Corea, los habitantes de Jeju escriben al Papa: Ven a vernos, ayuda a la paz
Cheju (AsiaNews)- La visita del Papa Francisca Corea podría tocar también la isla de Jeju, teatro de hace diversos años de una tirantez entre la población local y el gobierno. Los isleños no quieren que se construya allí una base de la Marina militar, vista como una amenaza para la paz, proyectada con fines americanos; el ejecutivo considera, en cambio al proyecto como "fundamental" para la seguridad nacional. No obstante por ahora no esté en el programa, una visita del pontífice, podría ayudar a calmar la situación.
La población eligió internet para llevar adelante este propósito, y lanzó un sito-www.pope2jeju.org- del cual es posible enviar correos electrónicos a Francisco para pedirle que visite la isla y explicar el porqué es importante su presencia en ese lugar. Según mons. Pietro Kang U-il, presidente de la Conferencia episcopal y obispo de Cheju- diócesis que comprende también a la isla- "esta iniciativa representa una "aclamación de los pobres", pero no podemos pedir demasiado al Papa. Su visita comprende ya muchas etapas importantes para todos nosotros. Obviamente si decidirá venir, será bienvenido".
"Santo Padre- escribe Yoon Sanh-hjo- aquí cada día de los últimos 7 años es como una guerra. Le ruego, ayude a este hombre anciano a ver a su pueblo nuevamente bello y pacífico. Por favor, visite Gangjeong y apreté las manos de los que hace mucho esperan justicia". Lucía Kang Yu-jin, agrega: "El proyecto de la base naval llevó a tanta gente a la prisión y nos obligaron a pagar multas. Yo no espero que con su visita estas injusticias desaparezcan: espero solo que el mundo pueda conocer la batalla por la paz de Gangjeong".
En esta isla, que se encuentra en la parte sur del País, el gobierno sud-corean tiene intención de construir una base para los marines nacionales y para los estadounidenses. El plan fue anunciado por la primera vez en 1993, durante la presidencia de Kim Young.sam. En 2007, el gobierno eligió el pueblo de Gangjeong como lugar para la construcción. El jefe del pueblo, Yoon Tae-jun, dio su consentimiento el 24 de abril de 2007: dos días después, "una votación general" a la cual participan sólo 87 habitantes sobre 1000 que tienen derecho al voto confirma la elección.
Desde entonces inició una tirantez entre la población local y el gobierno. Una serie de "misas por la paz", cadenas humanas, activistas encadenados y otras protestas populares han tratado de atrasar la construcción de la base, que todavía parece continuar. Dos sacerdotes ya fueron encarcelados en 2011 por sus apoyo a la protesta, y fueron liberado después de un largo período de detención. Un laico, en cambio, está todavía en la cárcel, pero será liberado dentro de 3 semanas. En el pueblo viven un sacerdote jesuita y un hermano laico, siempre jesuita, que cuidan a la comunidad católica.
Como recordó el obispo Kang: "Esta debe ser una tierra de paz, sobre todo a la luz de los incidentes del 3 de abril. Llevar aún más militares a este lugar significa cancelar todo sentido hacia quien sacrificó con su muerte por la libertad". La referencia del prelado es la masacre iniciada en Jeju el 3 de abril de 1947 hasta 1954, cuando Corea del Sur fue dividida entre la dictadura militar y la presencia de EEUU, en la isla murieron miles de personas que eran parte de los grupos armados contrarios al gobierno sanguinario de Seúl. Gracias también a la guía de la Iglesia, la dictadura fue derrotada y Jeju se convirtió en un símbolo de la resistencia.
La isla, en estrecho de Corea, es gobernada por un gobierno provincial autónomo. Es famosa por su naturaleza incontaminada y por sus espléndidos paisajes. Los demostrantes se oponen a la construcción de la base naval también para salvaguardar su ecología y el turismo. El gobierno afirma en vez, que la nueva base naval, que costará 970 millones de dólares Usa, es necesaria para la seguridad nacional. Según la población, esa es en vez un punto avanzado por los EEUU para tener bajo presión a China y Corea del Norte.