Con el boom de internet, prosperan los curas falsos y los cristianos que buscan donativos online
Hay sacerdotes y laicos que recaudan fondos y rinden cuentas de los proyectos de manera detallada, tanto del dinero recibido como de los gastos incurridos. Pero también hay quienes roban la identidad digital de sacerdotes y hermanas para recaudar dinero, ya sea relatando el problema de alguna enfermedad o para poder estudiar en el exterior. La historia del Sr. Jing. Las víctimas más fáciles de engañar: las mujeres ricas y de mediana edad.
Beijing (AsiaNews) – Con el crecimiento exponencial del uso de internet en China, han aumentado los modos de hacer caridad online, pero también los casos de fraude.
Según el Banco mundial, el año pasado, al menos 721 millones de chinos (el 52,2%) usaron internet. Los donativos online también se difundieron, sustituyendo así las vías con las que tradicionalmente se aportaba como caridad. Así, cada día aparecen en internet nuevos grupos que piden ofrendas, y muchos de ellos afirman hacerlo en nombre de la Iglesia.
Éstos usan QQ, Weixin y otras plataformas orientadas a la recaudación de fondos. Algunas campañas de donativos fueron lanzadas por sacerdotes para proyectos específicos, como por ejemplo construir una iglesia o ayudar a un grupo de pobres. Estos sitios son manejados por hermanas o curas, si bien el manager suele ser un laico (experto) que recoge los “sobre rojos” (los donativos), y al final brinda un informe detallado y preciso de la campaña, y difunde fotos y recibos como prueba.
Un gran número de sitios con recaudación de fondos son gestionados por laicos o por organizaciones de caridad. Dada la facilidad con la que se efectúan las transferencias online y la posibilidad de donar una cifra cualquiera, aunque sea mínima, los donantes no se preocupan mucho sobre el modo en que sus ofrendas son utilizadas. No hay un sistema de control, y esto da lugar a fraudes y engaños. El resultado es que, con Internet, también crecen los casos de fraude.
En generar hay tres tipos de timadores.
Sacerdotes sedientos de dinero
El primer grupo está constituido por un pequeño porcentaje de sacerdotes que gustan mucho de recibir dinero a través de internet. Ha de ser dicho que esto lo hacen de un modo casi privado, pasando un largo tiempo online, conociendo a muchas personas, especialmente a mujeres ricas de mediana edad.
Cada tanto, estos sacerdotes piden dinero a estas señoras, que se sienten muy protectoras de estos curas online. Los motivos que los sacerdotes citan para sus pedidos son los problemas de salud que atraviesan, su necesidad de estudiar en el exterior, etc. Y dado que estas señoras de mediana edad son muy pudientes y se hacen cargo de los curas, los solicitantes logran su cometido. Por ejemplo, dos señoras que estaban en esta situación, me consultaron y yo le dije que la diócesis provee lo necesario a los curas y que la misma es responsable por ellos cuando se encuentran enfermos. Por ende, no es necesario que intervengan.
En cuanto a los estudios en el exterior, por lo que sé, cada sacerdote, hermana o seminarista que viaja al exterior para estudiar, es cubierto por una beca de estudio, en la medida en que ellos obtienen la aprobación del obispo.
En lo que respecta a la recaudación de fondos en una diócesis –por ejemplo, para construir una iglesia- es preciso que el obispo local verifique primero el proyecto en forma escrita, y que coloque su firma y sello en el mismo.
Los “vivos” (los que son listos)
Un segundo grupo comprende a aquellos que se deleitan en robar la identidad digital (ID) a muchos pastores y sacerdotes, buscando hacerse de donativos rápidamente, con cualquier excusa. Por cierto que deben ser muy listos, de otro modo los donantes de percatan inmediatamente de que hay algo inusual en el caso, y comienzan a sospechar que se trata de algo corrupto. Cuando es así, llaman luego al sacerdote para asegurarse de la veracidad del pedido, y casi todos oyen que se les responde: “¡No sé de qué está hablando usted!”, o bien “¿De verdad se está haciendo algo así?”
Por ese motivo, los “listos” de este grupo cambian rápidamente y como sea de ID para seguir haciendo lo mismo. Y dado que internet está plagado de personas ingenuas, ellos logran tener éxito y obtienen lo que buscan, para luego cambiar rápidamente de ID y asumir una nueva identidad.
Un ejemplo típico de este grupo es un tal Sr. Jing. Debo aclarar de inmediato que yo no estoy dañando su reputación, sino que es él mismo quien la daña, siendo que deja tras de sí tantos rastros de sus acciones, al punto de ser descubierto. Un sacerdote de la diócesis de Dali, que hace poco descubrió que el Sr. Jing está utilizando su nombre para conseguir donaciones, comentó: “Jing tiene tan mala fama en mi diócesis… él engaña no sólo para hacerse de dinero, sino que también engaña a las mujeres para tener sexo con ellas”.
El Sr. Jing comenzó a pedir dinero y ofrendas en muchos grupos de QQ en el año 2014, usando para ello todas las excusas posibles, como sus muchas enfermedades a ser curadas, y muchos de estos grupos creyeron en él y le dieron dinero. Al poco tiempo ,la gente se dio cuenta de que estaba siendo engañada. Yo, como responsable de algunos de estos grupos, al tomar conocimiento de la situación, lo amenacé en caso de que continuara con esto. Pensé que se detendría, pero, por el contrario, para mi sorpresa, ¡él volvió a comenzar!
Habiendo informado a muchos grupos de fe en QQ, sólo pocos de ellos hicieron donativos a Jing. Poco a poco, todos conocieron cuáles eran sus verdaderas intenciones y dejaron de proporcionarle dinero. Así, Jing abandonó los grupos de QQ… ¡para volcarse a hacer lo mismo en Weixin!
En el año 2015 él comenzó a usar Weixin para recaudar dinero. Yo lo descubrí de esta manera: un día, me di cuenta de que un amigo mío, el pastor anglicano Fran, comenzó a presionar pidiendo dinero y donativos. Como yo lo conozco muy bien, me preguntaba qué le habría pasado. Lo llamé y el quedó sorprendido. En efecto, se trataba de un fraude. ¿Y quién estaba detrás de esto? ¡Justamente él, el Sr. Jing!
Inmediatamente, el pastor Fan difundió una comunicado en su círculo de contactos de Weixin. Pero desde entonces, Jing ha usado la identidad de muchos sacerdotes para pedir dinero a los cuatro vientos. Si bien hay algunos voluntarios que intentan rastrearlo, parece que Jing conoce un montón de curas y sabe cómo aprovecharse de la confianza que la gente les tiene. Haciendo un cálculo aproximado, pareciera ser que hasta ahora él ha logrado recaudar entre 800.000 y un millón de yuanes [entre 110.000 y 243.000 euros, ndr]: lo cual significa que él ha violado la ley.
Ahora hemos decidido denunciarlo. Eso no le agradó, y se puso furioso; no sólo nos agredió con un lenguaje muy duro, sino que también amenazó con tomar represalias. Mientras tanto, yo recogí muchas pruebas contra él: conversaciones telefónicas, videos de algunos diálogos que mantuvo con personas a través de internet; documentación de transferencias bancarias que algunas personas han hecho a favor suyo. Aún no he entregado todo este material a la policía, pues aún lo considero un hermano, que necesita cambiar de vida. Pero ahora hasta las crónicas hablan de un hombre que recaudaba dinero haciéndose pasar por una iglesia de Shanghái. Hay quienes abrigaron sospechas y lo denunciaron a la policía, que lo arrestó, lo hizo procesar y lo condenaron a 10 años de prisión.
Los expertos del engaño
El tercer grupo abarca a expertos que están atentos incluso hasta en las cosas más sutiles. Habitualmente se trata de individuos renombrados que comparten algo profundo con otras personas, de modo de conquistar la confianza del público y lograr incluso su admiración. Luego, con mucho cuidado y cautela, ellos eligen a algunas mujeres ricas y de buen corazón. Tratan de acercarse a ellas y de conquistar su simpatía, relatándoles sus dificultades y dolores. Así, es muy frecuente que estas mujeres abran sus portafolios con los ojos llenos de lágrimas. A continuación, estos mismos expertos niegan rotundamente que haya pasado una cosa semejante. Los donantes se sienten engañados, pero no pueden probar nada, porque el experto ha logrado hacer todo de un modo sutil y privado.
Por lo que parece, en el mundo de hoy, la gente carece de los criterios básicos, necesarios para distinguir lo verdadero de lo falso, y algunas personas tienden a creer en cualquier cosa que encuentran en internet.
Por otro lado, buscar donaciones vía internet es la forma más directa y conveniente, aunque pueda abrir una crisis de confianza. Este campo precisa contar con algunas reglas que deben ser puestas por todas las partes implicadas.
La Iglesia también necesita estar más consciente y ser más cauta en este punto, de otro modo corre el riesgo de producir un gran daño y de restar valor a la proclamación del Evangelio.
Debe decirse que con vigencia a partir del primero de septiembre, el gobierno ha implementado una ley referida a las organizaciones caritativas y de beneficencia. El artículo 33 dice: “Queda prohibido que cualquier organización o individuo use falsamente el nombre de una organización caritativa, o que finja ser tal; así como llevar a cabo actividades caritativas u obtener fondos a través del fraude”
17/12/2016 13:14
23/12/2015