Coptos decapitados en Libia: el calvario de las familias, el dolor de los musulmanes
El Cairo (AsiaNews) - La noticia de la decapitación de 21 jóvenes coptos
egipcios por el Estado Islámico (EI) en Libia hunde aún hoy a Egipto en el
dolor y el luto. Las familias de los muertos permanecen postrados en un
sufrimiento, incluso físico, confortados por la participación de sus
comunidades en la oración. Incluso muchos musulmanes participan en el dolor.
Los trágicos acontecimientos del secuestro y ejecución de los jóvenes egipcios
está haciendo más unida a la nación. Amr 'Abel al-Raziq, ex juez, dijo que la
población está unida y apoya al ejército en las operaciones militares contra
las bases de "asesinos bárbaros" en Libia.
En general, todo el mundo está sorprendido por los informes de Tivu Al Jazeera,
que establece que la redada contra los egipcios por parte del EI han causado
muchas víctimas entre los civiles. Pero estoy acostumbrado a la parcialidad con
la que la televisión qatarí muestra a Egipto. El país se alegra de que el
embajador de Qatar fuera llamado por su gobierno, aunque se sospecha que él
estaba fuera del país por más de un mes, tal vez por vacaciones.
El sentimiento más común es de orgullo unido al dolor de los familiares de las
víctimas. Orgullo porque los 21 egipcios han enfrentado a la muerte con
valentía, como muchos mártires egipcios han hecho en la historia desde la época
de los faraones, a Diocleciano, a los mamelucos crueles, las diversas potencias
que ocuparon Egipto durante siglos.
Cada egipcio, y especialmente los coptos, tienen un sentido del martirio
profundamente arraigado, así como una profunda religiosidad vivida por miles de
años. Esto es aún más evidente en el Alto Egipto - de dónde vienen los muertos
- y en las zonas rurales, donde los cristianos han tenido que hacer frente a
muchos problemas en las últimas décadas.
El calvario de los familiares de las víctimas se inició hace varias semanas,
cuando se publicaron las fotos de sus seres queridos que llevan el mono naranja
de personas condenadas a muerte. Habían ido a gritar su dolor frente a la
oficina del sindicato de periodistas y en frente de la Catedral Copta de
San Marcos: "Queremos a nuestros hijos, vivos o muertos".
Hace unos días, Nader Shukry, uno de los familiares, dijo: "El problema
comenzó el pasado 31 de diciembre, cuando siete egipcios fueron secuestrados
cuando intentaban regresar a Egipto El 3 de enero otros 13 egipcios fueron
secuestrados. El pasado 5 de agosto, otros coptos egipcios fueron secuestrados
en Libia. El Ministerio de Relaciones Exteriores sólo fue capaz de ponerse en
contacto con los líderes de las tribus libias. Shurkry recuerda que entonces
los representantes de los familiares habían rehusado encontrarse con el primer
ministro, ni con el ministro de Relaciones Exteriores ni con el gobernador de
Minya.
Bedewy Samouil e Ibrahim 'Ayyad, hermanos de una víctima, dicen todas las
familias han vivido un infierno durante al menos dos meses; lo mismo es para
Mushrif Fawzy, padre de una de las víctimas. Todos ellos incluso han pedido la
intervención de la ONU.
El p. Sadrac Ghaly, abad de la diócesis de Samallut, el área
de la cual eran las víctimas (Egipto Medio, la provincia de Minya), ha seguido
constantemente la situación; el obispo católico de Minya, Mons. Botros Fahim
propuso días de oración y ayuno tiempo antes de saber de la masacre de los
rehenes.
Stephanos Daoud, de 60 años, y su esposa, aún lloran por sus dos hijos, Bishoi,
25 años y Samouil, 22, dos hermanos que parecían casi gemelos, y que nunca querían
separarse. El padre y la madre nunca llegaron a El Cairo. Han permanecido en su
pueblo. Su hijo mayor, Bashir, fue a El Cairo para buscar información y apoyo,
pero tuvo que resignarse a su impotencia en la protección de sus "dos
hermanos inseparables, que ni siquiera la muerte pudo dividir".
A partir del 16 de febrero, cuando se difundió la noticia de la decapitación
del grupo, el llanto, lamentos, críticas, gemidos y gritos se han levantado en
los pueblos, en Samallout, en Minya, en El Cairo y en todo Egipto. Muchas
familias de las víctimas, al escuchar la noticia, se desmayaron. En la aldea de
Al-'Our (cercana a Samallout, de donde proviene la mayor parte de los muertos),
las madres y esposas han sufrido un shock profundo. Nessim Gabaly, un aldeano,
dijo que Sameh Salah Farouq, ahora viuda, se desmayó y estaba sosteniendo a su
pequeño de un año, que se convirtió en un huérfano.
Un gran número de personas fueron trasladadas a hospitales en Samallout debido
a problemas de presión o sufrieron heridas después de sus caídas o desmayos.
Stephanos Daoud espera recibir los cuerpos de sus dos hijos, para darles un
entierro digno. Todas las demás familias tienen la misma esperanza, pero tal
vez en vano, ya que la milicia ha tirado al mar los cuerpos de los muertos.
Teresa 'Ateyyât Shehata, de 60 años, madre de la víctima Shukry Youssef Younan,
dijo que su hijo estaba a punto de casarse y con su trabajo sostenía a sus dos
hermanas. En Matay, al norte de Samallout, Mounir 'Adly Saad se desmayó al
conocer la noticia de la muerte de su hijo Gaber.
Amba Paphnutios, obispo copto ortodoxo de Samallout ha decidido organizar misas
y oraciones por las víctimas; los vecinos han levantado tiendas de campaña en
el pueblo para recibir a los visitantes y recibir condolencias.
Estos son los nombres de las 21 víctimas:
- Louqâ Nagati Anis 'Abdou, de 27 años, casado, con un hijo de nueve meses;
- 'Essam Baddâr Samir Is'haq, soltero, ambos de la aldea de al-Gabaly;
- Sâmeh Salah Farouq, casado, un hijo, del pueblo de Manqariûs;
- 'Ezzat Boshra Nassif, casado, con un hijo de 4 años, del pueblo de Dafash;
- Gâber Mounîr 'Adly Saad, soltero, de
la aldea de Menbâl;
- Mina Shehâta 'Awad, de la aldea de Al-Farouqeyya.
Desde el pueblo de Al-'Our:
- Hâny 'Abdal-Massîh Salîb, casado; tres hijas y un hijo;
- Guergues Milâd Sanyût, soltero;
- Tawadraus Youssef Tawadraus, casado, con tres niños de 7 a 13 años;
- Kyrillos Boschra Fawzy, soltero;
- Mâgued Solimân Shehata, soltero, dos hijas y un hijo
- Mîna Fâyez 'Azîz, soltero;
- Samouil Alham Wilson, casado, con tres hijos de 6,4 y 2 años;
- Bishoï Stephanos Kâmel, soltero;
- Samouil Stephanos Kâmel, hermano Bishoi, soltero;
- Malâk Abrâm Sanyût, casado, tres hijos;
- Milâd Makîn Zaky, casado, una hija;
- Abânûb 'Ayyâd 'Ateyya Shehâta, soltero;
- Guergues Samîr Megally Zâkher, soltero;
- Youssef Shukry Younân, soltero;
- Malâk Farag Ibrâhîm, casado, una niña.
(Fin de la primera parte).
16/02/2015
12/10/2017 16:09