China, mujer encinta en su octavo mes es amenazada para que aborte
Beijing (AsiaNews / Agencias) - No voy a dejar que "el médico mate a mi bebé con una inyección" es el mensaje desesperado escrito en la mañana de ayer en Sina Weibo (el equivalente chino de Twitter) de una mujer china de 41 años, en el " octavo mes de embarazo y residente de la provincia suroccidental de Yunnan, en contra de la presión que está recibiendo para detener el embarazo. La mujer, identificada sólo por el apellido Chen, dijo que el empleador del marido amenazó con despedir al hombre si su esposa no aborta por la fuerza.
El mensaje publicado por la mujer está provocando la indignación pública en las redes sociales, lugar donde decidió colocar su súplica desesperada. Para el sitio WeChat (populares plataforma de micro-blogs en China) la Sra. Chen también dijo que ella y su marido no esperaban tener más de un hijo. También dijo que había sido víctima de amenazas: "Los empleadores de mi marido sabían de mi embarazo. Ellos enviaron a nuestra casa a hombres que querían matar a mi hijo a cambio de la seguridad del puesto de trabajo para mi marido". Ahora la pareja teme repercusiones de las autoridades locales, impulsados por una campaña en línea para investigar el caso.
El aborto forzado es una práctica muy extendida en China desde cuando a finales de los años 70 el Partido Comunista decidió adoptar la ley del hijo único para controlar los nacimientos en el país. De acuerdo con estimaciones de Estados Unidos, la ley ha “impedido” el nacimiento de 400 millones de niños en 35 años, en su mayoría mujeres. Aunque el aborto forzado es ilegal, las crónicas abundan en historias de esterilizaciones y abortos forzados más allá del período de seis meses permitido por la ley.
El gobierno de Beijing en el 2013 decidió “aligerar” la normativa, permitiendo que las parejas tengan dos hijos, si un padre ya tiene un hijo único. Aunque las autoridades han publicitado en modo positivo los resultados producto de este “alivio”, hay voces que siguen denunciando que continúa la violencia contra las mujeres que se rehusan a abortar a los niños por nacer.
Además de destacar los efectos trágicos sobre la serenidad de las familias, desde hace varios años que los activistas están señalando las consecuencias económicas negativas que supone la política de planificación familiar. Demógrafos chinos muestran que a partir del año 2025 la fuerza de trabajo disminuirá a razón de 10 millones por año; para el 2030 habrá 360 millones de ancianos, a diferencia de los 200 millones en 2013. Si se continúa poniendo un límite al nacimiento, habrá cada vez menos trabajadores, menos impuestos pagos y los gastos para el cuidado de los ancianos serán cada vez mayores.
15/02/2017 10:48
22/11/2018 13:20