Chen Jiangang, abogado chino: “Si yo llegara a perder mi libertad”
La tristeza y el apego a la vida de Chen Jiangang, abogado defensor de algunos abogados que defienden los derechos humanos y que han sido encarcelados por las autoridades chinas. Una declaración escrita, previendo las posibles torturas y las falsas confesiones a las que someten a los prisioneros.
Beijing (AsiaNews) – Chen Jiangang (陈建刚) es uno de los dos abogados defensores de Xie Yang (谢阳), un abogado chino que lucha por los derechos humanos que ha sido acusado de subversión y condenado por las autoridades de la República popular china. En las últimas semanas, han salido a la luz testimonios de las condiciones degradantes y las torturas físicas y psicológicas a las que son sometidos estos prisioneros en China. Además de sufrir las torturas, los abogados son obligados a “confesar” sus culpas y a revelar otros nombres de personas involucradas en sus “proyectos subversivos”. Las confesiones a menudo son filmadas y difundidas a través de Internet o en la televisión. AsiaNews ya ha publicado lo que les sucedió a los abogados Wang Quanzhang (王全璋) y Li Chunfu (李春富). El Global Times, periódico vinculado al Partido comunista chino, ha negado la utilización de torturas y el uso de la violencia contra los “subversivos” para obtener información. En tanto, crecen los reclamos dirigidos a las más altas organizaciones mundiales por los derechos humanos por parte de ONG y los amigos y familiares de las víctimas. Por temor a terminar igual que sus colegas, hace dos días, Chen Jiangang difundió una declaración, que “China Change” dio a conocer públicamente. Traducción de AsiaNews.
La vida es preciosa. Quiero vivir para ver en China la realización de los valores universales de la democracia, de la libertad, de la ley y de los derechos humanos. Quiero ver en el país un sistema de gobierno constitucional consolidado. La familia es preciosa. Quiero ver crecer a mis hijos, viviendo libres y gozando de buena salud. Por todos estos motivos, yo no me quitaré la vida. Si llegara a ocurrirme algo inesperado, les ruego excluir la hipótesis de suicidio.
No he cometido ningún crimen. Jamás me he ausentado a raíz de interrogatorio alguno, y jamás presenté acusaciones falsas ni intenté dañar a nadie. Cualquier confesión realizada, sea esta escrita, oral o video-registrada, cualquier auto-degradación o acusación hacia terceros ha sido realizada en circunstancias en las cuales fui privado de mi libertad y obligado contra mi voluntad, ya sea torturado o amenazado. Éstas son las únicas circunstancias en las cuales podría haber dicho algunas cosas, de las cuales ninguna es cierta.
Sólo soy un hombre de carne y hueso. En caso de ser torturado, no puedo garantizar que no habré de someterme. Durante mis años de trabajo como defensor, he tomado conocimiento de muchos casos de tortura en China, y de la indecible crueldad vinculada a ellos. Si fuera torturado y obligado a someterme, cualquier cosa que llegara a decir sería algo inventado. Ninguna de mis afirmaciones puede ser considerada como prueba para validar acusaciones, condenas o difamaciones, sin importar contra quien fueran dirigidas.
Si perdiera mi libertad y terminara en televisión, y revelara el nombre de alguno de mis amigos, les ruego que me perdonen. Esas no serían mis palabras ni mi voluntad. Llegado ese punto, me habrán transformado en nada más que un objeto de una escena montada. Les ruego que me perdonen.
Asumo absoluta responsabilidad por cada personaje que ha sido citado en las actas firmadas durante los encuentros con Xie Yang (谢阳) y también por aquellos cuyos nombres aún no han sido difundidos públicamente. Lo mismo vale para las mentiras infundadas que han sido divulgadas por los medios inescrupulosos del Estado, que han señalado que las torturas sufridas por mí son falsas, y que se trata de invenciones. Las mismas ya han sido detalladas en mi ensayo “Cómo salieron a la luz las torturas de Xie Yang”.
A mis queridos hijos, de parte su padre, que los ama*
Chen Jiangang (陈建刚)
03 de marzo de 2017
*Chen Jiangang tiene dos hijos, de seis y dos años de edad – nota del traductor.
17/12/2016 13:14