China, el Partido cambia el “bastión del hijo único”: Ahora procreen
Yichang, en la provincia central de Hubei fue alabada por decenios gracias a su estrecha observancia de la “one child policy”, la ley del hijo único. Hoy las autoridades comunistas retractan todo y piden a los jóvenes camaradas “trabajar sobre ellos mismos” para tener al menos un segundo hijo. Los camaradas ancianos deben “guiarlos sobre el camino de la educación socialista de los jóvenes”.
Beijing (AsiaNews)- El Partido comunista central “invitó fuertemente” a sus propios miembros de Yichang, provincia central de Hubei, a tener cuánto “antes posible” un segundo hijo. La ciudad fue alabada por decenios como ejemplo para el resto del país por su férrea observancia de la regla del hijo único. La política aplicada por Deng Xiaoping a fines de los años setenta del siglo pasado destruyó el concepto de familia y hoy es la amenaza más real al sistema jubilatorio y al bienestar, dado el veloz envejecimiento de la población.
La Comisión para la salud y la planificación familiar de la zona publicó una carta abierta sobre el propio sitio, compilada después de las “recomendaciones” de Beijing: “Los jóvenes camaradas deben trabajar sobre sí mismos, mientras que los más ancianos deben educar y controlar a sus propios hijos llevándolos al camino del socialismo”. El texto está dirigido a los miembros del Partido comunista y a aquellos de la Liga comunista juvenil: Yichang tiene casi cuatro millones de residentes.
La carta enfatiza los “beneficios de tener más hijos” y pone en guardia a la población del “riesgo de tener sólo uno”. En el año 2010 la misma Yichang fue alabada a nivel nacional-con gran eco en la prensa- por haber sido fiel a los dictámenes de política familiar del PCC al punto que hoy la tasa de natalidad es inferior a 1 hijo por mujer.
Si este fenómeno debiese continuar, concluyen los miembros de la Comisión, “nos encontraremos delante a riesgos enormes para la economía y para el desarrollo social. Pero quién pagará las consecuencias sería también la felicidad de las familias de nuestra ciudad. La población envejece, el trabajo falta y la urbanización languidece. Debemos cambiar”.
Desde 1979 en adelante China actuó- a menudo con violencia- la política de un hijo solo por familia, para concentrar la nación sobre el desarrollo económico. A continuación se permitió a grupos étnicos tener dos hijos y a los campesinos tener dos si el primer hijo era una niña. La actuación de la ley fue a menudo violenta, con multas odiosas contra los violadores y hasta las esterilizaciones forzadas y aborto hasta los nueve meses de embarazo.
Entre 2013 y 2014 el gobierno ha “aliviado” la ley y consintió a algunas parejas (aquellas en las cuales al menos uno de los cónyuges es “hijo único por ley”) el poder tener un segundo niño. Sin embargo sobre 11 millones de parejas que entran dentro de esta casuística solamente 1,45 millones han pedido poder acceder al privilegio concedido. Y de los 20 millones de neonatos esperados por Beijing para el año 2014, nacieron sólo 16,9 millones.
El Plenario del partido comunista de noviembre 2015 eliminó del todo la norma, esperando así de dar un impulso decisivo a la natalidad. Pero esto, explican algunos expertos a AsiaNews, “no surtió ningún efecto real. También porque el gobierno eliminó la ley pero no creó planes de apoyo económico para las parejas jóvenes y para los migrantes. Tener un hijo hoy en China cuesta muchísimo, imaginémonos tener más de uno”.
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