Continúan las vigilias alrededor de la iglesia de Changzhi en riesgo de expropiación y demolición (video)
El obispo, Mons. Ding denuncia el revés del gobierno local y las palizas de ayer. Matones, policías y soldados han tomado por asalto a los fieles. “¡Maten primero a los curas!” Destruidos varios autos de católicos. El triste ligamen con los diálogos China-Vaticano.
Changzhi (AsiaNews)- No se aplaca la tensión alrededor de la iglesia de Wangcun Changzhi), en riesg de expropiación del terreno y la demolición, después de los enfrentamientos de ayer y el bloqueo (temporáneo) de las topadoras.
Durante toda la noche centenares de fieles de la diócesis permanecieron en vigilia al aire libre, cantando y rezando el rosario para prevenir cualquier accionar nocturno. Con los fieles había también 5 o 6 curas. Los otros, que habían participado al sit-in de ayer - algunos de ellos resultaron heridos - fueron hospedados en el centro diocesano en la ciudad. Muchos de ellos tienen parroquias lejanas y decidieron permanecer en Changzhi para exigir el respeto de sus derechos.
Esta mañana, celebrando la misa, en la homilía el obispo de Changzhi. Mons. Pietro Ding Lingbin pidió justicia y denunció el revés del gobierno local, que hace 10 años había devuelto a la diócesis la iglesia y el terreno alrededor y ahora quiere expropiar para “construir una plaza”. Él también recordó las violencias de las cuales fueron víctimas algunos sacerdotes y fieles.
La historia de la iglesia de Wangcun, un monumento de casi 100 años y del terreno que está alrededor data de hace mucho tiempo. El edificio sagrado y los terrenos fueron confiscados en tiempos de Mao. Según una ley aprobada por Deng Xiaoping en los años 80, ellos habrían debido volver a sus legítimos dueños. Pero no se hizo nada hasta el año 2012, cuando el gobierno local firmó un documento para el retorno de las propiedades.
Hace pocos meses, el mismo gobierno, decretó que los terrenos alrededor de la iglesia fuesen confiscados para construir una plaza (v. foto 2). De tal modo -explican los fieles- la iglesia no tendrá ningún espacio para realizar sus actividades y existe el riesgo que antes y después también el edificio sagrado sea confiscado y destruido.
Ayer el gobierno quería iniciar la demolición, destruyendo el muro perimetral alrededor de la iglesia. Por esto el gobierno había traído varias topadoras. Junto a los obreros, había también llamado a reunirse a algunos cuadros del Partido, matones, policías y soldados: en total unas 400 personas.
Al lugar llegaron también un millar de fieles (los medios locales dijeron que eran sólo “una decena”) y decenas de sacerdotes con sus albas y estolas.
A la orden de las autoridades los matones han comenzado a pegar a los fieles y a los sacerdotes (v. video). Algunos malvivientes gritaban: “¡Primero maten a los curas!”. La paliza fue adelante por horas y los matones destruyeron diversos automóviles de los fieles. Mientras tanto, para evitar que otros católicos llegasen al lugar, fueron bloqueadas todas las rutas de acceso a la zona.
“Algunos de los criminales y algunos fieles sangrantes -dice uno de los testigos- están aún en la comisaría de la policía”.
Durante los enfrentamientos, Mons. Ding mantenía frenéticos dialogos con el Comité del partido y las autoridades del gobierno local, pidiéndoles detuvieran las violencias y resolver la cuestión. Para el obispo el hecho no es sólo una cuestión económica, sino de represión religiosa y de discriminación hacia los católicos y de abuso de los derechos humanos. También él pidió a las autoridades indemnizar a los sacerdotes y fieles víctimas de las palizas, pagar el valor de los automóviles destruidos, castigar a los criminales autores de las violencias.
Un sacerdote comenta: “¡Este episodio de represión y discriminación sucede mientras se dice que China y el Vaticano están dialogando!”
Otro subraya que cuánto sucede es una traición a las palabras del presidente Xi Jinping, que ve a las religiones como instrumento para edificar la nación. “Si el pueblo tiene fe., la nación tiene esperanza, el país tiene fuerza”
Según algunos, el nuevo proyecto urbano esconde un proyecto para utilizar el terreno para edificar. El área está a pocos quilómetros del aeropuerto de Changzhi y si fuese puesta en venta, traería ganancias de centenares de millones de yuan.
Para la Iglesia se trata de defender los espacios donde crear actividades caritativas y de evangelización.
“Las topadoras están detenidas-narra un sacerdote- pero aún siguen en el lugar. Y por ahora existe sólo la palabra del jefe del pueblo que hizo detener la demolición. Pero no existe ninguna palabra decisiva de parte de las autoridades más en alto”.
31/08/2017 16:38
29/08/2017 14:28
11/01/2019 13:03