Corte Penal Internacional: Orden de arresto contra los talibanes, cada vez más divididos entre ellos

El fiscal general acusó al líder supremo del Emirato Islámico, Haibatullah Akhundzada, y al juez Abdul Hakim Haqqani de ser responsables de la persecución de mujeres y niñas afganas. Sin embargo, en los últimos días un funcionario de alto rango había pedido que se reabrieran las escuelas para las mujeres. Una señal que, sumada a otras críticas, muestra un liderazgo poco compacto.

Kabul (AsiaNews) – El fiscal general de la Corte Penal Internacional pidió una orden de arresto contra el líder supremo de los talibanes y el juez principal del Emirato Islámico, ambos acusados de perseguir a las niñas y mujeres afganas. En la nota del magistrado Karim Khan se afirma que Haibatullah Akhundzada y Abdul Hakim Haqqani son “penalmente responsables del crimen contra la humanidad de persecución por motivos de género” y ahora corresponderá a los tres jueces del tribunal internacional decidir si efectivamente se emite la orden de arresto en los próximos meses, como ha sucedido hasta ahora con el presidente ruso Vladimir Putin y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

Esta mañana Akhundzada afirmó que la investigación del Tribunal era "injusta, motivada políticamente" y que demuestra un doble rasero, porque no investigó los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas extranjeras en Afganistán durante los últimos 20 años de guerra.

Sin embargo, en los últimos días el viceministro de Relaciones Exteriores había exhortado a los líderes del Emirato Islámico a eliminar las prohibiciones que limitan el acceso a la educación femenina en Afganistán. Desde que regresaron al poder en agosto de 2021, los talibanes han abolido la educación superior para las jóvenes y recientemente también han cerrado los institutos de formación profesional sanitaria, la única opción que les quedaba a las mujeres para cursar estudios universitarios. “Hacemos un nuevo llamado a las autoridades para que abran las puertas de la educación”, dijo Stanikzai el fin de semana pasado en un evento público cubierto por Tolo News. “Estamos cometiendo una injusticia contra 20 millones de personas en una población de 40 millones, privándolas de todos sus derechos. “Eso no está en la ley islámica, sino en nuestra decisión personal”.

Stanikzai ya había hecho declaraciones similares en 2022 y 2023, pero, según los expertos, esta es la primera vez que un alto funcionario se dirige directamente a Haibatullah Akhundzada, que representa el ala intransigente del movimiento talibán. El analista Tameem Bahiss explicó que las críticas de Stanikzai apuntan al enfoque actual del gobierno implementado por el líder supremo; el alto funcionario puso el acento en el "respeto a la voluntad del pueblo", subrayando que sobre las cuestiones más importantes "se deberían realizar consultas" que involucren "al consejo directivo de los talibanes", llamado la “shura”. Según Bahiss, la decisión de prohibir que las niñas asistan a la escuela fue impuesta por Akhundzada sin consultar a otros jefes talibanes.

Los comentarios de Stanikzai también parecen confirmar que existen divisiones y rivalidades dentro de la dirigencia de los talibanes y en particular entre la autoridad religiosa de Akhundzada y la red Haqqani, que representa en cambio a la facción moderada y pragmática. Se trata de un grupo cercano a Al Qaeda que ha sido responsable de algunos de los ataques terroristas más violentos durante las décadas de guerra que han caracterizado la historia reciente de Afganistán.

Ya se habían observado señales de tensión en diciembre después del asesinato del ministro para los Refugiados, Khalil Rahman Haqqani, por parte del Estado Islámico de la Provincia de Khorasan (ISKP). Akhundzada se negó después a nombrar a Ahmad Haqqani, el hijo mayor del alto funcionario asesinado, como nuevo ministro, y desde entonces el puesto se encuentra vacante. En el mismo período el líder supremo de los talibanes había convocado a los comandantes talibanes, invitándolos a ir a Kandahar (el centro del poder religioso) en vez de a Kabul, la capital, donde tiene su base el círculo de los Haqqani, encabezado por Sirajuddin, hijo del fundador de la red, Jalaluddin Haqqani, y actual ministro del Interior talibán.

Según el diario local Hasht-e Subh, Akhundzada convocó a los líderes después de que éstos comunicaron algunas quejas sobre el gobierno a Sirajuddin Haqqani, quien a principios de diciembre había señalado cierta insatisfacción afirmando, en una ceremonia de graduación en una escuela islámica, que "la religión no debería ser presentada de una manera que sugiera que me pertenece sólo a mí, excluyendo a los demás”. Esas declaraciones fueron interpretadas como críticas veladas a Akhundzada, que ostenta el título de “comandante de los creyentes” según el modelo de los primeros califas musulmanes.

Recientemente, la agencia de noticias local Amu informó sobre un viaje de Sirajuddin Haqqani a los Emiratos Árabes Unidos, donde se reunió con el presidente Mohamed bin Zayed Al Nahyan. Algunos estudiosos consideran que el país del Golfo podría desempeñar un papel mediador entre el Afganistán talibán y varios otros países, entre ellos Pakistán, con los que continúan las tensiones a lo largo de la frontera debido a la presencia de grupos armados, o con Estados Unidos, con el que recientemente hubo un intercambio de prisioneros, pero con la mediación de Qatar. Sin embargo, no se puede descartar que la visita a los Emiratos también pueda ser parte de los intentos de superar las divisiones entre Haqqani y Akhundzada.