China y las vacías promesas de un Estado de derecho
Beijing (AsiaNews)- temo que aquellos que entre ustedes que han aplaudido en manera excitada delante de las maniobras realizadas por el Partido comunista de la frase "gobernar al país según la ley" hayan olvidado las famosas palabras del Ministro de Exteriores, Jiang Yu, que una vez reprendió: "No usen la ley como un escudo". No entiendo porque algunas personas se recuerdan sólo las palabras agradables que pronuncian y olvidan su evidente oposición hacia los valores universales, porque algunas personas estén siempre dispuestas a creer a lo que dicen, pero dejen de lado todas las cosas que hacen. Los comunistas una vez se vanagloriaban en modo exagerado de "libertad y democracia constitucional", antes de tomar el poder en modo violento e inaugurar un espantoso gobierno totalitario. Desde entonces se opusieron a la independencia de la magistratura, a las elecciones democráticas, a la libertad de prensa y a la de la religión. Ellos no han ratificado el Tratado internacional sobre los derechos políticos y civiles, y se negaron a nacionalizar el sector militar.
No es la primera vez que éstos vienen afuera con la bandera izada del "gobernar el país según la ley". En 1997, "gobernar el país según la ley" fue escrito en la Relación consugnada al 15° Congreso del partido comunista de China, y en 1999 fue escrito en la Constitución. Pero siempre, en 1999, las autoridades han lanzado una salvaje represión contra Falun Gong, con centenares de miles de practicantes (movimiento espiritual considerado ilegal por las autoridades de Beijing) ilegalmente puestos en custodia y sometidos a torturas, y con más de 3.700 personas perseguidas hasta matarlas. Desde cuando Xi Jinping llegó al poder, no menos de 400 entre defensores de los derechos humanos y civiles e intelectuales fueron encarcelados por motivos políticos. Las propiedades les fueron expropiadas o demolidas por la fuerza, la libertad de palabra fue limitada, le religión fue suprimida, las mujeres fueron obligadas a abortar, la magistratura fue golpeada por una serie de escándalos y la incidencia de la tortura se multiplicó. Estos abuso, jamás fueron frenados, es más aumentaron en intensidad. En Xinjiang y en Tibet, las autoridades están llevando adelante una espeluznante catástrofe, una detrás de otra.
Se descubre así que el "gobernar al país según la ley" del Partido comunista chino no es el estado de derecho como ustedes y yo lo concebimos. El elemento esencial para el Estado de derecho- usar la ley para limitar la autoridad del gobierno- es exactamente el concepto contra el cual el Partido comunista se opone ideológicamente y del punto de vista práctico combate. El Estado de derecho del cual ellos hablan es en realidad una adición entre Lenin y el emperador Qin Shi Huang, un totalitarismo moderno combinado con el pre-moderno "legalismo" a la china, que no es otra cosa que el que un instrumento para un ulterior control de la sociedad. Para decirlo en el lenguaje del Partido, los órganos de seguridad pública son "la empuñadura del cuchillo", en manos del Partido mismo. En la "Resolución", aprobada por el reciente Plenario del Partido, el término "leadership del Partido", aparece al menos 17 veces. El Estado de derecho se superpone a la regla del Partido, y sobre esto no hay ni un poquito de duda.
En China, los órganos legislativos controlados por el Partido comunista, han promulgado volúmenes y volúmenes de estatutos. Los órganos judiciales, controlados también por el Partido, están comprometidos en tratar las causas. Las profesiones legales entre las cuales la abogacía, se son desarrolladas. Sin embargo, la cuestión permanece: ¿el Estado de derecho está al centro del orden del gobierno? En las palabras del profesor Fu Hualing, además que lo procesos legales en China, hay un gran número de procesos extra-judiciales como la "reeducación a través del trabajo", el famoso shuanggui (un sistema extra-judicial y limitado al interior del Pcc, ideado para el arresto y los interrogatorios de los cuadros comunistas), y las restricciones a los medios. Y también están la leyes "extra-extra" como los arrestos domiciliarios, "las prisiones negras", etc.. Para no hablar de todos los métodos ilegales de gobierno: policía secreta, chengguan (una fuerza para-policial que trabaja con la policía ordinaria en todo el país, para ayudar a hacer respetar leyes menores y reglamentos municipales), detenciones ilegales, control y espionaje sobre los ciudadanos, torturas extra-judiciales, desapariciones forzadas, la policía de internet, y las bandas de "maleantes". Piensen. Sin estos instrumentos, ¿por cuánto tiempo el Partido comunista podría continuar en el gobierno?
Junto a cosas como las "Tres Representatividades" y la "Sociedad armoniosa", el "gobernar al país según la ley" es el enésimo tentativo del Partido de enfrentar las propia crisis de legitimidad. Estos eslogans se convirtieron más bien en un modo de alcanzar el objetivo del Partido, o sea engañar a las personas al interior de China y de la comunidad internacional. Sin embargo la legitimidad en la política contemporánea puede venir sólo a través del reconocimiento dado a través de libres elecciones. Pero el Partido comunista quiere mantener el régimen del mono-partido, y rechazar completamente las elecciones generales, también en la región administrativa especial de Hong Kong. No es difícil entender porque el verdadero Estado de derecho signifique necesariamente el fin del sistema del partido único. Esta es la limitación del proceso de legalización que tuvo inicio a fines de 1970, una limitación que no puede ser superada.
Debo admitir que el término "gobernar el país según la ley" es distinto de otros lugares comunes, en cuánto ofrece una "instancia retórica" a los ciudadanos para defender sus propios derechos "según la ley". En el curso de los últimos 10 años, otros activistas por los derechos humanos y yo, hemos siempre usado las leyes existentes para desarrollar nuestro trabajo, y cada tanto estuvimos en grado de tener suceso en algunas causas legales. Sin embargo, las limitaciones son evidentes. Las autoridades han rechazado cualquier reforma significativa del sistema judicial o de democratización, y cada vez que sienten alguna amenaza que proviene de la sociedad civil deciden reprimir más y con más dureza. Yo mismo he visto esto, cuando me revocaron mi licencia para ejercer como abogado, fui expulsado de mi universidad, fui raptado y desaparecí varias veces. Cuando la policía me torturaba, los agentes gritaban. "No hables de cuestiones legales con nosotros".
Al enumerar los progresos realizados en el sistema legal chino, la gente subraya el colapso en el número de condenas a muerte, la nueva ley de procedimiento penal, la abolición de la reeducación por el trabajo, la reforma del sistema judicial local, la disposición del gobierno para proporcionar información sensible, y la campaña contra la corrupción en curso. Para empezar, es dudoso que la mayoría de los puntos enumerados anteriormente en realidad se puedan considerar un avance del sistema legal. E incluso si decidimos que pueda ser considerada como tal, la fuerza impulsora de estos cambios vinieron de la gente, pagados con las presiones, los interrogatorios y el dolor de los activistas de derechos humanos, activistas de la democracia y un número no cuantificable de chinos de las escalas más bajas de la sociedad.
Xi Jinping habló una vez de encerrar el poder en una jaula, pero esto no es muy diferente de un mago que tiene una cadena de hierro alrededor de su pecho. En realidad, lo que les gustaría, hacer y seguirá haciendo es encerrar la población en una jaula. La reunión de la APEC que acaba de terminar en Beijing ha permitido a la gente de todo el mundo experimentar el poder de "gobernar el país de acuerdo a la ley". En Huairou se demolieron unos 9.000 casas, los coches de fuera de la ciudad no se les permitía entrar a Beijing, los scooters eléctricos han sido prohibidos, así como el uso de estufas en un radio de 5 km del centro de la reunión, las empresas de leche tuvieron que parar la entrega temporalmente, y los servicios de envío urgente no se les permitió entregar los paquetes en Beijing. En Hebei más de 2.000 empresas se han visto obligadas a detener la producción, en Tianjin se cortó la calefacción, los vendedores ambulantes fueron expulsados, fueron detenidos un gran número de signatarios de los Derechos Humanos. Incluso la Oficina de la inscripción del matrimonio en la capital se ha detenido temporalmente mientras a los crematorios se les ordenó no cremar a los muertos.
Entre las líneas de los documentos del Partido, los aduladores dentro y fuera de China son capaces de imaginar una "primavera del Estado de derecho" que no existe. Mientras que hacen caso omiso de los desastres en el campo de los derechos humanos sufridas por Ilham Tohti, Xu Zhiyong, Cao Shunli, Gao Zhisheng, uigures, tibetanos, peticionarios, adherentes del Falun Gong, iglesias domésticas. Esta clase de ceguera selectiva obstaculizado los lectores y políticos occidentales para entender la realidad de la China de hoy. No es de extrañar que este tipo de "buenos deseos" aparentemente imparcial se convierta en el pretexto que incitó a los gobiernos occidentales a adoptar políticas miopes en la mejora en las relaciones con los regímenes autocráticos, para facilitar el comercio a expensas de los derechos humanos.
Teng Biao es un abogado que trabaja en favor de los derechos humanos, actualmente investigador
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