capital. “Después del inicio de la pandemia, solo recibí mi salario de dos meses. Del tercer mes en adelante, dejaron de pagarme y pocos meses después fui despedido y dejé la enseñanza. Realmente estoy viviendo una situación límite junto a los miembros de mi familia”, cuenta.
“Para sobrevivir – continúa – empecé a preparar comidas rápidas en casa, muffins y otros platillos para el almuerzo. También los vendo online (foto 2). Este tipo de trabajo es nuevo para mí y marcha bien, pero no alcanza para mantener a mi familia”, William Gomes es padre de dos niños. “Ruego a Dios Todopoderoso para que se termine la pandemia de Covid-19, y pueda hallar un empleo mejor, en una escuela”, concluye.
Kajol Corraya no ha perdido el empleo, pero sí redujeron su salario a la mitad. Trabaja como electricista en un hotel 4 estrellas, en la zona de Gulshan, en la capital. Con tristeza, cuenta: “Antes de la epidemia, llegaba a ganar casi 30.000 takas, con propinas incluidas. Ahora gano 15.000 takas (unos 148 euros) y me es imposible saldar el préstamo bancario que contraje. Paso mis días con miedo por lo que irá a pasar. Mi vida está comida por las deudas. Es más, ya no logro enviar dinero a mis padres ancianos, que viven en la aldea”.
Por la situación desencadenada por el Covid-19, el sector del turismo y hotelería es uno de los más castigados. Pero todas las industrias sufren por la falta de trabajo.
Tanto en el sector público como en el privado se han cancelado las contrataciones o los nuevos empleos, con la salvedad del área de la Salud. Aún así, a muchos trabajadores del sector médico se les hace muy difícil conseguir empleo.
Urmi Gomes, una enfermera que concluyó sus estudios en enero de este año, no consigue trabajo. “Mi sueño era conseguir un empleo inmediatamente después de recibir mi diploma de enfermera; quería aliviar la pobreza de mi familia, pero no consigo nada”. La verdad es que todo esto es muy humillante. Cada tanto, regresa a Daca para tener alguna entrevista de trabajo.
Muchos jóvenes aguardan que pase pronto la pandemia para encontrar un empleo o para volver a llenar la barriga. También hay muchos que tuvieron que abandonar la capital, Daca, porque se les hizo imposible vivir sin un salario. Todos los días, la Iglesia Católica y Cáritas distribuyen comida y algo de dinero para ayudar a los necesitados. Pero el número de personas carenciadas es realmente inmenso.
20/05/2020 14:38
01/10/2020 13:45