Cuaresma en Taiwan; anunciar el Evangelio defendiendo a le emigrantes
Taipei (Asianews)- Mike So, trabaja de hace años en Taiwan con muchísimos emigrantes de Filipinas, Indonesia, Tailandia, Vietnam. Él es filipino casado en Taiwan, trabajó por años en la Cruz roja Internacional y hasta ahora está comprometido en la misión católica por la justicia social. Ayuda a muchos trabajadores inmigrantes a darse cuenta de los propios derechos y en el hacerlos valer delante de la justicia.
Le preguntamos ante todo qué tiene de especial la situación taiwanesa en los que se refiere a los trabajadores inmigrantes a nivel legislativo: "el contrato mínimo es de un año, prorrogable por un máximo de 3 años, Después de 3 años, después de una lucha por parte de las Ong, ahora el contrato se extiende hasta 9 años o hasta 12. El problema es que si aquel que te contrató no le gustas puede echarte cuando quiera. Y el otro problema son las pagas o sueldos "cortadas", o sea los salarios que a menudo no son respetados. Por esto hemos abierto la Rerum Novarum -Hope Worker Center que son centros para la protección de los derechos de los inmigrantes. Pueden venir a lo de nosotros y rellenar los documentos legales de protesta para presentar en los tribunales".
Cuando redactamos la protesta, explica, "las llevamos al juez". Son pocos lamentablemente los que tiene más coraje los que nos vienen a ver. Protestar en la mayoría de los casos significa que son reenviados a sus casas, por lo cual muchos no se atreven a hacerlo. Obviamente el juez debe decidir en base a las pruebas. Muchos trabajadores no hablan bien el chino, nuestras Ong ofrecen abogados y traductores, además de un lugar donde vivir durante el curso de la causa.
Ahora el gobierno da ayuda económica a la Organizaciones, pero al inicio eran sólo donaciones por parte de la Iglesia católica, por lo que a nosotros se refiere.
Hay centros para marineros que sufren todo tipo de atropellos. "Uno es el de Stella Maris de Kaohsiung y Taichung, dirigidos respectivamente por el p. Poponge y el p. Loloy, ambos filipinos. El la Hope Worker Center tenemos a una directora filipina. Nos dirigimos a abogados del lugar, que a menudo trabajan pro bono y a abogados extranjeros, por ejemplo ofrecidos por la oficina de Manila Economic and Cultura Office".
El trabajo más duro, continúa, "es el de llegar a aquellos que son abusados a que denuncien a la justicia a quienes los explotan. Porque es necesario entender el funcionamiento del "mercado" de los trabajadores inmigrantes; eso es controlado por los intermediarios (brokers) que son normalmente legales, pero que a menudo son pagados en negro por los que les dan trabajo para ocultar abusos o "tener descuentos". Los intermediarios están relacionados con sus agencias especializadas que desarrollan toda la burocracia del gobierno. Pero lamentablemente muchos trabajadores deben pagar cuotas también en negro para venir a Taiwan, Si por un lado empujamos a que hagan las denuncias de los abusos, por la otra sabemos que es comprensible que no todos salen a flote porque los trabajadores, presentando la denuncia, pierden automáticamente no sólo el trabajo sino también todo el dinero gastado para el viaje y para los documentos.
Por ejemplo el año pasado, un trabajador filipino, con su segundo contrato de trabajo tuvo que pagar no sólo los 50 mil pesos establecidos por el contrato sino además los 30 mil exigidos por el bróker, que por otro lado le habría impedido el volver a su viejo lugar de trabajo: "La ley taiwanesa, para el segundo contrato, prevé en realidad también una asunción directa pero el procedimiento burocrático exige aún más tantos pasos burocráticos que el patrón prefiere confiar en el intermediario, pero el cual a menudo se aprovecha de la situación para elevar el precio según su propio gusto".
Según la experiencia de Mike, "es más fácil cometer abusos en las familias, Tenemos hasta el caso de una joven indonesia torturada por su patrona. El caso en el tribunal se vio tan evidente que la patrona fue condenada a dos años de cárcel".
Sin embargo, "no todos los inmigrantes trabajan en condiciones difíciles: hay también muchos filipinos profesores de inglés que ven todos sus derechos respetados y enseñan en escuelas de diversos niveles. Los trabajadores migrantes que después de años de perfecto trabajo, gracias a la confianza acordada por los patrones, llegan a altos niveles en los cargos entre los obreros en la fábrica y los ingenieros en las fábricas.
Desde el próximo mes Mike So, lanzará un programa radiofónico para los estudiantes taiwaneses en la National Chengqi University en el canal radio NCCU 88.7 FM, en colaboración con los Kuangchi Program Service. Serán 18 artículos a través del entero semestre. Hay 8 estudiantes ene l equipo de producción junto a Mike. Esto programas están pensados para sensibilizar a las nuevas generaciones taiwanesas a ser activos en la promoción de los derechos de los inmigrantes. Este año las estadísticas hablan de 4 grupos predominantes de trabajadores migrantes en Taiwan: indonesios (231,489), vietnamitas (152,543), filipinos (112,505) y al final 59.869 tailandeses.