Dentro de cinco años, el Ejército Popular de Liberación cumple 100 años. El influyente académico nacionalista Jin Canrong afirma que Beijing está en condiciones de tomar la isla en una semana y Estados Unidos no puede evitarlo. El Pentágono prepara una respuesta con una gran movilización de tropas y medios en la región. Jin advierte a Japón.

Beijing (AsiaNews) - China se dispone a invadir Taiwán antes de 2027, declaró a Nikkei Asia Jin Canrong, influyente profesor de estudios internacionales de la Universidad Renmin. El académico es un respetado asesor del gobierno y se le considera un halcón en política exterior.

Jin está convencido de que poco puede hacer Estados Unidos para evitar la reunificación forzada de Taiwán. En su opinión, China se encuentra en una posición de superioridad. Se refiere a la ventaja geográfica de la que goza el gigante asiático.

Beijing considera que Taiwán es una "provincia rebelde" y nunca ha descartado reconquistarla por la fuerza. La isla es independiente de China desde 1949; en aquel momento los nacionalistas de Chiang Kai-shek se refugiaron allí después de perder la guerra civil en el continente contra los comunistas, convirtiéndola de hecho en heredera de la República de China fundada en 1912.

Xi ha fijado la reunificación de Taiwán como objetivo prioritario, pero sin especificar una fecha. Jin considera que cuando termine el XX Congreso del Partido Comunista de China en otoño -con la nueva coronación de Xi- comenzarán los preparativos concretos para la invasión. El año 2027 que señala el experto chino como fecha límite tiene un valor sumamente simbólico para el Partido: es el centenario del nacimiento del Ejército Popular de Liberación.

Para el académico nacionalista la confrontación armada es casi inevitable. Deja poco margen a la posibilidad de una reunificación pacífica, dado que la fuerza política taiwanesa dispuesta a dialogar con Beijing (el Kuomintang) tiene pocas perspectivas de recuperar el poder.

Sus previsiones coinciden en gran medida con las de los generales estadounidenses. Según el gobierno de Taipéi, en cambio, China ya está en condiciones de invadir Taiwán y podría lanzar un ataque "a gran escala" contra la isla antes de 2025. El profesor de Renmin sostiene que Beijing puede tomar la isla en un semana y sus fuerzas tienen capacidad para contener a las estadounidenses en un radio de 1.000 km de su costa.

El objetivo estratégico de China es impedir que EE.UU. supere la "first island chain", la línea ideal que conecta el sur de Japón con la isla de Papúa y que engloba también a Taiwán y Filipinas. Por eso, señala Jin, las Fuerzas Armadas chinas están perfeccionando su capacidad para usar misiles como amenaza contra las operaciones navales y aéreas de las unidades militares estadounidenses y también contra las bases de Washington en el Pacífico Occidental -sobre todo las de Japón y Guam.

Sin embargo los estrategas estadounidenses que consultó AsiaNews explican que el Pentágono está preparado para responder a los planes ofensivos chinos. La idea de los militares estadounidense es desplegar tropas y armamento de alta movilidad en las islas de la región, de manera de no dar referencias al Ejército Popular de Liberación.

Con la Taiwan Relations Act, Estados Unidos prometió defender a Taipei, especialmente con suministros militares. Fue adoptada en 1979 tras el reconocimiento diplomático formal de China comunista, pero no especifica la naturaleza real del compromiso de Washington. Esa "ambigüedad estratégica" produce continuas tensiones con el gobierno chino.

Jin, que se comporta casi como un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, aconseja además a Japón que no se una a EE. UU. en caso de conflicto por Taiwán. Advierte que en caso de ayudar en Taipéi, Tokio quedará tan derrotado como Washington. Ell académico chino considera que los japoneses deben hacerse a la idea de que está comenzando un nuevo rumbo en Asia Oriental.

El ex primer ministro japonés Shinzo Abe, que conserva una gran influencia en su país, dijo a principios de diciembre que un ataque a Taipéi también era una "emergencia" para Tokio. El mes pasado el primer ministro japonés Fumio Kishida anunció que el país reforzará sus defensas en las islas Ryukyu. El archipiélago - donde se encuentran importantes bases estadounidenses - se extiende entre la isla sureña de Kyushu y Taiwán.

En estos días la tensión entre Beijing y Tokio es alta. El 1 de febrero la Cámara Baja del Parlamento japonés aprobó una resolución condenando la situación humanitaria en China, con referencias directas a Hong Kong, Xinjiang, Mongolia Interior y Tíbet. El gobierno chino respondió calificándolo de "provocación grave".

 

 

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