Al menos 800 familias han intentado una causa contra la dirigencia saudita, por los presuntos ligámenes con los terroristas. Una iniciativa que se hizo posible gracias a la aprobación de la controvertida Jasta, a la que se opuso en su tiempo por Obama. Riad esta “disgustada” y mira a Trump- en el pasado favorable a la aprobación- para que “corrija” la ley.

Washington (AsiaNews(Agencias)- Centenares de familias de las víctimas de los atentados del 11 de setiembre de 2001 en los EEUU han intentado una acción legal contra Arabia Saudita, para obtener una indemnización material en base a una controvertida norma adoptada en setiembre. Esta ley, conocida con el acrónimo de “Jasta”, aprobada a despecho del veto del ex –presidente Barack Obama (pero apoyada en esa época por Trump), reconoce que en caso de atentado en territorio americano una excepción del principio de soberanía. Y hace imputable a un estado extranjero por ligámenes, según los promotores de la causa, de “complicidad” con los terroristas.

Los parientes de al menos 800 víctimas han promovido una causa contra los vértices sauditas, considerados responsables en diversos modos de ligámenes con el peor atentado cometido en territorio americano. La acción legal, depositada en el Tribunal federal de Manhattan (Nueva York), delineo un escenario en el cual surgirían involucraciones de funcionarios sauditas en la operación. Ellos habrían ayudado- en diversos modos- a los kamikazes en la operación del ataque. E ilustra cómo los funcionarios de las embajadas sauditas en el mundo han ayudado por mucho tiempo a Salem al-Hazmi y Khalid Al-Mihdhar en los meses precedentes a los atentados del World Trade Center de Nueva York, en el Pentágono en Washington y sobre el vuelo que se estrelló en el territorio de Pennsylvania.

Muchos de los elementos contenidos dentro de las acciones legales serían fruto de investigaciones realizadas en el pasado por el FBI sobre los atentados terroristas. El abogado Jim Kreindler, experto en aviación, afirma que muchos de los entes y fundaciones ligadas a los kamikazes eran en realidad un “alter ego del gobierno saudita”.

Inmediata la réplica de los vértices de Riad, que se apelan al presidente Trump, para que cancele la controvertida norma. Khalid al-Falih, ministro saudita de Energía y jefe del gigante del petróleo Aramco, manifiesta su propio “desacuerdo” por una ley aprobada en una “fase caliente” de la política americana. Él confía en la nueva administración Trump y al próximo Congreso para que introduzca- sin especificarlas- “medidas correctivas”

Arabia Saudita es un aliado de larga data de los EEUU. Del Reino wahabita provienen 15 de los 19 terroristas de los ataques del 11 de setiembre en los EEUU, en los cuales murieron unas tres mil personas y tres de ellos habían trabajado en el pasado para el reino. Sin embargo, jamás surgieron ligámenes dirigidos por los v´pertices de Riad. En los meses pasados el ministerio saudita de Exteriores había amenazado retirar las inversiones y los contratos económico-comerciales entre Riad y Washington en caso de aprobación de la controvertida norma.

Arabia saudita invirtió 750 millardos de dólares en los bancos de los EEUU.

Según algunos analistas y estudiosos habrían algunos elementos que unen los atentados de setiembre 2001 al reino wahabita: ante todo, como ya hemos recordado. El hecho que 15 terroristas tuviesen pasaporte saudita y tenían “ligámenes” con funcionarios sauditas en la patria y en el extranjero; la colaboración de hombres y medios (sauditas) con los terroristas, comprendido el jefe de la célula terrorista Mohamed Atta; funcionarios de la embajada habrían ayudado a dos de los terroristas- Salem al-Hazmi y Khalid Al-Mihdhar- por al menos 18 meses, garantizando a ellos dinero, contactos y consultaciones lingüísticas; la familia saudita, para evitar ataques de al-Qaeda en el territorio, habría financiado a Ong ligadas a la red de terror de Osama bin Laden; la ideología extremista wahabita aplicada en Arabia Saudita, en base a la cual el islam es religión de estado y la única admitida.

• Washington (AsiaNews(Agencias)- Centenares de familias de las víctimas de los atentados del 11 de setiembre de 2001 en los EEUU han intentado una acción legal contra Arabia Saudita
• para obtener una indemnización material en base a una controvertida norma adoptada en setiembre. Esta ley
• conocida con el acrónimo de “Jasta”
• aprobada a despecho del veto del ex –presidente Barack Obama (pero apoyada en esa época por Trump)
• reconoce que en caso de atentado en territorio americano una excepción del principio de soberanía. Y hace imputable a un estado extranjero por ligámenes
• según los promotores de la causa
• de “complicidad” con los terroristas. Los parientes de al menos 800 víctimas han promovido una causa contra los vértices sauditas
• considerados responsables en diversos modos de ligámenes con el peor atentado cometido en territorio americano. La acción legal
• depositada en el Tribunal federal de Manhattan (Nueva York)
• delineo un escenario en el cual surgirían involucraciones de funcionarios sauditas en la operación. Ellos habrían ayudado- en diversos modos- a los kamikazes en la operación del ataque. E ilustra cómo los funcionarios de las embajadas sauditas en el mundo han ayudado por mucho tiempo a Salem al-Hazmi y Khalid Al-Mihdhar en los meses precedentes a los atentados del World Trade Center de Nueva York
• en el Pentágono en Washington y sobre el vuelo que se estrelló en el territorio de Pennsylvania. Muchos de los elementos contenidos dentro de las acciones legales serían fruto de investigaciones realizadas en el pasado por el FBI sobre los atentados terroristas. El abogado Jim Kreindler
• experto en aviación
• afirma que muchos de los entes y fundaciones ligadas a los kamikazes eran en realidad un “alter ego del gobierno saudita”. Inmediata la réplica de los vértices de Riad
• que se apelan al presidente Trump
• para que cancele la controvertida norma. Khalid al-Falih
• ministro saudita de Energía y jefe del gigante del petróleo Aramco
• manifiesta su propio “desacuerdo” por una ley aprobada en una “fase caliente” de la política americana. Él confía en la nueva administración Trump y al próximo Congreso para que introduzca- sin especificarlas- “medidas correctivas” Arabia Saudita es un aliado de larga data de los EEUU. Del Reino wahabita provienen 15 de los 19 terroristas de los ataques del 11 de setiembre en los EEUU
• en los cuales murieron unas tres mil personas y tres de ellos habían trabajado en el pasado para el reino. Sin embargo
• jamás surgieron ligámenes dirigidos por los v´pertices de Riad. En los meses pasados el ministerio saudita de Exteriores había amenazado retirar las inversiones y los contratos económico-comerciales entre Riad y Washington en caso de aprobación de la controvertida norma. Arabia saudita invirtió 750 millardos de dólares en los bancos de los EEUU. Según algunos analistas y estudiosos habrían algunos elementos que unen los atentados de setiembre 2001 al reino wahabita: ante todo
• como ya hemos recordado. El hecho que 15 terroristas tuviesen pasaporte saudita y tenían “ligámenes” con funcionarios sauditas en la patria y en el extranjero; la colaboración de hombres y medios (sauditas) con los terroristas
• comprendido el jefe de la célula terrorista Mohamed Atta; funcionarios de la embajada habrían ayudado a dos de los terroristas- Salem al-Hazmi y Khalid Al-Mihdhar- por al menos 18 meses
• garantizando a ellos dinero
• contactos y consultaciones lingüísticas; la familia saudita
• para evitar ataques de al-Qaeda en el territorio
• habría financiado a Ong ligadas a la red de terror de Osama bin Laden; la ideología extremista wahabita aplicada en Arabia Saudita
• en base a la cual el islam es religión de estado y la única admitida.