Cuaresma: La Iglesia filipina relanza un proyecto contra la desnutrición infantil

de Santosh Digal

Según datos de Unicef Filipinas, 95 niños mueren cada día a causa de la malnutrición, mientras que 27 de cada 1.000 no superan los cinco años de edad. Cambiar esta situación es una tarea ingente que también comienza con el proyecto solidario de la Iglesia filipina "Fast2Feed Pondo ng Pinoy", que dona una comida a niños desnutridos durante la Cuaresma.

Manila (AsiaNews) - Varias diócesis de Filipinas han puesto en marcha la campaña "Fast to Feed" durante la Cuaresma. Se trata de un modo que las Iglesias filipinas han desarrollado para ayudar a los niños hambrientos y desnutridos, apoyando el proyecto "Fast2Feed Pondo ng Pinoy", puesto en marcha en el Centro católico Papa Pío XII de Manila. "Pondo ng Pinoy" que literalmente significa "fondos de los filipinos", no es sólo una colecta de ofrendas iniciada por el cardenal Gaudencio Borbón Rosales, antiguo arzobispo de Manila, sino una herramienta de la Iglesia católica en su misión de evangelización en esta zona y de lucha contra la pobreza infantil. A través de Pondo ng Pinoy, se pretende cultivar en las comunidades la cultura de la solidaridad y la ayuda al prójimo mediante un donativo de tan sólo 25 céntimos al día para luchar contra la pobreza. Para alimentar a un niño hambriento, sólo se necesitan ₱ 15,00 (peso filipino), o unos 0,27 USD, al día. De este modo, quienes opten por el ayuno durante este periodo de Cuaresma pueden dar la cantidad equivalente como regalo, ayudando a alimentar a los niños desnutridos del país. "El sacrificio de la gente hoy plantará las semillas de la esperanza y el alimento para un mañana más brillante", dijo el obispo Gerardo Alimane Alminaza, de la diócesis de San Carlos. Y añadió: "Se trata de expresar nuestro amor a Dios a través del amor al prójimo". La recaudación se destinará también a ayuda alimentaria para mujeres desnutridas y embarazadas.

Según una encuesta de las Estaciones Meteorológicas Sociales realizada a mediados de 2023, al menos el 10,4% de los hogares filipinos habían carecido de alimentos para llevar a la mesa al menos una vez en los tres meses anteriores. Además, según datos de Unicef Filipinas -el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia-, 95 niños filipinos mueren cada día por desnutrición y 27 de cada 1.000 niños no sobreviven más allá de los cinco años. Además, un tercio de los niños filipinos tienen bajo peso o raquitismo para su edad. Como el hambre perjudica el desarrollo físico y mental, hace que los niños sean más propensos a enfermar y a faltar a la escuela: el Banco Mundial señaló que "el retraso del crecimiento saludable en los primeros 1.000 días de vida se asocia a un menor rendimiento escolar". Filipinas ocupa el séptimo lugar en el mundo entre las naciones de Asia Oriental por la cantidad de niños con raquitismo.

Por su parte, para abordar eficazmente el doble problema del hambre y la malnutrición, el Congreso aprobó en 2018 una ley destinada a apoyar los primeros 1.000 días de vida de los niños, también conocida como Ley de la República 11148, pero invertir el rumbo es una empresa enorme que necesita el esfuerzo de todos: empezando por el proyecto solidario "Fast2Feed Pondo ng Pinoy" de la Iglesia filipina.