Católicos contra el estupro a las muchachas dalit: Es necesario un cambio en la sociedad
Mumbai (AsiaNews)- "Este horrible y trágico gesto pone en luz la violencia contra las mujeres en la vida de todos los días. El verdadero desafío es combatir contra aquellas normas sociales que promueven la violencia de género en India". Es cuánto afirma a AsiaNews el doctor Pascoal Carvalho, médico de Mumbai y miembro de la Pontificia Academia por la vida, en relación con el estupro y el homicidio de 2 muchachas dalit, sucedido el 28 de mayo pasado en Uttar Pradesh.
La brutalidad de la agresión desencadenó un ola de indignación y protestas en el pueblo y en el extranjero, en modo similar de cuánto acontecido en diciembre de 2012 con el estupro en Nueva Delhi. "Después de aquel caso-recuerda Carvalho-en la nación maduró una conciencia sobre cuestiones como la justicia de género y los derechos y la seguridad de las mujeres".
Sin embargo, los datos parecen confirmar que hay todavía mucho que hacer, sobre todo en temas de sensibilización social. "Según el National Crime Record Bureau-subraya el médico- los casos de estupro registrados aumentaron de casi el 900% en los últimos 40 años. También el número de las mujeres víctimas de tráfico humano es alto y según la relación 2010 de la Asian Foundation, el 90% de las tratas sucede al interior de los confines nacionales. En concreto, la violencia contra las mujeres no es perpetrada sólo- o sobre todo- por desconocidos: en la mayor parte de los casos son agentes del Estado, maridos o familiares".
Además, "una reciente investigación conducida por la National Commission for Women estableció que el 88,9% de los homicidios de honor son cometidos por los miembros de las familias. Según la 2011 International Men and Gender Equality Survey, casi un hindú sobre 4 cometió violencia sexual en un cierto punto de su vida".
En la arquidiócesis de Mumbai, explica a AsiaNews el obispo auxiliar Savio Fenandes, "organizamos diversos programas a varios niveles, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre los crímenes contra las mujeres y ayudar a cada uno a ser instrumento de cambio, instrumento de conversión ".
En tal sentido, el primer trabajo debe ser hacho al interior de la familia. "La familia unidad de base de la sociedad-explica el obispo- porque todo lo que sucede en su interior se refleja sobre larga escala en la sociedad. Por esto está dentro de las paredes de las casas que se debe buscar e iniciar a inculcar los valores de dignidad, respeto, honestidad y moralidad. Es una educación que debe partir del padre y de la madre y dirigirse a todos los hijos, varones o mujeres. En tal modo, igualdad y respeto se reflejarán en la sociedad. Por el contrario, si tratarán al hijo varón como superior y a la mujer como inferior, la disparidad y la desigualdad se reflejarán también en la sociedad".
27/09/2017 09:51