Colombo, alcohol y salud: una campaña contra el abuso y la propagación
La iniciativa, prevista del 3 al 10 de octubre, coincide con el Día Mundial de la Templanza. Los costes sanitarios debidos al uso (o abuso) del alcohol en el país rondan los 726 millones de euros. Cada año se producen 20.000 muertes y enfermedades asociadas relacionadas con el alcohol. Un decálogo para relanzar la lucha contra el abuso.
Colombo (AsiaNews) - Una semana de sensibilización sobre la cuestión del alcohol, los costes sociales de la adicción y los problemas sociales conexos. Esta es la iniciativa lanzada por la Sri Lanka Temperance Association, que desde el 3 de octubre, Día Mundial de la Templanza, hasta el 10 del mismo mes promueve una serie de iniciativas y eventos relacionados. Está previsto que la ceremonia inaugural tenga lugar esta tarde en el templo budista de Sri Dharmavijayaloka Viharaya, en Pannipitiya, un suburbio del distrito de Colombo, bajo el patrocinio del presidente del Movimiento por la Templanza de Sri Lanka, Ittapane Dharmalankara Mahanayake Thero.
El Centro de Información sobre Alcohol y Drogas (Adic) afirma que el coste sanitario y económico en el país debido al uso (o abuso) del alcohol es de 237.000 millones de rupias (unos 726 millones de euros). Más de 30 millones de personas mueren cada año en el mundo por enfermedades y accidentes relacionados con el consumo de sustancias. Sólo en Sri Lanka, el número de muertes por alcohol y enfermedades relacionadas con el alcohol es de unas 20 mil cada año; a esto hay que añadir los casi 35 mil niños que pierden a sus padres y las 18 mil esposas de la isla que pierden a sus maridos por este motivo.
Siempre según los datos publicados por Adic, casi 50 esrilanqueses mueren prematuramente cada día debido al consumo de alcohol, lo que también tiene repercusiones económicas: la sustancia, de hecho, no resulta ser una fuente de ingresos para el país, a pesar de que el gobierno recibió 165 mil millones de rupias (más de 500 millones de euros) de los impuestos sobre el alcohol en 2022, según un estudio realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Fuente - Investment Case For Alcohol Control In Sri Lanka 2022- UNDP) publicado el año pasado.
La Ley de la Autoridad Nacional sobre el Tabaco y el Alcohol (Nata) prohibió mediante el decreto número 27 de 2006 la publicidad del alcohol y el tabaco en Sri Lanka. Sin embargo, en violación de las leyes vigentes, las empresas alcoholeras siguen promoviendo la venta y el consumo de alcohol dirigiéndose a toda la población, incluidos los niños y los jóvenes, de forma poco ética e ilegal. Los niños y los jóvenes», explica una nota de Adic, “son un objetivo clave para las empresas de alcohol, que pretenden atraer nuevos consumidores a su producto” en lugar de explicar sus efectos nocivos, confirmados por las numerosas “personas que mueren prematuramente debido al consumo de alcohol”.
De ahí el llamamiento a la moderación en el consumo de bebidas alcohólicas, que podría beneficiar a todo el país, también y sobre todo para una reducción de los costes sanitarios, una mejora de la salud general y una mayor armonía en la familia. Además, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado en repetidas ocasiones que las políticas fiscales sobre el alcohol se encuentran entre las medidas de control más eficaces, rentables y científicamente probadas.
A este respecto, Sampath El Suero, Director Ejecutivo de Adic, esboza un decálogo que prevé, entre otras cosas impuestos específicos; aplicación de la normativa ya existente para reducir el consumo de bebidas alcohólicas, a semejanza de las leyes que combaten el consumo de tabaco; aplicación de la normativa para controlar el licor ilegal y apoyar programas que desincentiven su uso y abuso, sobre todo entre los más jóvenes; formulación y aplicación de servicios y programas de asesoramiento, tratamiento y de otro tipo necesarios para liberar a los adictos al alcohol; y trabajo para evitar la interferencia de la industria del alcohol con el fin de debilitar las políticas existentes e impedir la introducción de nuevas políticas que contrarresten su propagación.