Coronavirus: cientos de infectados en las prisiones chinas

Las prisiones más afectadas están en Hubei, Shandong y Zhejiang. El gobierno central es autocrítico, mientras que docenas de funcionarios son removidos. Los espacios estrechos favorecen la propagación. Familias de presos: propagación del virus debido al hacinamiento y la falta de higiene.

Beijing (AsiaNews/Agencias) - Según las autoridades sanitarias chinas, 555 presos en las cárceles de las provincias centrales y orientales del país han sido infectados por el coronavirus de Wuhan (Covid-19), que hasta ahora ha matado a más de 2700 personas e infectado a más de 78 mil.

La más afectada es la prisión de mujeres de Wuhan (Hubei), en la que se registran 230 casos, seguida de la prisión de Rencheng (Shandong) con 207 enfermos. Unos treinta son los que se reportan en la prisión de Shilifeng (Zhejiang). El problema se refiere también a otros centros penitenciarios, como los centros de detención "administrativa" y los centros de rehabilitación y desintoxicación obligatorios.

En todas las prisiones afectadas, hay también varios guardias de prisión entre los infectados. Decenas de altos funcionarios del Partido en las prisiones afectadas por la epidemia han sido retirados o puestos bajo investigación. Su culpa es que no previnieron la infección de manera efectiva.

Pero Xiong Xuanguo, Viceministro de Justicia, hizo una autocrítica, afirmando que la propagación de la infección pulmonar en las prisiones pone de manifiesto los defectos y deficiencias del sistema penitenciario nacional. Guo Shengkun, jefe de la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos del Partido Comunista, dijo que los funcionarios de prisiones deben tomar medidas de "guerra" para evitar la propagación de la infección pulmonar en sus instituciones.

Los líderes del partido en Hubei han asignado sólo 385.000 yuanes (unos 50.000 euros) para contener la amenaza en 30 prisiones de la provincia. Las autoridades del gobierno central prometieron más medidas para hacer frente a la crisis de las prisiones.

El confinamiento en espacios restringidos favorece la propagación del virus. Los prisioneros suelen entrar en contacto durante las horas de aire, o en talleres donde hacen un mal trabajo. Las familias de los presos, en particular los activistas políticos y los disidentes, afirman que la propagación del virus se debe en gran medida a las malas condiciones de vida en las cárceles: el hacinamiento (20-30 personas hacinadas en una celda con un máximo de 15 camas) y la mala higiene.