Csto: las diferentes perspectivas de la alianza euroasiática

de Vladimir Rozanskij

En la cumbre de Minsk, el presidente de Kazajistán, Tokaev, respondió al secretario Tasmagambetov (leal a Moscú) diciendo que "no hay necesidad de hacer sonar constantemente las alarmas, incluso cuando existen problemas". Varios miembros de la alianza postsoviética tienden a marginarse en pos de sus propios intereses nacionales.

Minsk (AsiaNews) - En la cumbre de la Csto, la Alianza Militar Euroasiática, celebrada en Minsk hace unos días, el presidente de Kazajistán, Kasym-Žomart Tokaev, instó a no sobrestimar el nivel de las amenazas a las que se enfrentan los Estados miembros (Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán, e incluso Armenia, que ha renunciado en esta ocasión). La impresión es que el presidente kazajo quería responder de algún modo a las declaraciones del secretario general del Csto kazajo, Imangali Tasmagambetov, un político muy leal a Moscú en el cargo desde el 1 de enero de este año.

El secretario había hablado del empeoramiento de la confrontación a nivel mundial y regional, y de que "el empeoramiento del entorno político internacional va acompañado de una capacidad cada vez menor para gestionar el sistema de relaciones internacionales". Todo ello se hace aún más gravoso por el uso de "tecnologías híbridas", que hacen cada vez más difícil reconocer las amenazas reales y la verdadera naturaleza de las violaciones de la soberanía nacional. Para Tokaev, sin ignorar estas amenazas y llamando a "mantener en línea las diversas tácticas y estrategias de la alianza", no es necesario hacer sonar constantemente las alarmas, incluso cuando existen problemas.

Después de todo, señaló el Presidente kazajo, "las amenazas siempre han existido, es la naturaleza misma de la comunidad internacional", pero los constantes llamamientos en este sentido "extienden la ilusión de que tenemos miedo de algo o de alguien", creando falsas interpretaciones. Como señaló el politólogo kazajo Gaziz Abišev, "estas palabras no sólo significan un freno a la agresión de Tasmagambetov, sino que son una clara señal para todos los demás miembros de la organización, y especialmente para el Kremlin".

En realidad, el secretario no es más que el portavoz de los jefes de Estado y de sus aparatos de seguridad, y aquí domina Rusia junto con Bielorrusia, "un poco como el secretario de la OTAN refleja principalmente la posición de Washington", señala Abišev. Precisamente la invasión de Ucrania fue justificada por Putin y Lukašenko como "defensa contra las amenazas a la seguridad" de los dos países vecinos de Ucrania.

Otro experto en política internacional, el historiador kazajo Danijar Ašimbaev, también coincide con esta apreciación, viendo en la escalada de "preocupación por la respuesta a las amenazas" una estrategia destinada más bien a "dar peso al propio Csto, que quiere ser más incisivo de lo que realmente es capaz de expresar". La alianza euroasiática existe formalmente desde hace muchos años (se fundó en 1992, casi inmediatamente después del final de la URSS), pero nunca ha intervenido realmente para resolver crisis, y la única acción demostrativa que se recuerda es la de enero de 2022 en Kazajistán para reprimir disturbios callejeros, poco antes del comienzo de la invasión de Ucrania.

Como señala Ašimbaev, "las palabras de Tokaev reflejan la tradicional postura pacificadora de nuestro país", que no quiere entrar en conflicto con nadie y, por tanto, "quiere evitar que el Csto se convierta en un instrumento de conflicto global", convirtiéndose en una fuerza político-militar dirigida contra algún enemigo declarado. Tasmagambetov también intentó "encubrir" a Moscú en el actual desacuerdo con Armenia negando su salida formal de la Csto: "mantenemos el contacto con ellos, y les informaremos oficialmente de los resultados de la reunión", declaró el secretario.

Armenia sigue básicamente el modelo de la actual Georgia, moderadamente prorrusa y prooccidental al mismo tiempo, concluyó Ašimbaev, "intentando sacar el máximo partido de ambas direcciones". En realidad, todos los miembros de la Csto persiguen ante todo sus propios intereses nacionales, y los escenarios futuros pueden cambiar de forma inesperada e impredecible.