Carta abierta del Card. Zen, en respuesta a las críticas del Card. G.B. Re
El obispo emérito de Hong Kong duda de la “profunda sintonía” entre los pontífices y pide ver las pruebas de la firma de Benedicto XVI en el Acuerdo Provisorio con China. La Secretaría de Estado se ha “dejado engañar”, creyendo que la “iglesia independiente”, a la cual Beijing exige que adhieran obispos y sacerdotes, va a ser distinta de la del pasado.
Hong Kong (AsiaNews) – Con una carta abierta, publicada hace dos días y coincidiendo con el primer Domingo de Cuaresma, el Card. Joseph Zen responde a las críticas que le dirige el Card. Giovanni Battista Re. El decano del Colegio Cardenalicio previamente había difundido entre los purpurados una carta (que presentamos en nota aparte), en la cual critica el juicio negativo del obispo emérito de Hong Kong respecto al Acuerdo provisorio entre el Vaticano y China; revindica además que entre los tres últimos pontífices existe una “profunda sintonía, de pensamiento y de acción”.
El Card. Zen responde a las acusaciones, en un recorrido casi punto por punto, poniendo en duda la “profunda sintonía” entre los pontífices -particularmente, de Benedicto XVI con Francisco - respecto a la firma del Acuerdo sino-vaticano. Así mismo, acusa al Card. Pietro Parolin, Secretario de Estado, por “dejarse engañar”, y por creer que la concepción de una “iglesia indpendiente”, predicada por China hoy, vaya a ser diferente de lo que fue en tiempos de Mao. En un documento sobre las “Orientaciones Pastorales de la Santa Sede acerca del registro civil del Clero en China”, se admite, en los hechos, que actualmente sacerdotes y obispos firmen la adhesión. A continuación, el texto de la carta que el Card. Zen publicó en su blog en italiano, inglés y chino.
A Su Emcia. Revma. Sr. Card. G.B. Re
Decano del Colegio Cardenalicio
Sr. Cardenal:
Ruego me permita usar como medio una carta abierta, para una comunicación más rápida.
De manera indirecta, he podido ver su carta del 26 de febrero, la cual (Prot. N. 1/2020) también tiene el honor de haber inaugurado su alto cargo de Decano del Colegio Cardenalicio.
Admiro su valentía al aventurarse en cuestiones que sin embargo reconoce como “complejas”, poniendo en riesgo el prestigio de su honorable oficina recientemente inaugurada. Pero es bien sabido que hoy hay un vice-papa que logra infundir coraje a todos los servidores en la Santa Sede.
Vayamos a la carta.
1. Para aclarar la visión de Juan Pablo II y de Benedicto XVI con respecto al comunismo, es suficiente con pedirle a Su Excelencia que se dirija a las págs. 161-162 del libro “Últimas conversaciones” (Papa Benedicto me entregó su copia, con una dedicatoria; “en comunión, tanto en oración como en pensamiento”).
Ante la pregunta del periodista Peter Seewald:
“¿Ha compartido y apoyado activamente la Ostpolitik del Papa (Juan Pablo II)?”
Benedicto responde: “Hablábamos de ello. Era claro que la política de Casaroli, aún cuando era conducida con las mejores intenciones, estaba equivocada”.
La nueva línea que perseguía Juan Pablo II era fruto de su experiencia personal, del contacto con esos poderes.
Como es natural, en ese entonces no podía esperarse que el régimen fuera a desmoronarse pronto, pero era evidente que, en vez de conciliar y aceptar compomisos, era necesario oponerse con fuerza.
Esta era la visión de fondo de Juan Pablo II, que yo compartía”.
2. Para probar que el acuerdo firmado ya contaba con la aprobación de Benedicto VI, basta con mostrarme el texto firmado, que hasta el día de hoy no se me ha permitido ver, como lo evidencia el archivo que Usted ha podido verificar. Sin embargo, quedaría pendiente explicar por qué no fue firmado en aquél entonces.
3. Respecto al cambio “epocal” del significado de la palabra “independencia”, me temo que éste solo existe en la cabeza del Eminentísimo Secretario de Estado, inducido, quizás, por una traducción del idioma chino, equivocada, realizada por el joven redactor de minutas de la Congregación de la Evangelización de los Pueblos, quien ya fuera monoculus rex in regno caecorum, y quien fue el responsable de cuando menos 10 errores en la traducción de la Carta de Papa Benedicto del 2007.
Sin embargo, dada la inteligencia del Eminentísimo, me resulta difícil creer que haya sido engañado; lo más probable es que haya querido “dejarse engañar”.
4. No entiendo la última parte de su carta, por ser, como mínimo, confusa. Los hechos están allí. Tengo pruebas de que Parolin manipula al Santo Padre, el cual me expresa siempre enorme afecto, pero no responde a mis preguntas. Frente a las tomas de posición de la Santa Sede, que no logro entender, a todos los hermanos desolados que vienen a verme, les digo que no critiquen a quien sigue esas disposiciones. Sin embargo, siendo que en las disposiciones aún se da libertad a quien tiene un objeción de conciencia, a todos ellos los aliento a retirarse al estado de las catacumbas, sin oponerse a ninguna justicia, ya que de otro modo acabarían aún más perdidos .
¿En qué me he equivocado?
5. Estoy cien por ciento de acuedo con la invitación a rezar.
Recuerdo que recientemnte, la Santa Sede recomendó la invocación a la Virgen “Sub tuum praesidium” y aquella a San Miguel Arcángel.
Y por supuesto, está el “Oremus pro Pontifice”, que concluye con “et non tradat eum in animam inimicorum ejus”.
Le deseo momentos más felices en su largo servicio como Decano del Colegio Cardenalicio.
obblig, mo
Card. Zen
Primer Domingo de Cuaresma
Del Evangelio según San Mateo (4:8-10)
El diablo lo llevó a la cima de un monte altísimo y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: “Todas estas cosas te daré, si tú te postras ante mí y me adoras”. Jesús le respondió: “¡Retírate Satanás! Porque está escrito: al Señor tu Dios, adorará: solo a Él rendirás culto”.
03/03/2020 13:15
07/04/2018 18:35
29/11/2018 10:41