China, critican al gobierno: internados en manicomios

La nueva ley sobre la salud mental de 2013, prohíbe la internación coapta sin el parecer de un médico, pero las autoridades la ignoran. Shi Genyuan y Song Zaimin "desaparecen" después del arresto y reaparecen en estructuras psiquiátricas, atados en las camas y dopados. La práctica va adelante desde hace decenios.

Beijing (AsiaNews)- La autoridades de la provincia sudoriental de Fujian han encerrado en un hospital psiquiátrico a Shi Genyuan, blogger muy crítico en relación con el gobierno local. El hombre se encuentra desde el 3 de junio de 2014 en el reparto de enfermedades mentales n° 3 de Quanzhou, donde está atado a la cama y dopado. El mismo tratamiento le fue reservado por la policía de Beijing al activista democrático, Song Zaimin, "desaparecido" el 27 de agosto y "reaparecido" en el hospital psiquiátrico Pinggu de la capital. Ambos casos fueron denunciados por la Civil Rigths and Livehood Watch.

Shi fue arrestado una primera vez en agosto del 2013 y retenido por la policía sobre la base de una "pericia psiquiátrica" realizada por los mismos agentes. En mayo del mismo año fue acusado de "incitar a la subversión del poder estatal", pero quedo en libertad. Según un amigo, identificado como Pan, la policía "usa la enfermedad mental como excusa para retenerlo. Nadie lo considera loco".

Song fue en vez arrestado después de haber participado en un evento en el que se conmemoraba el 25° aniversario de la masacre de la plaza Tienanmen, celebrado el 4 de junio de 2014. Hou Xin, activista también de Beijing, dice a Radio Free Asia:"Estoy muy preocupado por su situación. Jamás pensé que llegarían a usar un hospital psiquiátrico para arrestarlo. Veremos si a través de un abogado logremos hacerlo salir, pero será duro: la gente no sale fácilmente de esos lugares".

Por diversos decenios, la internación en un nosocomio psiquiátrico fue el medio usado por las autoridades para hacer desaparecer a los "elementos indeseables" sin pasar por un tribunal. La ley nacional, de hecho establecía que el poder de encerrar o internar a alguien en estos repartos estaba en manos de la policía local. Un decreto de mayo 2013, muy promocionado por los medios estatales, eliminó esta normativa e impuso la pericia médica antes de la internación.

Según el Chinese Human Rights Defender, "la ley sobre la salud mental en el papel es muy clara: estas detenciones son una violación directa de las libertades personales. Sin embrago esto no ha detenido el uso de la internación como represalia para los "indeseables".