Colombo: de Wewala a la capilla del Calvario, la Vía Crucis que une a los parroquianos (Foto)

de Melani Manel Perera

El evento está dentro de las iniciativas de Cuaresma. Entre los participantes, también los alumnos de catecismo. Fieles: “Un buen ejercicio espiritual para poner en práctica nuestra unidad como parroquia”.

Colombo (AsiaNews) – Una Vía Crucis que une a los parroquianos entre ellos y entre éstos y el párroco, signo de fe y unidad en la Iglesia: es cuanto han celebrado los fieles de la iglesia de san Francisco Javier en Wewala, en la arquidiócesis de Colombo, con una peregrinación al Maduruvita Calvary el pasado 24 de marzo. La iniciativa está dentro de los eventos de Cuaresma. Algunos parroquianos afirman a AsiaNews: “Fue un evento hermoso, un buen ejercicio espiritual para poner en práctica nuestra unidad como parroquia”.

En la peregrinación han participado también los alumnos de catecismo, junto a sus familias. La cita era a la 8,30 de la mañana, luego los fieles se desplazaron hacia el Maduruvita Calvary con autobuses y medios privados. El lugar de culto, no es conocido por el gran público, pero que está en las rutas de las peregrinaciones. Este forma parte de la parroquia de Makevita.

El p. Suranga Fernado, que enseña en el Seminario menor de Colombo, predicó en las estaciones de la Vía Crucis. En la cuarta (“Jesús se encuentra con su Madre”, ndr), el sacerdote explicó el amor de María hacia sus hijos, los seres humanos. “La Madre bendita es madre de todos nosotros así como es madre de Jesucristo. La Madre ve todas nuestras acciones, nuestros pecados. Ella llora por cada error nuestro. En esta estación, Jesús nos invita a relexionar sobre nuestra debilidad, sobre nuestros pecados, las frustraciones que tenemos en la vida y volver a Dios a través de un verdadero arrepentimiento”.

Al final de las estaciones, el p. Suranga celebró la misa junto al p. Mano Ranjan, párroco de Wewala, en la capilla del Calvario. El programa se concluyó alrededor de las 15,30 de la tarde, después de un almuerzo “social” en el cual los fieles compartieron la comida traída de sus casas.