Creciente presión del exterior sobre las elecciones kazajas

de Vladimir Rozanskij

Especialmente de Rusia y Estados Unidos. Es poco probable que surja una verdadera oposición parlamentaria. Moscú reclama derechos sobre las regiones de habla rusa en el norte de Kazajistán. La hostilidad étnica en realidad favorece la estabilidad de Tokaev en el poder.

Moscú (AsiaNews)- Cuando faltan pocos días para las elecciones generales y administrativas en Kazajistán, muchos todavía esperan que surja en Astaná una verdadera oposición parlamentaria que sea capaz de abrir una nueva etapa democrática en la vida del país centroasiático. Al mismo tiempo, los medios internacionales observan una fuerte presión de Moscú, que interviene hasta el punto de "alimentar el odio hacia los kazajos en la población de etnia rusa", como afirma el politólogo Akhas Tazhutov en Eurasia Review.

El Kremlin financia muchas publicaciones que luchan contra el nacionalismo kazajo, aunque durante la reciente visita del secretario de Estado estadounidense Antony Blinken a Kazajistán, el canciller kazajo Tleuberdi aseguró que "no percibimos ningún riesgo por parte de Rusia en este momento; nuestro país continúa con su política exterior multivectorial”.

Tazhutov hace notar que la prensa rusa también se ha hecho eco de estas afirmaciones, interpretándolas como una señal de "pleno apoyo kazajo a la política de Moscú" y una advertencia a EE. UU. para que no interfieran en los asuntos de Astaná.

No es casualidad, observa el politólogo, que tanto los representantes estadounidenses como chinos, cuando van a Kazajistán, subrayan la "defensa de la integridad territorial", evidentemente en peligro por las tensiones con Rusia, que no escatima continuos "ataques informativos y reivindicaciones territoriales, aderezados con tergiversaciones de la historia”.

Zhukov cita una publicación reciente del lingüista ruso Aleksandr Grishenko, de la Universidad de Moscú, que básicamente quiere recordar a los rusos étnicos y a otros pueblos de los estados postsoviéticos cuán negativamente se consideraba a los kazajos en los tiempos antiguos de las migraciones y conflictos entre grupos étnicos euroasiáticos, y por lo tanto, hasta qué punto todavía se lo debe considerar un pueblo peligroso.

Recientemente se publicó un artículo en la revista Ural Week con voces rusas de las regiones del norte de Kazajistán, según las cuales las zonas de Uralsk, Petropavlovsk y Pavlodar "deberían ser devueltas a Rusia", y no deberían dejarse en manos de los "simios kazajos".

Las expresiones de hostilidad étnica en realidad favorecen la estabilidad de Tokaev en el poder, para no dejar espacio a las divisiones en momentos tan controvertidos. Sin embargo, los opositores esperan crecer mucho más que antes, cuando solo se concedían migajas a los partidos "marginales".

El activista humanitario Sergej Duvanov cree que las autoridades tienen un plan para limitar aún más la influencia de los partidos no gubernamentales, aprovechando los complejos cálculos de los escaños uninominales. En su opinión, "pese a cierta euforia de estos días, los resultados electorales demostrarán que nada ha cambiado en el ámbito político desde los tiempos de Nazarbayev".

The Diplomat señala las limitaciones para el acceso a Internet, lo que sitúa a Kazajistán, junto con Turkmenistán, como el país menos "conectado" del mundo. Según los periodistas independientes Rustam Mukhametov y Dana Buralkieva, el uso de la web en estos países es muy distinto para los negocios que para la sociedad", y depende mucho del valor que las élites le asignan a las conexiones de internet en política y en economía.

La red de internet está limitada y bloqueada sobre todo en las regiones y ciudades donde se producen protestas populares, como ocurrió en Zhanaozen en 2011, en las marchas contra la devaluación de 2014 en varias ciudades, y los pogromos de 2020 en la región de Kordajsk entre kazajos y dunganos.

En la reunión de gobierno del 13 de marzo, Tokaev insistió en que "no se permitirán acciones desestabilizadoras, haremos todo lo posible para evitarlas y no dejaremos espacio para aquellos que difunden el odio dentro y fuera de Kazajistán".