Cierran el consulado de EEUU en Chengdu, en represalia por la clausura del consulado chino en Houston
Esta mañana se izó la bandera estadounidense. Cientos de espectadores asistieron al momento “histórico”. La larga lista de acusaciones de los EEUU contra China, por “espionaje” y “robo de la propiedad intelectual”. Crecen las tensiones entre las dos potencias.
Chengdu (AsiaNews) – A las 6:24 de la mañana, la bandera de estrellas y franjas se izó por última vez, ya que hoy vencía el plazo para el cierre del consulado de los EEUU en Chengdu (Sichuan). La orden fue dada por Beijing 72 horas antes, como represalia por la clausura del consulado chino en Houston (Texas), dictada por Washington.
Cientos de personas se habían congregado desde el día anterior para asistir a la clausura del consulado estadounidense, un hecho que algunas personas han definido como “histórico” en las relaciones diplomáticas entre las dos potencias, que datan de 1979. Muchos agitaban pequeñas banderas chinas y se tomaban selfies en la calle principal. Al salir el autobús que transportaba a algunos miembros del staff estadounidense, sobrevino el rugido de desprecio de la gente presente. Algo similar sucedió el 24 de julio, cuando el personal chino dejó el consulado tejano, y muchos norteamericanos gritaron eslóganes contra China.
Hace tres días, en una conferencia de prensa, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, se refirió a los motivos de la clausura. Acusó a “algunos miembros del staff” del consulado estadounidense, por “llevar adelante actividades que no se ajustan a su rol, interfiriendo en los asuntos domésticos de China y perjudicando los intereses para la seguridad del país”.
El día anterior, el 23 de julio, el Secretario de Estado de los EEUU, Mike Pompeo había acusado al consulado chino en Houston de ser “una base” dedicada al “espionaje” y al “robo de propiedad intelectual”. Para Pompeo, la labor por un vínculo constructivo de los EEUU con China ha sido un fracaso: “Tenemos que admitir una dura verdad – añadió -… el viejo paradigma de un compromiso ciego con China ya no es más viable. No debemos continuar con esto, y no debemos dar marcha atrás en absoluto”.
La clausura recíproca de los dos consulados añade nuevos elementos a la creciente tensión entre Beijing y Washington. Ya ha pasado más de un año desde que el presidente Donald Trump lanzó una guerra de aranceles contra la importación de productos chinos; China ha tomado medidas similares contra los productos de EEUU.
Por otro lado, Trump continúa acusando a Beijing por su responsabilidad y silencio en la pandemia del nuevo coronavirus. China – sin pruebas - acusa a los militares estadounidenses de haber llevado el virus a Wuhan.
Washington también critica a Beijing por la nueva ley de seguridad impuesta en Hong Kong y promulga leyes y sanciones contra personalidades chinas responsables de coartar la democracia en el territorio. Beijing, por su parte, ha respondido que Hong Kong es un “asunto interno” que compete exclusivamente a China.
La semana pasada, un hombre de Singapur confesó que trabajó como espía al servicio de Beijing. Cuatro ciudadanos chinos más, en los EEUU - Wang Xin, Song Chen, Zhao Kaikai y Tang Juan - están acusados de guardar silencio sobre su pertenencia al ejército chino. Los primeros tres fueron arrestados, mientras que la cuarta, Tang Juan, se refugió en el consulado chino de San Francisco. La mujer debe afrontar sospechas por su presunta participación en el robo de secretos militares y propiedad intelectual. Fue precisamente luego de su fuga que los EEUU decidieron el cierre forzoso del consulado chino en Houston.
Si a todo esto le sumamos las tensiones en el Mar de China meridional, el cuadro hace temer nuevos enfrentamientos o incluso una ruptura entre las dos naciones.
