Casi 100 millones de chinos beben agua 'potable' contaminada
Se ha registrado la presencia de ácidos Pfas altamente tóxicos. Beijing no tiene estándares de seguridad a este respecto. Niveles más altos en las áreas industriales del sur y del este. Las empresas chinas construyen plantas de agua potable en países en vías de desarrollo.
Beijing (AsiaNews) - Casi 100 millones de chinos beben agua "potable" con niveles de toxicidad química por encima de los límites de seguridad. Esto es lo que se desprende de una investigación de la Universidad de Qinghua sobre la presencia en las aguas del país de los Pfas (ácidos perfluoroacrílicos), sustancias muy agresivas que se utilizan en muchos sectores industriales. Una vez que éstas llegan a los acuíferos, pasan a los hogares y a la cadena alimentaria, en perjuicio de la salud de toda la población.
El equipo de especialistas monitoreó 66 ciudades con un total de 450 millones de habitantes. El estudio debía aplicar los parámetros establecidos por el estado estado de Vermont en Estados Unidos. En efecto, China no tiene normas nacionales de seguridad para el control del agua potable.
El estudio muestra que 16 centros habitados, alrededor del 20% de la muestra, no respetan los niveles de seguridad. Las ciudades con las tasas más altas de contaminación del agua son Suzhou, Wuxi y Hangzhou (Zhejiang) en el este del país y Foshan en el sur. Beijing y Shanghai tienen los valores dentro de los límites aceptados. Las zonas con aguas más contaminadas son aquellas donde la actividad industrial es más intensa y la densidad de población más elevada.
En tres ciudades de la cuenca del Yangtze (Río Azul), los investigadores han identificado grandes concentraciones de Pfoa y Pfos, dos de los cuatro ácidos Pfas más dañinos. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ponen de relieve que demoran siglos en "degradarse" y no pueden ser asimilados por el cuerpo humano.
China es uno de los mayores productores mundiales de Pfas, aunque ha firmado acuerdos internacionales para eliminarlos o reducirlos. Muchos observadores y grupos ambientalistas acusan a menudo a Beijing de no respetar los compromisos asumidos para proteger el medio ambiente.
Los analistas consideran que los datos publicados por Qinghua deberían preocupar a los países en vías de desarrollo que dependen de las empresas chinas para solucionar el problema del acceso al agua potable. Burkina Faso es el último país que las ha contratado. La Chinese Construction Engineering Company construirá cuatro plantas de este tipo en 30 meses, lo que supone una inversión de millones de dólares subvencionada por el Exim Bank of China, el principal financiador de la Belt and Road Initiative.
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