Católicos coreanos: ‘Ahora aguardamos la paz'

El 25 de junio pasado, los obispos y más de 20.000 fieles recordaron el 69o aniversario del comienzo de la Guerra. Mons. You encomienda el proceso de paz al Espíritu Santo, a la Virgen y a los mártires coreanos. “El camino no puede ser breve; hay que dar muchos pasos”.

Seúl (AsiaNews) – Alegría y esperanza: son los sentimientos que embargan a los católicos de Corea frente al histórico encuentro de ayer, en la localidad de Panmunjom, entre el presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump,y el líder norcoreano Kim Jong-un. “Estamos contentísimos”, es lo que declara, al dialogar con AsiaNews, Mons. Lazzaro You Heung-sik (foto), obispo de Daejeon y presidente de la Comisión de Asuntos sociales de la Conferencia Episcopal de Corea (CBCK).

“El 25 de junio pasado, hemos recordado el 69o aniversario del inicio de la Guerra de Corea. La división, el odio y el prejuicio han marcado las relaciones entre los dos países por casi 70 años, pero el año pasado el diálogo halló un nuevo impulso. Ha pasado tanto tiempo, que el camino a la paz no puede ser breve: hay que dar muchos pasos”, afirma Mons. You.

“Kim Jong-un y Trump – prosigue – ya han dado algunos importantes, como las cumbres anteriores, en Singapur y Hanoi. Si bien en el último caso los líderes lograron un acuerdo, su encuentro fue una señal de esperanza, ya que los EEUU y Corea del Norte pudieron reunirse y entender qué piensa una [nación] de otra. Tal como reafirmó el Papa Francisco, durante el Ángelus de ayer, esta es la belleza de la cultura del encuentro. Si Kim y Trump no hubieran hablado en Hanoi, el gran paso adelante de ayer jamás hubiera tenido lugar”.

“Con ocasión del aniversario del 25 de junio, los obispos coreanos, junto a más de 20.000 fieles nos hemos reunido a orar con la mirada puesta en Panmunjom, ubicada a pocos kilómetros del pueblo. Hemos rezado juntos, pidiendo por la paz en la península, y pocos días después, Trump y Kim se encontraron. Nuestra esperanza es que se prosiga en esta dirección”.

“Como digo siempre a mis feligreses, en este histórico momento, Corea del Norte, Estados Unidos, Corea del Sur y China piensan, ante todo, en sus intereses. Que el Espíritu Santo, la Virgen y todos los mártires coreanos se muevan, para cambiar los corazones de los líderes, de modo que ellos puedan finalmente alcanzar un acuerdo. También es importante la manera en que los católicos vivimos nuestra vida. Siendo hombres de fe, del encuentro y de la comunión, estamos llamados a ser testigos de paz. De esta manera -concluye Mons. You-, se llegará a la paz en la península coreana”. (P.F.)