Coordinación de obispos: Jerusalén es patrimonio común, no monopolio exclusivo

Los obispos de Europa, América y Sudáfrica miembros de la Holy Land Coordination reiteraron que la ciudad santa es "judía, cristiana y musulmana". Corresponde a los cristianos preservar y potenciar su "apertura y universalidad". El encuentro con los familiares de la periodista cristiana palestina asesinada. El deseo de que se reanuden las peregrinaciones, un recurso fundamental.

Jerusalén (AsiaNews) - Jerusalén es una ciudad "judía, cristiana y musulmana" y debe seguir siendo "patrimonio común" y no "monopolio exclusivo" de una sola religión. Con un recordatorio de la identidad múltiple de la Ciudad Santa, los obispos europeos, americanos y sudafricanos de la Holy Land Coordination (CLH) inician el documento final al concluir la peregrinación anual que se llevó a cabo del 21 al 26 de mayo. Fue una oportunidad para recordar la importancia de la solidaridad con las comunidades cristianas locales siguiendo el lema de las 4P (plegaria, peregrinación, presión, presencia) y para expresar cercanía a la familia de Shireen Abu-Akleh, la periodista cristiana palestina asesinada el 11 de mayo en Yenín.

Adhiriendo al mensaje del Patriarca Pizzaballa, los obispos añaden que "es nuestro derecho y deber como cristianos apoyar su apertura y universalidad". El grupo de "Coordinación" se formó en Jerusalén a pedido de la Santa Sede en octubre de 1998. En la visita de este año, encabezada por el obispo y presidente del CLH Declan Lang, participaron obispos del Reino Unido, Alemania, Suiza e Irlanda con la consigna "Jerusalén, lugar del alma - Una madre que nos educa y nos hace crecer".

"La comunidad cristiana -señalaron los obispos de la Coordinación- es esencial para la identidad de Jerusalén, tanto hoy como en el futuro. Sin embargo, su presencia se ve constantemente amenazada por la ocupación y la injusticia" que los propios prelados han podido comprobar en el testimonio "de personas que hemos encontrado", víctimas de "la violencia y la intimidación" de los colonos, "las restricciones a la libertad" y "la división de las familias".

Uno de los momentos más significativos de las jornadas en Tierra Santa fue el encuentro con los familiares de la periodista palestina asesinada, con toda probabilidad, por las balas del ejército israelí durante los enfrentamientos armados con palestinos en Yenín. La visita fue muy valorada por la familia, como señaló su hermano Anton Abu Akleh, quien habló sobre la importancia de la "cercanía" de las Iglesias "en este trágico momento". Shireen, añadió, era una "mujer generosa y humilde, que desempeñaba su profesión con una gran capacidad" y de esta tragedia "seguramente saldrá algo bueno".

En el comunicado final los prelados afirman que comparten la "preocupación" que manifiesta la comunidad cristiana debido a las "restricciones unilaterales" e injustificadas impuestas por la policía israelí durante las recientes celebraciones de Semana Santa. Y hablan de un "ataque vergonzoso" contra los asistentes al funeral de la periodista, una página oscura que también provocó una reacción muy dura de los principales referentes cristianos de Tierra Santa.

Constatan también la pobreza agravada por dos años de restricciones a causa de la pandemia de Covid-19, relacionada también y sobre todo con la falta de peregrinos y de turismo religioso, que representa un recurso fundamental para los cristianos de la región (el 30% trabaja o está vinculado de diversas maneras al sector del turismo y la hostelería). Algunas familias, explican, se han visto obligadas a "luchar para costear la vivienda, los alimentos u otros bienes esenciales".

A pesar de estas enormes dificultades, también hay signos de esperanza que provienen de asociaciones y organismos cristianos que trabajan a favor de los más necesitados y en la sociedad, incluyendo a los jóvenes que, a pesar de los "abusos cotidianos", quieren quedarse para construir el futuro. Por último, los obispos subrayan la importancia del regreso de los peregrinos e invitan a apoyar a los cristianos de Jerusalén y Tierra Santa y el valor de la ciudad santa que, como afirma el mismo Papa Francisco, "va más allá de cualquier consideración sobre cuestiones territoriales".