China, por primera vez, una conmemoración del Holocausto por el Ghetto de Shanghai

Esto fue anunciado por el Congreso Judío Mundial. Durante el período de la ocupación japonesa, aproximadamente 23.000 Judíos fueron encerradas en la zona para rendir homenaje a Hitler, aliado de Tokio. Liberados el 3 de septiembre de 1945, "es una parte del exterminio que nunca se recuerda".

Beijing (AsiaNews) - Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, los Judíos confinados en el gueto en Shanghai durante la ocupación japonesa de China será recordado de una manera solemne por el gobierno de Beijing y el Congreso Judío Mundial. Esto fue anunciado por el Congreso después de una reunión entre Robert Singer Oficial de Administración y el Ministro para los negocios chinos de ultramar Qiu Yuanpin. Beijing, dijo Singer, "es uno de las realidades más importantes en el campo de los asuntos internacionales, y está en nuestros mejores intereses estrechar relaciones con China".

Conocido como "Sector restringido para los refugiados apátridas", el gueto de Shanghai recibió unos 23.000 Judíos que huyeron de Europa. Miembro del Eje, Japón los ha mantenido encerrados para complacer a Hitler, a pesar de que no ha puesto en marcha los asesinatos en masa como las de Polonia o Alemania. El gueto fue liberado por las tropas chinas 03 de septiembre 1945, después de la capitulación de Tokio.

El presidente del Congreso, Ronald Lauder, dijo que "esta histórica conmemoración rinde homenaje por primera vez a esa parte del Holocausto que suele atraer menos atención". Por su parte, el ministro Qiu aclaró que "nuestra tarea es promover la comprensión, la amistad, los intercambios y la cooperación mutua entre los chinos de ultramar y el pueblo judío. Ellos y nosotros hemos sufrido a manos de las fuerzas fascistas pero al final conseguimos la victoria".

El gobierno chino reconoce sólo cinco religiones: budismo, el taoísmo, el islamismo, el catolicismo y el cristianismo protestante. Los fieles de todos estos grupos debe registrarse con las organizaciones estatales que controlan las religiones, o se ven obligados a vivir su fe con serias limitaciones y corriendo graves riesgos. El judaísmo no cae en estas categorías, pero, aun sin la aprobación, a los pocos judíos que viven en el país se les permite la práctica religiosa. El 1992, con la apertura de los canales diplomáticos directos entre China e Israel, marcó un punto de inflexión positivo para el regreso del judaísmo en China.