Cardenal de Yangon: Pascua de solidaridad con los cristianos perseguidos en Medio oriente

de Francis Khoo Thwe

En el mensaje a los fieles, el card. Bo expresa solidaridad a “las víctimas inocentes” masacradas “en nombre de la religión”. Además, dirige un pensamiento a los niños muertos por desnutrición. El purpurado desea la “reconciliación” entre las diversas almas de Myanmar y expresa su solidaridad a los estudiantes birmanos. “La nuestra es un Iglesia resucitada- afirma- que venció la represión”.

Yangon (AsiaNews)- Cercanía con los cristianos perseguidos en Medio oriente, víctimas de una barbarie que “mata, mutila y crucifica a inocentes en nombre de una religión”, y a los niños que mueren de hambre (al menos 30 mil cada día) y desnutrición en todo el mundo. Además, un pensamiento particular a los muchos problemas que caracterizan a Myanmar, nación que busca y con fatiga salir de las sombras de la guerra y de la violencia a menudo realizada por el Estado. Son muchos los temas tocados por el Card. Charles Maung Bo, arzobispo de Yangon, en su mensaje de Pascua, una celebración que es ocasión de “misericordia y reconciliación” siguiendo “los gestos y las palabras” del Papa Francisco. El purpurado advierte que “nuestra tarea y trabajo no está terminado”, porque la nación está todavía “herida” y “sangra”, por esto es necesario “trabajar en modo activo por la paz” y “promover la armonía “entre las diversas comunidades”.

El mal no desapareció de Myanmar ni del mundo, subraya el cardenal, dirigiéndose a los fieles, porque “continúa en su terrible tentativo de anular el bien”. El purpurado recuerda ante todo la barbarie que se está consumando en Medio oriente “en nombre de la religión”. Y también, a los 10 millones de niños que murieron por desnutrición en las zonas más pobres, mientras en otras partes del mundo se “derrochan millones de toneladas de comida”.

También en le ex Birmania, prosigue el arzobispo de Yangon, existen muchos problemas de preocupación. Desde la explotación intensiva de los bienes y los recursos naturales-madera, piedras preciosas, el río Irrawaddy- a los acuerdos de paz entre el gobierno central y las minorías étnicas, a menudo se quedan sólo en el papel, son muchos los problemas no resueltos. “Invocamos una nueva Resurrección- afirma- de paz y prosperidad para todo el pueblo”.

El país necesita de “reconciliación entre las diversas comunidades”, continúa el prelado. Todavía hoy hay guerras en las regiones del norte (Kachin y Shan), c on jóvenes víctimas inocentes y centenares de miles de personas (entre los cuales los musulmanes Rohingya en el Estado de Rakhine) evacuados, obligados a sobrevivir en condiciones de fortuna o a emigrar. Par el card. Bo, “la reconciliación entre grupos étnicos y el ejército es posible” y la Iglesia birmana trabaja para el diálogo y la paz entre las partes.

El arzobispo de Yangon, renueva la solidaridad y la cercanía a los estudiantes en la calle que piden una reforma en clave democrática de la instrucción, cuya protesta fue reprimida con la fuerza por las autoridades. “Ellos quieren dar vida a una nueva nación- explica el purpurado- de esperanza y de oportunidad”. Una generación nueva, agrega, “lucha por salir de la obscuridad…hagamos en modo que no vuelvan a la tumba”. “La Iglesia está cerca de nuestra gente- advierte- en su sueño de salir de un período de forzada obscuridad”.

La nuestra es una Iglesia resucitada, concluye el card. Bo, recordando las represiones de la junta militar en los años 60, pero que no lograron cancelar la historia de una comunidad que ha celebrado los 500 años de misión y de vida. “Estuvimos sepultados, pero resucitamos en la fe”. “Somos los ángeles de la misericordia que van al encuentro de miles de pobres a través de la instrucción, la santidad y el desarrollo humano”. “hoy en Myanmar existe la esperanza, porque la Pascua es portadora de esperanza”.

La arquidiócesis de Yangon- capital comercial de la ex Birmania- está formada por casi 100 mil fieles, sobre una población de más de 14 millones de personas; el territorio está subdividido en 39 parroquias. Myanmar es una nación multi-étnica (más de 135 etnias y minorías) y multi-confesional: si bien no haya una religión oficial de estado, casi el 80% de los ciudadanos son del Budismo Therevada; los cristianos son el 45 (los católicos el 1%), también los musulmanes son el 4%; el 1% profesa el hinduismo, mientras que un ulterior 2% practica credos diversos o ligados a la tradición animista.