Consejo de las Iglesias de Oriente Medio, para que los cristianos no desaparezcan
Después de 10 años se vuelven a encontrar los representantes católicos, ortodoxos orientales sobre el tema: “Unidos en la misión y en la visión”. La advertencia de los patriarcas: “En Oriente, o estaremos unidos o no existiremos”. Hace un siglo los cristianos representaban el 25% de la población de Oriente Medio, ahora no son más que el 4%. Pero no hay que dejarse vencer por el miedo. Colaborar con los musulmanes no violentos para construir un Estado moderno basado en la ciudadanía y en la inclusión.
Beirut (AsiaNews)- El más grande servicio que se pueda rendir a los árabes es comprenderlos y ayudarlos a comprenderse a sí mismos. Hoy está en juego el destino de toda una civilización: una civilización que se busca, que trata de adaptarse a un siglo XXI que la invade por todos lados, desde el punto de vista político, económico, pro sobre todo cultural y que ella debe aceptar en modo selectivo protegiendo su preciosa fe en Dios que constituye su identidad, frente a un Occidente que ha construido su personalidad contemporánea sobre la racionalidad humana, la no pertenencia de Dios en los asuntos públicos, o sea “la muerte de Dios”.
Habiendo perdido el califato después de la Primera guerra mundial, con el derrumbe del imperio otomano, el islam árabe perdió las bases históricas de su esperanza escatológica. Es normal que este habría intentado volver a encontrarlas. Pero esta búsqueda multiforme permanecerá incumplida hasta que no se desarrolle un acercamiento crítico de las bases históricas de esta esperanza, consolidada y aprobada por una parte suficientemente ancha de la Umma (la comunidad islámica). A esto tienden las diversas fundaciones e instituciones árabe-islámicas como Al-Azhar, el centro Rey Abdallah para el diálogo intercultural y religiosos, la Fundación del pensamiento árabe, etc.
Ser un válido y aceptable interlocutor del islam en Oriente Medio significa enfrentar al islam en sus dos dimensiones, material y espiritual. Es necesario que el musulmán árabe perciba la empatía que los responsables de la Iglesia tienen por él y su civilización. Llevar Cristo a ellos en una caja de cartón que contenga arroz y azúcar, donde arriba está escrito “Caritas” es insuficiente. Aquello que acredita al cristiano junto al musulmán es lo que lo interpela en la parte más noble, la más alta en él: esta sed de abandono en Dios que lo habita y delante del cual se inclinaron los grandes buscadores de Dios como Louis Massignon, Charles de Foucauld, Jacques Berque o Youakim Moubarak.
Son estas algunas de las consideraciones propuestas por el Consejo de la Iglesias de Medio Oriente (CEMO), reunido bajo el tema: “Unidos en la misión y en la visión”, después de la apertura de la asamblea anual, totalmente insólita, el 8 de mayo pasado, en el convento Notre Dame du Puits, en Bqennaya. Insólita porque ella se realiza al final de un penoso vacío de una decena de años, que el CEMO atravesó y que este trata con coraje y valentía de superar, en búsqueda de un nuevo impulso.
Tomando la palabra al inicio, Souraya Bechealany, secretaria general del CENO y miembro de la familia católica del Consejo, que comprende a 4 (ortodoxa, evangélica, católica y ortodoxa oriental), recuerda a los presentes un mandato de la asamblea de los patriarcas de Oriente de inicios de los años 90: “En Oriente, nosotros o estaremos unidos o no existiremos”. En un eco a la intuición del p. Jean Corbon sobre la Iglesia de los Árabes, Bechealany recuerda a los miembros de la asamblea la importancia primordial del ecumenismo y de la unidad para una plena y entera eficacia del diálogo interreligioso y del testimonio cristiano.
La despoblación de los cristianos de Oriente
Después de la presentación, se hicieron tres ponencias de George Sabra, presidente de la Near East School of Theology (evangélica), del p. Gaby Hachem, profesor de la facultad di teología del Usek y director de la revista “Proche-Oriente chrètien”, y del ex ministro de Cultura, Tarek Mitri, director del instituto Issam Farès del AUB [American University of Beirut], todas sobre el tema “Reflexiones sobre la situación actual de los cristianos en Oriente Medio”. Las 3 intervenciones intentan delimitar, cada uno en su campo, las fronteras eclesiales, sociopolíticas y geopolíticas dentro de las cuales debería desarrollarse una acción significativa del CEMO:
George Sabra, en su presentación, muestra que del mandato profético citado por la señora Bechealany al inicio, sobre todo la segunda parte – “o no existiremos” – parece haberse realizado: Irak se despobló de unos tres cuartos cristianos; Siria está en el buen camino para que no suceda lo mismo y las condiciones económicas harán el resto. “¿Hay todavía lugar para los cristianos en Oriente Medio?”, se interroga el teólogo en una de aquellas preguntas retóricas que ya en sí contienen la respuesta. Pregunta pertinente, porque en un siglo los cristianos que representaban el 25% de la población en Oriente Medio, ahora no son más que un 4%.
En su discurso, Sabra recuerda la advertencia crepuscular de la obra de Jean-Pierre Valognesm: Vie et mort des chrétiens d’Orient (Vida y muerte de los cristianos de Oriente). Mons. Georges Saliba, obispo siro-ortodoxo de Beirut está en la sala-con otros obispos maronitas y ortodoxos-para confirmarlo en modo indirecto. Yendo al sentido de la obra citada, Mons. Saliba cree de hecho que los cristianos de Oriente, comprendidos aquellos en Líbano, tienen todavía uno o dos decenios para perder la masa crítica que permitiría a ellos pesar sobre las decisiones políticas.
Pero, no está atemorizado para nada por estos pronósticos, el profesor Sabra concluye su presentación afirmando que la misión cristiana no reposa en las cifras, sino sobre el testimonio que las Iglesias pueden ofrecer.
El principio de la sinodalidad
En una arenga fuerte y apasionada, el p. Hachem dirà toda la esperanza que él invierte en el CENO, encarnación del principio de sinodalidad, santuario eclesial y ecuménico del diálogo con el islam en esta parte del mundo. Este profesor de eclesiología deplora “la superficialidad y la inconciencia” que-en modo transitorio-han impedido en estos últimos años escuchar “aquello que el Espíritu dice a las Iglesias” y de responderle; y que las han transformada lentamente en una Ong…algo que no es, ni debería ser.
El CEMO debe dotarse de una “visión de conjunto”, insiste el p. Hachem, que arriesga un obstáculo. “Esto va mucho más allá de la fecha de la Pascua común…”. Cierto, cierto, pero ¿por qué los jefes religiosos de nuestra época no han todavía dado al pueblo de Dios en Oriente la fecha común de la Pascua, que este reclama desde hace decenios? ¿No sería esta la decisión ecuménica más elemental, esperando los grandes acuerdos teológicos sobre el primado, que alimentan tantas susceptibilidades humanas?
Mitri: resistir al miedo
En su ponencia, Tarek Mitri, más allá de la puesta a punto del contexto histórico sobre la “transición democrática” fallida de la primavera árabe, invita a las Iglesias a la sobriedad de visión, indispensable para adaptar sus discursos y sus acciones a las diferentes situaciones que se entrecruzan.
Junto a los Hermanos Musulmanes, tesis de su sed de poder, junto al quietismo salafita hipnotizado por una moral de la violencia religiosa anclada en el 7° siglo de la era cristiana, está-lo demuestra Mitri- la inmensa masa de musulmanes conscientes que la violencia surgida de la matriz islamista no los representa; la inmensa comunidad de los creyentes que tiene una larga familiaridad con el cristianismo se abrió a la aceptación pacífica del otro en su diferencia.
El ex ministro invita por lo tanto a la Iglesias del CEMO a considerar y tener en cuenta estas diferencias, resistiendo a la tentación de la amalgama y continuar jugando en el rol de transmisor de cultura y civilización que fue su finalidad desde los inicios del islam; poniendo el futuro del mundo árabe en manos de los mismos musulmanes, confiando en la capacidad de ellos en construir un Estado moderno basado en la ciudadanía y la inclusión.
Mitri pide a los cristianos también que resistan al reflejo del miedo que algunos provocan, para hacer creer a ellos que los regímenes dictatoriales son la sola alternativa al islamismo. Si alguna vez se encuentra la decepción, la desilusión-explica en práctica- es porque no se puede hacer (calcular) la economía del tiempo necesario para la transformación de la mentalidad y para la educación, mientras que la tendencia al desmoronamiento y al regreso, o a la clausura de la identidad religiosa, parece prosperar.
Por la tarde del 10 de mayo, los miembros del comité ejecutivo y de la asamblea de los socios del CEMO, venidos de un cierto número de países occidentales (Alemania, Canadá, EEUU, Dinamarca, Gran Bretaña, Finlandia y Chipre fueron recibidos por el jefe de Estado, Michel Aoun (v. foto).
17/12/2016 13:14
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