Condena a muerte y cárcel de por vida para los habitantes de la aldea de Dong Tam

Mano dura de los jueces en la disputa territorial que terminó con la muerte de un anciano y tres policías. Pena capital impuesta a los dos hijos de la víctima, cadena perpetua para el nieto. El tribunal rechazó la solicitud de que testificaran los líderes locales y nacionales del Partido Comunista. Activista vietnamita: un gobierno que quiere "imponer su voluntad" al precio de cometer "atrocidades".

Hanói (AsiaNews) - Dos condenas a muerte, una cadena perpetua y otras penas que van desde 16 años de cárcel hasta 15 meses de libertad condicional. Un tribunal vietnamita dictó ayer estas sentencias en el juicio contra 29 habitantes de la aldea de Dong Tam (a menos de 40 km al sur de Hanói), que acabaron ante los tribunales debido a una disputa por tierras que derivó en un enfrentamiento violento. Un veredicto previsible, confirmó un familiar entrevistado por Radio Free Asia (RFA), quien comentó: "Me había preparado para lo peor".

El tribunal dictó la pena de muerte contra los hermanos Le Dinh Chuc y Le Dinh Cong, acusados de asesinato por la muerte de tres policías. Le Dinh Doanh, hijo de Le Dinh Cong, tendrá que cumplir cadena perpetua, mientras que Bui Viet Hieu fue condenado a 16 años de prisión. Dos acusados, Nguyen Quoc Tien y Nguyen Van Tuyen, recibieron sentencias de 12 y 13 años de prisión cada uno y otros entre cinco y seis años, o sentencia suspendida y libertad condicional. De los 29 habitantes incriminados, 13 fueron declarados inocentes.

El 9 de enero pasado, cerca de 3.000 policías hicieron una redada en la aldea, cuyos terrenos fueron confiscados hace varios años para construir un aeropuerto militar y para especulaciones inmobiliarias. En el enfrentamiento entre la población local y la policía murieron tres policías, y el anciano de la aldea, Le Dinh Kinh, fue ultimado por los agentes. En respuesta, las autoridades acusaron a su hijo Le Dinh Chuc y a sus sobrinos Le Dinh Doanh y Le Dinh Uy de asesinar al hombre de 84 años. Junto con ellos, otros 27 habitantes locales están acusados de complicidad en el asesinato.

El presidente del tribunal Truong Viet Toan rechazó la solicitud de los abogados defensores de que se llamara a testificar al presidente de la sección de Hanói del Partido Comunista, Nguyen Duc Chung - quien se encuentra en la cárcel por corrupción en un proceso diferente - y a otros representantes del Ministerio de Defensa. Fuentes internas del proceso revelaron que la viuda del anciano de la aldea, Du Thi Thanh, madre de los dos condenados a muerte, tampoco pudo comparecer ante el tribunal como testigo.

Entrevistado por RFA, el activista y disidente Nguyen Quang A, con sede en Hanoi, atacó al Partido Comunista calificándolo de "sordo y ciego" a las demandas de justicia. “El gobierno vietnamita -agregó- sólo quiere imponer su voluntad, al precio de atrocidades y actos inhumanos contra su propio pueblo”. Phil Robertson, vicedirector de Human Rights Watch para Asia, tampoco está sorprendido por el duro veredicto: "Los gobernantes de Vietnam - afirma en un comunicado - hacen todo lo posible para mostrar su rostro más feroz contra los habitantes de Dong Tam, porque temen que el desafío de esta comunidad pueda ser contagioso”.