Condenaron a un artista kazajo, acusado de extremismo islámico
El pintor surrelista Dauren Makin fue condenado a 7 años de cárcel por propaganda del terrorismo yihadista. Con sus obras expresó fuertes críticas a las autoridades en relación con los disturbios de enero de 2022 y considera que es perseguido únicamente por sus opiniones.
Astaná (AsiaNews) - El artista Dauren Makin fue condenado en Astaná a siete años de prisión por cargos de "extremismo y propaganda terrorista". Ha declarado su intención de apelar la sentencia ante la Corte Suprema, despertando gran interés y solidaridad en muchos compatriotas. A través de sus dibujos expresó fuertes críticas a las autoridades en relación con los disturbios de enero de 2022. Él considera que lo persiguen sólo por sus opiniones y los activistas humanitarios de Kazajistán consideran que es un "preso político".
Su arte consiste en dibujos a lápiz sobre simples hojas de papel, y expresan sentimientos de desaliento y desorientación de la persona, evidentemente encarcelada o encerrada en una habitación, en diferentes poses y expresiones que reflejan los días difíciles que todos han vivido en Kazajistán. En otros dibujos se pueden ver con más claridad los barrotes y el mobiliario de la prisión, con dos personas mirando por la ventana u hombres atados e inmovilizados.
La sentencia dice que Makin "publicó mensajes de propaganda terrorista en sus páginas de redes sociales, convocando a la yihad armada, calificando a los funcionarios públicos de kafiry e infieles y llamando a derrocar violentamente a las autoridades constituidas". El abogado del artista, Zasulan Kaumenov, explicó que las acusaciones se basaban en grabaciones de voz realizadas por agentes del servicio de seguridad que visitaron a Makin con la excusa de "aprender a dibujar".
La sentencia fue confirmada en segunda instancia sin tener en cuenta la poca fiabilidad de los testimonios recogidos; pero el pintor confía en la Suprema Corte y "no tiene intención de rendirse", afirma el letrado. El 28 de junio Makin cumplió en la cárcel 48 años. En la acusación dice que "en 2010 Makin comenzó a profesar la religión islámica, recurriendo de manera autónoma a las fuentes de Internet sobre los cánones religiosos, y del análisis de sus investigaciones se puede deducir que ha comenzado a interesarse por las actividades de organizaciones terroristas internacionales que difunden ideas religiosas destructivas". Por esa razón se lo acusa de "participación en el movimiento terrorista islámico global".
Estas acusaciones se fundan en los mensajes de Facebook del 19 de enero de 2022, en los que se lamenta de que “nos matan no sólo con balas, sino sobre todo con el terror, que nos vuelve temerosos y sometidos al poder, con una autoconciencia cada vez más frágil y el deseo de vivir lejos del peligro… ¡Esto es surrealismo marasmático! Pero en estos días el pueblo por fin se ha despertado, ¡por la gloria de Alá!”. En otra publicación escribió: "me gustan las palabras: Maidán, Talibán, Kazaj, Sich de Zaporiyia [la sede histórica de los cosacos], Radical, Shal Ket, Tonkaj ket, Shura-Soviet!", expresiones que hacen referencia a la libertad de espíritu de los nómadas euroasiáticos más que a los terroristas del Estado Islámico.
Los supuestos "estudiantes de dibujo" que enviaron para vigilarlo comenzaron a frecuentarlo en 2021. Un hombre y una mujer se presentaron como Arystan y Majra, y él ingenuamente los recibió en su casa. "Es un hombre de gran corazón", recuerda el abogado. Le animaron a hablar del Islam y de la "lucha contra los infieles", y él respondió que "todo auténtico musulmán debe saber defenderse, incluso con el uso de las armas". Por eso se lo acusa de incitación a la lucha armada. El testimonio de "Majra" y "Arystan" se llevó a cabo sin mostrar los rostros de los testigos, ocultos por cuatro pantallas, y sin revelar sus verdaderos nombres.
En el juicio de apelación el padre del artista, Askarbek Makin, mostró otros dibujos de su hijo que conserva desde su adolescencia, para demostrar su verdadera naturaleza, “alguien que quiere descubrir el malestar del alma, no provocar él mismo el mal”. Pero los jueces decidieron no tomarlo en cuenta y se basaron solamente en “análisis filológicos, políticos, teológicos y de historia de las religiones” de sus supuestos mensajes sociales, muchos de los cuales son evidentemente artificiosos. Los dibujos de Makin hablan del pueblo kazajo, a menudo retratado con trajes típicos, e incluso algunos de ellos se exhiben en el Museo Nacional de Astaná. La persecución en su contra es la mejor demostración del esfuerzo de todo Kazajistán por deshacerse del autoritarismo del pasado y abrir nuevos caminos para el espíritu y la sociedad.
03/07/2023 11:09
16/04/2024 10:59