Católicos indonesios: Pascua bajo la consigna de la oración y la solidaridad hacia lo más necesitados

de Mathias Hariyadi

Siguiendo la invitación del Papa, los obispos promueven iniciativas en lo social, según el lema “hacer el bien a los otros”. Entre las tantas iniciativas, el fondo de aseguración para cubrir los gastos de los funerales y la colecta de fondos para ayudar a los estudiantes necesitados. Muchos los bautismos para la noche de Pascua.

Yakarta (Asianews)- Siguiendo la invitación varias veces hacha por el Papa francisco, la Conferencia episcopal indonesia (Kwi) bajo el lema “hacer el bien a los otros”, lanzó una serie de iniciativas en el campo social a favor de los más pobres y necesitados. Son diversas las diócesis y arquidiócesis del archipiélago que han adherido a la iniciativa, porque la práctica de la fe- advierten los prelados- debe ser finalizada no sólo a la salvación personal sino también al bien de los otros. Del juntar fondos para los necesitados a las colectas para pagar becas a los estudiantes menos pudientes, hasta la cobertura para garantizarse una digna sepultura- el costo de los funerales es muy caro en la capital y en diversas zonas- y son muchas las actividades en programa.

En ocasión del año del Agradecimiento, lanzado en vía oficial para el 2015 por la Arquidiócesis de Yakarta, con el título “No hay sincera gratitud, si no se hace algo de bueno para los otros”, los vértices eclesiásticos locales han promovido una iniciativa particular. Dar una cobertura de seguro a un precio reducido a las familias más pobres, para permitirles la celebración de las exequias cuando muere algún pariente.

Propuesta por el arzobispo de la capital, mons. Ignatius Suhryo hace dos años, la iniciativa encontró una buena respuesta a la iniciativa y han decidido adherir a ella. Al precio anula de 9 dólares, los familiares del difunto pueden beneficiar de 950 dólares para realizar los trámites burocráticos y proceder a la sepultura.

Siempre en Yakarta comenzaron otras iniciativas dedicadas a programas educativos- como hace notar mons. Shuaryo- para los estudiantes más pobres y necesitados. Por el resto en la capital las cuotas escolásticas son muy caras- en particular en los institutos privados- como las escuelas católicas- donde el nivel de enseñanza tiene un nivel superior a la media. Para evitar que sólo los “ricos” puedan acceder y según un espíritu de solidaridad promivido por la arquidiócesis, durante la Cuaresma fueron promovidas colectas de fondos para sostener la iniciativa. Entre las parroquias comprometidas la Jagakarsa en el sur de Yakarta y la Regina Coeli en el norte de la ciudad.

Similar iniciativa se realiza también en la diócesis de Purwokerto, en Java central, donde el obispo Julianus Sunarka dedicó este año al apostolado en la instrucción. Muchos son los recursos humanos y financieros que tienen como fin la promoción de “proyectos” educativos. También en estos casos muchos de los fondos recogidos durante la cuaresma, fueron destinados a los proyectos educativos. En las semanas precedentes a la Pascua, es praxis común en las varias diócesis el promover campañas de juntar fondos; sobres o pequeñas cajitas que se distribuyen entre las familias católicas y el dinero juntado es confiado a los responsables diocesanos, que los utilizan para apoyar iniciativas benéficas o campañas humanitarias.

Además, el tiempo de Cuaresma es también tiempo de penitencia y de profundización de la fe. En ocasión del Domingo de Ramos, decenas de católicos se pusieron en paciente espera para confesarse. En la parroquia de Pakem-pequeño suburbio del North Yogyakarta, en Java central. 7 adultos recibirán el bautismo en la misa de la Vigilia. En la parroquia de Banyumanik, en Semarang (Java central), unas 12 personas ya han recibido el bautismo, en el contexto de una ceremonia que tuvo la participación entusiasta de toda la comunidad católica local.

En Indonesia, nación musulmana más poblada en el mundo, los católicos son una pequeña minoría compuesta por unos 7 millones de personas, casi el 3% de la población. Ellos son una parte activa en la sociedad y contribuyen al desarrollo de la nación y a la obra de ayudas durante las emergencias, como sucedió durante la ocasión del devastador aluvión de enero de 2013.