de Mathias Hariyadi

En julio de 2016, en Tanjung Balai (Sumatera Norte) las declaraciones de la mujer desencadenaron uno de los peores episodios de violencia contra la comunidad budista de etnia china. El veredicto es definido como “inapropiado” por los vértices de Nahdlatul Ulama,, el más grande movimiento islámico moderado del país y del mundo.

 

Yakarta (AsiaNews)- La Corte del distrito de Medan (provincia de Sumatera del Norte) condenó a una señora budista de origen chino a 18 meses de cárcel por “ofensas al islam”. La señora Meiliana (Foto), de 44 años y residente en Tanjung Balai era acusada de blasfemia por haber declarado en 2016 que el azan (la llamada islámica a la oración) de una mezquita vecina era “demasiado ruidosa” y “dañina” para sus oídos.

El juez Wahyu Prasetyo Wibowo leyó ayer la sentencia que declara a la mujer culpable de haber violado los controvertidos artículos 156 y 156a del Código penal, confirmando la pena pedida por los fiscales. Ellos habían basado sus acusaciones sobre una fatwa emitida por el capítulo local del Consejo de los ulemas indonesios (MUI), que definió de “blasfemo” el comportamiento de Meiliana. Desde hace años los activistas por los derechos humanos piden se revoque o al menos la modificación de la vigente normativa sobre la blasfemia, denunciando que en casos similares las fatwa del MUI condicionan a los jueces y funcionarios de las fuerzas del orden.

En julio de 2016, las afirmaciones de Meiliana desencadenaron uno de los peores episodios de violencia sectaria en la regencia de Tanjung Balai: declarándose ofendido, grupos de extremistas islámicos incendiaron al menos 6 templos y casas de oración budistas. La policía arrestó a 19 personas por estar involucrados en los episodios y desórdenes: 8 fueron incriminados por saqueo, 9 por destrucción dolosa y 2 por incitación a la violencia. Todos los imputados recibieron condenas de 1 a 4 meses de cárcel.

Meiliana es una de las personas que son encarceladas por lamentarse sobre el volumen de los altoparlantes utilizados por los almuecines, no obstante un pedido del Consejo de las mezquitas indonesias que invita a estos últimos a utilizar los aparatos con “sabiduría”. La sentencia emitida contra la mujer suscitó duras críticas del Consejo ejecutivo (PBNU) de Nahdlatul Ulama (NU), que con sus 90 millones de inscriptos es el más grande movimiento islámico moderado del país y del mundo. Los vértices de NU definieron como “inapropiado” el veredicto, agregando que “no fundamenta el metro de juicio con los cuales los jueces y los reglamentos del gobierno han definido la portada difamatoria de las declaraciones incriminadas”.

Robikin Emhas, jefe de la Oficina por los derechos humanos del PBNU, declara: “No creo que las lamentaciones de Meiliana sobre la “fastidiosa” llamada a la oración sean un acto de difamación religiosa. Sus protestas no son expresiones de odio u hostilidad contra los fieles”. “En cuanto musulmán moderado-concluye el religioso- pienso que cuanto expresado por Meiliana debe ser considerada como una crítica ‘constructiva’ para los musulmanes de  di Tanjung Balai, que viven junto a otras etnias y contextos culturales diversos”.