China, la familia del sacerdote “suicida” reclama una nueva investigación
Los seres queridos del Padre Pedro Yu Heping, también conocido como Wei Heping, pudieron examinar el informe de la autopsia tan sólo una vez: el texto habla de una hemorragia cerebral, pero agrega que no había heridas visibles en el cuerpo. Ante las protestas de los familiares, la respuesta de la policía ha sido que “el caso está cerrado”. Card. Zen: “En China no existe solamente el suicidio, sino también el hecho de “ser suicidado”. La muerte de este sacerdote, al igual que el grano de trigo evangélico, traerá frutos en abundancia”.
Hong Kong (AsiaNews) – La familia del padre Pedro Yu Heping, sacerdote chino de la Iglesia no oficial, quien murió en circunstancias misteriosas en noviembre de 2015, ha pedido a las autoridades que se abra una nueva investigación sobre el presunto suicidio de su allegado. El cuerpo del sacerdote fue hallado el 8 de noviembre en el río Fen, afluente del Río Amarillo, que corre a través de la provincia de Shaanxi. La policía enseguida calificó la muerte como un suicidio. Del mismo modo, los familiares y los amigos del Padre Yu (quien también era conocido como Wei Heping) plantearon varias sospechas sobre lo ocurrido.
Según la agencia Ucanews, el día 15 de enero de 2016, en el cuartel de policía Wanbailin (en la ciudad de Taiyuan), se mostraron los resultados de la autopsia a la familia. En el texto del informe se lee que se encontró “una importante hemorragia” en el lado derecho del cerebro, pero que no había signos o heridas visibles sobre la piel. El problema, dice una fuente, es que “los agentes no han permitido a los familiares hacerse del informe ni han provisto una fotocopia del mismo. Ningún documento fue mostrado al público”.
Actualmente, los familiares piden una nueva investigación. “¿Cómo puede hablarse de suicidio, cuando la autopsia es tan vaga? Puede haber muerto por otros motivos”. Además, el Padre Wei era un sacerdote “bueno y fiel”, y el suicidio es considerado un pecado grave para la Iglesia Católica. “Jamás lo habría cometido”. Por su parte, los agente han respondido que el caso “está cerrado" y que "no será reabierto”.
La Iglesia de Hong Kong tampoco da crédito al presunto suicidio. El padre Wei, dicen diversas fuentes de AsiaNews, “era muy conocido incluso fuera de China, conocía las lenguas y sabía usar Internet. En síntesis, era alguien peligroso para el gobierno. Además, era un sacerdote espléndido: jamás se habría suicidado”. Esta opinión es compartida también por el obispo emérito de la diócesis, el card. Joseph Zen Ze-kiun, quien, junto a los fieles, quiso recordar el alma del difunto con una misa de sufragio (en la foto), que se celebró el 30 de diciembre pasado.
Esa tarde, el prelado dijo en su homilía que “agradecemos al Señor por la abundancia de dones en la vida del Padre Wei: la gracia del Bautismo, de su vocación sacerdotal, de servir al pueblo de Dios de tan diversas maneras. Tenía la mitad de mi edad, pero yo lo admiro por su compromiso en el educar a los jóvenes, por el ímpetu misionero, por la formación de las vocaciones y por el servicio a los pobres.
Luego de la reunificación de Hong Kong con China continental, continúa el Card. Zen, “nuestras Iglesias deberían pertenecer a una única familia, pero, en cambio, parecen dos mundos distintos. Nosotros tenemos libertad de culto, ellos aún son perseguidos […] su ejemplo en la fe a menudo hace que nos avergoncemos de nosotros mismos, pero nos alienta también a sostener la libertad religiosa. Y, sin embargo, hay quien no se siente a gusto al ver que se da este intercambio entre nosotros y nuestros hermanos del continente”.
Hemos aprendido, concluye el obispo emérito, “que en China no existe solamente el suicidio, sino que existe también el hecho de “ser suicidado”. A pesar de todo, este grano ya ha caído en la tierra: esperamos que pueda traer frutos en abundancia”.
11/11/2017 12:37