China, traficaban vacunas vencidas: 125 personas arrestadas

El sistema funcionaba en veintidós provincias, con un volumen de negocios por un total de casi mil millones de yuan. Entre los detenidos hay también funcionarios del sistema de salud. Ellos habrían comprado las vacunas adulteradas, aplicándoselas a ciudadanos que desconocían la situación. La cuestión surgió a raíz de la detención de un médico, que vendía millones de dosis ya vencidas o conservadas de manera equivocada.

Beijing (AsiaNews/Agencias)- Las autoridades chinas han arrestado a ciento treinta y cinco personas en veintidós provincias del país, con la acusación de tráfico y comercio ilegal de vacunas por un valor total de casi medio millardo de yuanes. Quien refirió el último (de una larga serie) de escándalos en el ámbito de la salud -además qe otros de tipo ambiental y alimentario- fue la agencia oficial Xinhua, según la cual la cuestión podría poner en riesgo la confianza de los ciudadanos en el uso de las vacunas para la prevención de muchas enfermedades.

En un comunicado difundido ayer, la procuraduría de la República confirmó la orden de arresto contra ciento veintiséis personas, dedicadas al comercio de vacunas sin los permisos legales pertinentes.

De éstos, quince son investigados por vía informal, dos fueron reconocidos culpables y diez funcionarios del sistema de salud terminaron en la cárcel por negligencia en su desempeño. Estos últimos habrían comprado las vacunas ilegales, utilizándolos para la profilaxis de ciudadanos, que ignoraban toda la situación.

Las investigaciones iniciadas por la justicia comenzaron a raíz de una situación que salió a la luz en marzo pasado, cuando una médica de la provincia oriental de Shandong fue detenido por haber vendido dos millones de dosis de vacuna caducadas o conservadas en manera errónea. La doctora habría conservado las dosis a temperatura ambiente, en vez de conservarlas refrigeradas.

En este caso la vacuna arriesga perder su eficacia y no protege a la persona a la cual se le inocula. Entre las que fueron secuestradas, había vacunas contra la hepatitis B, la rabia, las paperas y la encefalitis japonesa. Las autoridades de Beijing pidieron una rápida investigación sobre este caso, para detener el tráfico ilegal, un escándalo que arriesga aumentar aún más la credibilidad sobre la salud china y en particular, sobre el sistema de distribución de las vacunas.