Cisjordania, la otra cara de Gaza: 1.000 palestinos desplazados en la "guerra" de los colonos

Al menos 963 palestinos tuvieron que abandonar sus hogares desde el 7 de octubre. En los 21 meses anteriores fueron 480. En poco más de un mes 185 ataques de colonos en más de 84 ciudades y pueblos. B'Tselem: el gobierno y los colonos quieren "judaizar la zona C". Lapid: Netanyahu no está capacitado para gobernar, se necesita un ejecutivo de salvación nacional dirigido por otro miembro del Likud.

Jerusalén (AsiaNews) - Un conflicto "oculto", a la sombra de la guerra de Israel contra Hamas en Gaza sobre la cual se concentra la atención de la comunidad internacional, pero no menos dramático y preocupante para el futuro equilibrio de Tierra Santa. Así lo denuncian los responsables de B'tselem y Peace Now, dos de los más importantes grupos activistas, pacifistas y anti-ocupación israelíes, según los cuales, ante la "violencia y el acoso" de los colonos judíos, cerca de un millar de palestinos han huido de sus pueblos en Cisjordania. Detrás de la escalada en los Territorios, según los expertos, está la atención "casi exclusiva" a los sucesos que ensangrientan la Franja y a la emergencia humanitaria en curso, y una mezcla entre el ejército y los movimientos pro-ocupación, que han llevado a "un aumento" de las "agresiones".

Una de las primeras consecuencias de estos ataques es la "despoblación" de varios pueblos y zonas de Cisjordania, donde la situación de seguridad es cada vez más precaria, a pesar de que el actual gobierno israelí garantiza desde hace tiempo una amplia libertad de movimientos (y ataques) de los colonos. En este marco de inestabilidad y tensión, la operación militar (de connotación terrorista) de Hamás en el sur de Israel y la respuesta del Estado judío, con guerra total en Gaza y un largo reguero de sangre, especialmente entre civiles, han precipitado la situación.

Las "repercusiones" de los sucesos de la Franja, advierten los grupos activistas, son también evidentes en Cisjordania en perjuicio de los civiles palestinos, víctimas de ataques igualmente violentos por parte de colonos extremistas y reservistas del ejército israelí (IDF). Denuncias de las que también se hace eco la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), según la cual del 7 de octubre al 12 de noviembre un total de 963 palestinos tuvieron que abandonar sus hogares en Cisjordania debido a los ataques, amenazas y restricciones de viaje impuestas por los colonos. Las cifras de cuatro semanas son casi el doble de los que huyeron en los 21 meses anteriores: según datos de B'Tselem, unos 480 palestinos abandonaron sus hogares en Cisjordania entre enero de 2022 y octubre de 2023.

Israel ocupa Cisjordania desde 1967, un territorio que alberga en la actualidad un gran número de asentamientos y puestos avanzados considerados ilegales por el derecho internacional. Los asaltos coinciden con la intensificación de los combates en Gaza, que acaparan casi por completo la atención del Estado judío y de la comunidad internacional. Los ataques de los colonos se producen principalmente en el Área C, una sección de Cisjordania administrada directamente por Israel. Las autoridades palestinas afirman que al menos 185 personas han muerto desde que comenzó la guerra el 7 de octubre, la mayoría en incursiones militares de las FDI. Anteriormente, la OCHA había informado de 199 muertes de palestinos en Cisjordania en 2023.

Según la ONG Yesh Din, otro grupo que se opone al control israelí de Cisjordania, se produjeron más de 185 ataques de colonos contra palestinos en más de 84 ciudades y pueblos desde el 7 de octubre. Entrevistado por al-Monitor, el portavoz de B'Tselem, Dror Sadot, añade que "el alcance y la intensidad de los ataques se han intensificado". Los colonos, añade, tienen como objetivo "una comunidad tras otra, atacando repetidamente... al amparo de la guerra de Gaza. La violencia general se está intensificando. No son sólo los colonos, sino también el ejército. El control de Israel sobre la población civil es cada vez más estricto", a medida que aumentan los puestos de control y las restricciones a la circulación. La situación es especialmente complicada en Hebrón -sede de la Cueva de los Patriarcas y la mezquita de Ibrahimi, punto frecuente de enfrentamiento entre colonos israelíes y palestinos-, donde las FDI han impuesto toques de queda en 11 barrios.

Para el movimiento contra la ocupación, los ataques de los colonos no son independientes de la política del gobierno israelí. Israel y los colonos quieren", advierte Dror, "lo mismo y persiguen el mismo objetivo: judaizar la zona C". Israel, añade, "básicamente concede inmunidad a los colonos. No se responsabiliza a nadie. Es una especie de brazo no oficial del Estado". Además, la actual coalición gubernamental israelí incluye a fervientes partidos nacionalistas judíos que apoyan al movimiento de colonos. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, viven en asentamientos de Cisjordania. "Los colonos violentos se sientan en el gobierno y los colonos lo saben", concluye Dror.

Mientras tanto, por primera vez desde el atentado de Hamás, el líder de la oposición, Yair Lapid, habló ayer, atacando al Primer Ministro Benjamin Netanyahu de que ya no es capaz de dirigir el gobierno, en parte porque la opinión pública ya no confía en él. Palabras que se reflejan en las encuestas, ya que la última publicada el 14 de noviembre muestra que sólo el 4% de los judíos israelíes ven al actual primer ministro como una "fuente fiable" de información sobre la guerra y apoyan su liderazgo. Volviendo a la entrevista del líder centrista con el Canal 12, declaró que "este gobierno no funciona. Necesitamos un cambio. Netanyahu no puede seguir siendo el primer ministro del Estado de Israel". Lapid añadió que "necesitamos un gobierno de salvación nacional" del que está dispuesto a formar parte, liderado por el Likud como partido mayoritario, excluyendo las elecciones pero con la condición de que el primer ministro no sea Netanyahu.

(Foto de la página de Facebook de B'Tselem)