Con arrestos y controles, las autoridades chinas aplastan las protestas masivas
La represión se ha vuelto más dura luego de las manifestaciones del fin de semana contra las medidas de cierre. Los activistas, en el punto de mira de la policía. Las universidades envían a los estudiantes a sus ciudades de origen. Los medios de comunicación oficiales guardan silencio mientras se intensifica la propaganda en las redes sociales. Twitter es bombardeado con spam y pornografía para bloquear el debate sobre lo que está sucediendo.
Roma (AsiaNews) - Las autoridades chinas reforzaron las medidas de seguridad en las principales ciudades después de las masivas protestas del pasado fin de semana contra la política de "Cero Covid" de Xi Jinping. Las manifestaciones esporádicas continúan: en Internet circulan fotos y vídeos que muestran a algunas personas todavía en las calles con sábanas blancas, y a activistas anónimos colocando carteles o pancartas en los campus universitarios y otros lugares públicos.
Las sábanas blancas se han convertido en un símbolo de las manifestaciones, que desafían las restricciones a la libertad de expresión y la censura bajo el gobierno de Xi. La policía se dedica a buscar a quienes participaron en las protestas. Los medios de comunicación afirman que algunos activistas han desaparecido. Según AFP, las fuerzas del orden citaron a numerosos manifestantes para investigarlos y realizar verificaciones.
A principios de esta semana, continuaron las protestas masivas en Guangzhou (Guangdong). Aunque en dicha ciudad no se vieron consignas políticas durante las manifestaciones, igualmente se produjeron fuertes enfrentamientos entre los trabajadores inmigrantes y la policía antidisturbios. Abrumados por la falta de alimentos y oportunidades de ingresos, los manifestantes retiraron las barreras y vallas que cercaban el área, así como una tienda de campaña para las pruebas de hisopado. Los policías intervinieron para reprimir a los manifestantes, que reaccionaron lanzando botellas de vidrio.
En una muestra de valentía, la ola de protestas desafía al Partido Comunista Chino en el poder y a su líder supremo Xi, cuya política de tolerancia cero con el Covid ha provocado el estancamiento de la economía y un creciente desempleo. La protesta nacional comenzó en el centro de Shanghái, donde la gente conmemoró a las víctimas de un incendio fatal en Xinjiang. Gran parte de la población culpa a las autoridades por esta tragedia, cuestionando las medidas restrictivas para combatir la pandemia. Los manifestantes de Shanghái corearon consignas como "Partido Comunista, ¡renuncia!", "Xi Jinping, ¡renuncia!". Las protestas estallaron y la gente empezó a exigir democracia y libertad.
En Shanghái, las autoridades levantaron vallas a ambos lados de las calles donde se reunieron los manifestantes el pasado fin de semana. La policía ha intensificado las patrullas viales en aquellas zonas donde se produjeron las manifestaciones y controla los teléfonos móviles de los transeúntes. Los guardias también impiden que la gente tome fotos. Los vídeos en línea muestran a la policía de la ciudad revisando los teléfonos de los peatones en busca de cualquier elemento que pueda estar relacionado con las protestas.
En otras grandes ciudades donde se han producido disturbios, como Beijing, Wuhan, Guangzhou y Chengdu, la policía también intensificó los controles en las calles. En la capital, la policía desplegó un gran número de agentes cerca de las universidades del distrito de Haidian. En las redes sociales se afirma que las autoridades de seguridad comprueban los teléfonos de los jóvenes, sobre todo de los estudiantes, para ver si los smartphones tienen instaladas VPN (redes de Internet privadas virtuales que son utilizadas para eludir el firewall del gobierno) y aplicaciones extranjeras como Twitter y Facebook.
Si bien hay publicaciones en Twitter y Telegram que siguen llamando a la gente a protestar, no se han producido más concentraciones masivas. Se cree que algunas de las cuentas están siendo vigiladas por la policía para "atraer" a los manifestantes; algunos usuarios afirman que recibieron advertencias de la policía en este sentido.
La Universidad de Tsinghua, en Beijing, donde los estudiantes protestaron en el campus el 27 de noviembre, anunció que ponía a disposición de sus alumnos autobuses gratuitos para transportarlos a las estaciones de tren y a los aeropuertos, y permitirles regresar a sus ciudades de origen. Otras universidades de Beijing y Guangdong también han tomado las mismas medidas en un intento de impedir que los estudiantes protesten. Algunos estudiantes de Hong Kong respondieron a la "revolución del papel en blanco" con una manifestación que fue monitoreada por la policía.
Las autoridades chinas y los medios de comunicación oficiales aún no se han pronunciado sobre las protestas. Mientras tanto, en las redes sociales chinas, comenzaron a multiplicarse los mensajes que acusan a "fuerzas extranjeras": sostienen que los manifestantes "reciben dinero" para protestar. Cuando se intenta buscar información sobre las ciudades donde se desarrollan las manifestaciones, los resultados están plagados de pornografía. Los buscadores de Internet brindan un elevado número de spam y se cree que se utilizan cuentas falsas para perturbar los debates sobre las protestas.
Según la agencia oficial de noticias Xinhua, el 28 de noviembre el secretario del Comité Central Político y Legal del Partido, Chen Wenqing dijo que las autoridades deben “preservar la seguridad del Estado y de la sociedad”. En el discurso no hubo ninguna alusión a las protestas en curso.
El 30 de noviembre falleció el ex presidente chino Jiang Zemin, quien sucedió a Deng Xiaoping en el poder luego de la masacre de Tiananmen en 1989. Bajo su gobierno, la economía china continuó creciendo durante una década, y los controles sobre la sociedad se redujeron. Sin embargo, las autoridades que ejecutan las órdenes de Xi están censurando Internet y frenando cualquier posibilidad de protesta invocando el nombre de Jiang.
02/08/2016 19:26
17/12/2022 11:44