China, la memoria de los misioneros de San Colombano en la iglesia de Nanfeng

Cuando se remodeló la parroquia que les habían devuelto después de funcionar durante muchos años como jardín de infantes, una comunidad de la provincia de Jiangxi decidió colocar en los nuevos vitrales las imágenes de los sacerdotes irlandeses que ejercieron allí su apostolado entre las décadas de 1920 y 1950. Entre ellos un mártir asesinado por las milicias comunistas cuya tumba sigue siendo un lugar venerado por los católicos locales.

Milán (AsiaNews)- En estas semanas, el centenario de la celebración del Concilio de Shanghai es una oportunidad para volver a proponer la reflexión sobre el tema del rostro de la Iglesia católica en China. Incluso en el reciente congreso que se llevó a cabo en la Pontificia Universidad Urbaniana uno de los temas centrales fue la cuestión de la relación entre los misioneros occidentales que se encontraban en China en la turbulenta primera mitad del siglo XX, las potencias coloniales y la cultura local china. Una cuestión que el fuerte énfasis que puso hoy el presidente Xi Jinping en la "sinización" de las religiones ha convertido en un tema candente. Pero fuera de las lecturas de la historia vinculadas a los acontecimientos políticos actuales en Beijing, ¿cómo mira realmente una pequeña comunidad católica de una provincia china a los misioneros que llegaron de Europa y desarrollaron allí su ministerio hasta que fueron obligados a abandonar el país en los años cincuenta?

Un interesante testimonio en este sentido se puede leer en el último número de Far East Magazine, la revista de los misioneros de San Columbano, un instituto irlandés que tiene una larga trayectoria de apostolado en China continental, con vínculos que se mantienen hasta nuestros días. Es el relato de un viaje que realizaron en los últimos meses algunos de estos misioneros a Nanfeng, en la provincia de Jiangxi, donde los sacerdotes del instituto estuvieron presentes durante más de veinte años. Recientemente ocurrió aquí algo aparentemente pequeño, pero importante desde el punto de vista simbólico. Cuando se restauró la iglesia local de estilo neogótico - construida a principios del siglo XX y devuelta hace apenas quince años, después de haber sido utilizada durante mucho tiempo como guardería para niños - el actual párroco propuso que estuvieran representados los tres misioneros de San Columbano que ejercieron su ministerio en Nanfeng.

“Hace dos años, cuando se empezaron a suavizar las restricciones por el Covid-19 en la provincia china de Jiangxi, los católicos de la parroquia de Nanfeng hicieron planes para la necesaria renovación de la Iglesia del Sagrado Corazón - cuenta el p. Dan Troy, que vive en Wuhan desde hace algunos años-. El P. Dominic Zhang aprovechó su experiencia para negociar las etapas iniciales del proyecto con un constructor local. La primera etapa fue rehacer el techo del templo, que se había mantenido intacto durante cerca de 100 años. También se decidió diseñar e instalar nuevos vitrales y el P. Dominic quería que la historia de la parroquia se reflejara en las nuevas ventanas colocando allí las imágenes de los tres sacerdotes de San Columbano. Todos ellos habían prestado servicio en la parroquia o en los alrededores durante algunos de los años comprendidos entre fines de la década de 1920 y principios de la década del cincuenta" (precisamente cuando tuvo lugar el Concilio de Shanghai y su controvertida implementación ndr).

Los misioneros en cuestión fueron el P. Tim Leonard (que llegó en 1928 y murió mártir aquí un año después), el P. Jerry Buttimer (también enterrado en Nanfeng, donde murió en la ola de calor de 1948) y el p. Paddy Dermody (quien después que fue expulsado de China continuó su ministerio en Estados Unidos y luego en Irlanda). Cabe subrayar que el P. Leonard fue asesinado por milicias comunistas: en julio de 1929. Un grupo de guerrilleros irrumpió en la iglesia mientras él estaba celebrando misa y pocos días después fue juzgado y acusado de ser un espía extranjero y de promocionar la religión. Lo mataron a golpes de pico. Su tumba en Nanfeng - señalada por una cruz celta de mármol con una inscripción en caracteres chinos - sigue siendo un lugar visitado por los católicos locales.

“El pueblo chino - comenta el p. Troy - tiene un profundo respeto por la historia, tanto si se trata de la historia de una nación, de un distrito o de una familia. Muchos cuentan que su familia tiene documentos escritos que se remontan a varios siglos atrás. Los católicos de la Iglesia del Sagrado Corazón de Nanfeng decidideron incluir las imágenes de los tres sacerdotes en los nuevos vitrales para honrar su historia. Estas ventanas recuerdan a los católicos de la zona y a muchos visitantes que la historia de la Iglesia en esta parte de China está vinculada a los esfuerzos sinceros que realizaron los misioneros de San Columbano en tiempos antiguos".

“Nuestras visitas a las tumbas del P. Leonard y el P. Buttimer - añade el sacerdote irlandés - nos permitieron comprobar que siguen dando testimonio de una parte de la historia misionera de la Iglesia en China central. También celebramos Misa en la Iglesia del Sagrado Corazón. Las imágenes de los tres sacerdotes de San Columbano nos acompañaron desde los vitrales recién instalados y los dulces ecos de la historia parecieron unirnos de una manera que afirmaba que Dios puede conectar fielmente la historia de la Iglesia en China a través de las generaciones”.

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