Corte suprema absuelve a 3.700 imputados en las masacres de Kandhamal. Mons. Barwa: Es una injusticia

En 2008 los radicales hindúes han matado a más de 100 cristianos, culpados de homicidios de un gurú asesinado por los maoístas. Sobre los 6.600 arrestos, sólo 79 procesos llegaron a una condena. En 2020-2021 la Iglesia local hospedará la Plenaria del Sínodo latino. “Llevaremos a los obispos a los lugares de los estragos. Será un momento de bendición para nuestro pueblo, para reforzar la fe y la valentía”.

Nueva Delhi (AsiaNews) – La Corte suprema de India absolvió a más de 3.700 imputados de la acusación de “violencia sectaria” por las masacres de los cristianos sucedidos en el distrito de Kandhamal, en Orissa, en 2008. A AsiaNews, Mons. John Barwa, arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, expresa una “gran tristeza”. Él afirma: “No se hizo justicia. Siempre hemos esperado y rezado por la justicia, para que los criminales fuesen castigados y a aquellos que sufrieron pudiesen obtener una recompensa”.

El obispo recibió de su predecesor, Mons. Raphael Cheenath, el testigo del heraldo de los cristianos víctimas de las violencias de los radicales hindúes. Las masacres iniciaron para castigar a la comunidad cristiana del presunto asesinato del swami Laxamananda Saraswati, si bien el homicidio fue reivindicado por los maoístas. “Estamos profundamente insatisfechos- reafirma el prelado-. Habíamos pedido a los jueces evaluar con la máxima atención los casos evitar lo que después se verificó: la absolución de los imputados. Estamos muy tristes. Presentaremos nuevamente las peticiones para tener justicia”.

La decisión del supremo órgano judicial fue difundida el 25 de enero, junto a los datos del gobierno local sobre el estado de las investigaciones sobre una de las páginas oscuras de la historia india. En total, al menos 6.594 personas fueron arrestados o se rindieron. El departamento de Interior de Orissa registró 827 episodios de violencia religiosa en el distrito de Khandamal, relativos a 512 casos. Otros 342 procedimientos fueron anulados y 79 terminados con la condena de los imputados. Y ademés: 263 procesos han llevado a la absolución; otros 170 están aún pendientes en espera de juicio.

El gobierno estatal sometió a la Corte también casos admitidos gracias a la denuncia de las víctimas. Mons. Barwa había pedido a los jueces supremos ordenar a la administración local la creación de un equipo de investigación especial (Special Investigation Team, SIT) justo para estos procedimientos, para los cuales no se “encontró el delito o no era posible identificar a los transgresores”.

Los números de la Iglesia reportan un balance muy pesado para la comunidad cristiana de

Kandhamal: 120 muertos; casi 56 mil fieles obligados a escapar; 8 mil casas incendiadas o saqueadas en 415 pueblos; 300 iglesias demolidas; 40 mujeres violadas (entre las cuales sor Meena Barwa, sobrina del actual arzobispo John Barwa); 12 mil niños evacuados y obligados a interrumpir los estudios.

Mons. Barwa declara: “No renunciaré jamás de luchar por mi pueblo, hasta cuando también el último de los cristianos haya obtenido justicia. Rezo y agradezco a todos aquellos que nos ayudan y que mantienen la atención sobre nosotros”. Entre los esfuerzos de la Iglesia local, está la liberación bajo caución de los 7 cristianos acusados del homicidio del gurú hindú, liberados después de 11 años. Por el momento, cuenta, “no tuve todavía la posibilidad de encontrarlos porque cada vez que fui a Kandhamal tenía programas muy apretados. La próxima ocasión será en febrero y ya hemos fijado un encuentro con las familias. De todos modos, estoy en contacto con ellos y sé que están bien. Estoy muy felices por ellos y al mismo tiempo triste: ¿cómo es posible que hayan debido transcurrir tantos años en prisión?”.

En 2020-2021, anticipa el arzobispo, “la Iglesia de Orissa hospedará la Plenaria del Sínodo latino de la Conferencia episcopal india (uno de los ritos de la Iglesia junto a aquel siro-malabar, ndr). Espro ya rezo para que sea un tiempo de bendición para todos nosotros. Será una gran ocasión para que llevemos a los obispos a los lugares de los estragos. Estoy seguro que será un momento de bendición para nuestro pueblo, para reforzar la fe y la valentía”. (A.C.F.)