Cuidado de lo creado, los católicos filipinos promueven la agricultura biológica

Como respuesta a la invitación hecha por el Papa Francisco y a la Jornada por él instituida, en Davao se propone un método de cultivo natural y sin pesticidas. Una producción alimenticia sana y respetuosa del ambiente. Una parroquia planta 100 árboles para contrarrestar la deforestación y para prevenir los desastres naturales.

Manila (AsiaNews/Cbcp)- Como respuesta a la exhortación del Papa Francisco, que pide una mayor atención y cuidado del ambiente y de lo creado, los católicos filipinos de la región de Davao han lanzado hace poco un programa de agricultura biológica. A esto han agregado la plantación de árboles en un territorio que hay que revalorizar, todo en concomitancia con las celebraciones del 1° de setiembre pasado, día de la celebración de la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación.

Representantes ortodoxos, anglicanos y reformados, cardenales, obispos, el cuerpo diplomático y miles de fieles participaron de la Liturgia de la Palabra propuesta por el Papa Francisco para la “Jornada”, a la que se convocó hace pocas semanas, en comunión con la Iglesia ortodoxa.

Inspirándose en la oración, el Centro para la acción social de la arquidiócesis de Davao (ASAC) promovió una serie de cursos de formación para laicos, expertos del sector y simples apasionados, dedicados justamente a temas y a los beneficios que derivan de la agricultura biológica. Sor Marisa Arado, coordinadora ASAC, subraya la contribución de diversas organizaciones y entes con competencias específicas en el sector de lo biológico y de la agricultura sustentable, con el objetivo de difundir el propio saber y conocimientos.

La agricultura biológica, -a diferencia de la extensiva e industrial que usan aditivos químicos y pesticidas-, explica la religiosa, “no provoca daños al ambiente ni a los seres humanos”. Nuestra finalidad, agrega, es el de transformar la agricultura biológica “en un estilo de vida, para que podamos contar con una tipología de producción alimenticia que no haga mal a la salud y no contamine el ambiente.

Esta iniciativa, continúa sor Marisa, “es también nuestro modo de ser pastores en el contexto de la creación divina, porque es parte de nuestra vocación la de ocuparnos del ambiente”. En este mes de septiembre, las actividades de sensibilización y profundización sobre el tema, se llevarán a cabo en la zona de Wagan, un barrio de Davao City.

Siempre en relación a la defensa del ambiente, la parroquia del Santo Rosario Malita (Davao occidental) promovió recientemente la plantación de 100 árboles. Si bien la zona está rodeada de bosques, en el pasado fue objeto de un desarrollo salvaje y la tala indiscriminada de árboles y plantas. “Plantar árboles- dice el párroco p. Kim Cossid- es el mejor modo para mitigar los efectos de los cambios climáticos y prevenir desastres causados por los aluviones y los desmoronamientos”.

El interés de la Iglesia filipina por los temas relacionados con el ambiente no debe maravillar, porque también en el pasado, la dirigencia católica ha prestado mucha atención a la cuestión. En febrero del año pasado, las parroquias de la capital iniciaron una campaña de sensibilización para la recolección y desmantelamiento de los residuos electrónicos. En Luzon, los católicos y algunas Ong promovieron una batalla común para abonar terrenos contaminados. En marzo pasado, los obispos han agradecido la decisión del desplazamiento del enorme establecimiento petrolífero que estaba en el corazón de la capital.