En virtud de un acuerdo de 2014, pequeños contingentes estadounidenses se instalarán de forma rotativa en otros cuatro puestos avanzados. El objetivo es bloquear los avances chinos en el Mar de China Meridional y en el flanco sur de Taiwán. Sin embargo, es poco probable que Manila se posicione abiertamente en contra de Beijing.

Manila (AsiaNews) - Estados Unidos se aseguró el acceso a otras cuatro bases militares filipinas, un acuerdo que permite a Washington apuntalar su estrategia de contención de China en el mar de China Meridional y en el canal de Bashi, entre Taiwán y Filipinas.

El anuncio oficial se produjo hoy al término de una reunión en Manila entre el Presidente filipino, Ferdinand Marco Jr., y el Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin. Ninguna de las partes aclaró dónde se encuentran los cuatro puestos militares. Sin embargo, tres deberían estar en la isla de Luzón, frente al estrecho del mismo nombre que divide Filipinas de Taiwán: un punto estratégico en caso de conflicto entre Beijing y Taipei. Por su parte, la isla de Palawan debería acoger el cuarto.

Washington no tiene bases permanentes en territorio filipino desde principios de la década de 1990; sin embargo, gracias a un acuerdo de 1999, puede desplegar tropas para ejercicios militares. Según un acuerdo firmado por los dos aliados en 2014, las unidades estadounidenses pueden instalarse en bases militares filipinas de forma rotatoria, pudiendo acumular armas siempre que no sean nucleares. Hasta ahora, Manila les había garantizado el uso de cinco bases, un acuerdo cuestionado por la población.

Según el Pentágono, la ampliación de la presencia militar estadounidense en Filipinas permitirá un apoyo más rápido en caso de catástrofes humanitarias o climáticas, así como "responder a otros desafíos comunes": en este último caso, una referencia velada al ascenso geopolítico de China en la región.

Junto con Vietnam, Brunei, Malasia, Taiwán y, en parte, Indonesia, Filipinas se opone a las pretensiones territoriales de China en el Mar de China Meridional. Beijing lleva años militarizando algunas islas y arrecifes de coral del vasto espejo de agua. Para contener la expansión china, buques de guerra estadounidenses patrullan regularmente cerca de estos puestos militares, uno de los cuales se encuentra dentro de la zona económica exclusiva de Manila.

El acceso a las bases del norte de Filipinas permitirá a pequeños contingentes estadounidenses vigilar los movimientos navales de la Marina china en el estrecho de Luzón, al sur de Taiwán. Los analistas señalan que Washington querría desplegar misiles en la zona para bloquear el paso de los buques de guerra de Beijing en caso de crisis.

Sin embargo, existen dudas de que Marcos Jr quiera comprometerse abiertamente a contrarrestar el avance de China. Como todos los gobiernos del Sudeste Asiático, Manila busca un equilibrio entre las dos potencias: apunta a la fuerza militar estadounidense para equilibrar cualquier exceso chino, y le guiña el ojo a Beijing para obtener ventajas económicas.

El Ministerio de Asuntos Exteriores chino ya dijo que el nuevo acuerdo militar entre Estados Unidos y Filipinas debilitará la estabilidad regional y aumentará la tensión.

 

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