Conferencia en Damasco, monseñor Audo: el Pentecostés de la Iglesia siria
Del 15 al 17 de marzo, la capital hospeda el congreso titulado: "Iglesia, casa de la caridad - Sinodalidad y coordinación". Para el prelado y secretario del evento, se trata de una oportunidad para "redescubrir toda la riqueza" de la Iglesia, pastoral y social. La mirada al futuro, prestando especial atención a los jóvenes. La oración por la paz en Ucrania (y en Siria).
Damasco (AsiaNews) - Un evento "muy importante" porque "abarca a toda la Iglesia en Siria: patriarcas, obispos, sacerdotes y laicos" presentes, que se reúnen "por primera vez" desde que estalló el conflicto en la primavera de 2011. En diálogo con AsiaNews, es lo que subraya monseñor Antoine Audo, obispo caldeo de Alepo y secretario de la conferencia "Iglesia, Casa de la Caridad - Sinodalidad y Coordinación", al comentar los tres días de eventos que se desarrollan del 15 al 17 de marzo en Damasco. Una iniciativa promovida por la Congregación para las Iglesias Orientales que, después de una década, ha devuelto a Siria al centro de la vida cristiana y eclesiástica de Oriente Medio. Durante estos días, añadió el prelado, "tenemos realmente la impresión de vivir un Pentecostés" para "redescubrir toda la riqueza eclesial, pastoral y social" que "nos distingue".
La nunciatura apostólica y la asamblea de obispos y patriarcas de la Iglesia local colaboraron en su preparación, con el fin de coordinar las actividades caritativas y sociales ante la grave emergencia humanitaria provocada por la guerra. "Hoy vivimos y recogemos el fruto de 10 años de trabajo, paciencia y fe que nos han permitido avanzar y dar valor a los esfuerzos y sacrificios realizados", señala mons. Audo. “Durante este tiempo, ha sido fundamental la contribución recibida de ROACO (Riunione Opere Aiuto Chiese Orientali)".
“Uno de los objetivos de la conferencia es definir las prioridades para avanzar y optimizar el compromiso [de la Iglesia] para los próximos años”, continúa el secretario. “Nuestra intención es prestar mucha atención a los jóvenes y al futuro de Siria, que es también el futuro de las nuevas generaciones. Queremos entender cómo ayudarles a redescubrir la confianza en la Iglesia y en el país" tras años de violencia, migraciones y ante la pérdida de toda perspectiva”.
El evento, a lo largo de estos tres días, contó con discursos de las más importantes personalidades eclesiásticas, entre ellas el Nuncio Apostólico Cardenal Mario Zenari, el Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales Card. Leonardo Sandri y delegados de las iglesias melquita y siria católica. Estuvieron presentes representantes de las distintas agencias humanitarias que operan en la zona, desde Caritas internationalis hasta Jesuit Refugees Service. Y también AVSO, que participa en el proyecto "Hospitales abiertos", apoyado por el card Zenari, que ha brindado atención médica a cristianos y musulmanes sin hacer distinciones. Además, se celebraron seminarios, grupos de trabajo e intercambio de experiencias a los que asistieron delegaciones del extranjero, entre ellas una amplia representación de la Iglesia iraquí, con más de 250 personas.
“La presencia de la Iglesia -subrayó mons. Audo- ha sido importante durante todos estos años, porque ha podido dar un testimonio extraordinario e incluso ha cambiado la mirada de los musulmanes hacia los cristianos y la Iglesia. Queremos mantener y reforzar nuestra dimensión comunitaria, organizar nuestra casa y reanudar proyectos importantes y significativos para las familias y los jóvenes".
El congreso es una oportunidad para escuchar experiencias, compartir problemas y reanimar a las comunidades cristianas y a todo el país, que el Papa Francisco ha descrito en los últimos años como "amargo y atormentado". Y es el momento de vivir la dimensión del camino sinodal involucrando a los fieles, sacerdotes, obispos y laicos, hombres y mujeres. Por último, en el pensamiento está presente Ucrania, donde Rusia está desplegando una ofensiva militar que ya ha causado víctimas civiles y un éxodo de refugiados, con escenas similares a las vividas por los sirios en estos años de guerra. “Hemos rezado e invocado la paz", concluyó el obispo, "porque ya no queremos oír hablar de la guerra. Nosotros también estamos cansados después de 11 años, pero al igual que Ucrania, Siria es un problema, y un asunto, que trasciende el ámbito local y debe ser abordado por la comunidad internacional".
17/12/2016 13:14
24/01/2020 12:05